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Finanzas

¿Superpeso en la era AMLO? La moneda mexicana lleva 3 años de pérdidas entre enero-septiembre

01-10-2021, 6:20:00 AM Por:
© Especial

La volatilidad es la que, en los hechos, pagan todos quienes necesitan dólares por sus actividades comerciales o empresariales, no las del inicio y fin de un periodo.

En lo que va del presente sexenio, los primeros nueves meses de 2019, 2020 y 2021 no han sido positivos para el peso. De hecho, los tres años ha registrado depreciaciones nuestra divisa y el dólar se ha fortalecido.

Lo anterior es relevante porque, durante los primeros tres trimestres del año es cuando se genera un amplio porcentaje de operaciones de intercambio comercial de las empresas y del país en general, además de ser un periodo amplio de tiempo que mide lo que en realidad sucede en el mercado cambiario local: Hay movimientos a favor y en contra el peso, esos movimientos o ajustes son los que pagan quienes necesitan dólares por motivos de su actividad económica.

Suele considerarse para efectos comparativos siempre el inicio y el final de un periodo, pero en la práctica es poco frecuente que solamente se hagan operaciones así, con el tipo de cambio inicial o final de un periodo. Las operaciones no se pagan cada año, sino mucho antes.

Si comparamos el precio del dólar del inicio de la administración con el nivel actual, la fotografía que observaríamos sería la de un tipo de cambio estable, sin grandes sobresaltos. Pero es una imagen engañosa; en los hechos, el tipo de cambio ha registrado tres años de grandes variaciones y eso es lo que pagan quienes hacen operaciones por el origen de sus negocios, e incluso los intermediarios. Esta volatilidad tiene diversos orígenes, pero es real y sí tiene impacto sobre los costos de las empresas.

La información oficial del Banco de México (Banxico) lo dice todo. De acuerdo con estos datos, el tipo de cambio inicial de la administración en curso fue de 20.4530 pesos por dólar, mientras que al cierre de ayer 30 se septiembre la cotización quedó en 20.6420 unidades.

Sin embargo, en el mismo periodo, el dólar ha alcanzado un nivel máximo de cotización de 25.1350 unidades, junto con una cotización mínima de 18.5520 pesos por dólar. El promedio hasta ahora se ubica en 20.3054 pesos por cada billete verde.

Si consideramos el punto máximo y mínimo del precio del dólar en el periodo que analizamos, tenemos un margen de variación de 35.48 por ciento, lo que habla de muchas cosas menos de un tipo de cambio estable, sin variaciones, los números dicen exactamente todo lo contrario. Tanto así que, pese al periodo de relativa estabilidad que observamos si solamente vemos el inicio y fin de lo que llevamos en el sexenio, no podemos hablar de un nuevo “superpeso”, como sucedió ya en otro tiempo durante el presente siglo. Eso obedeció a que el tipo de cambio sí registró un comportamiento de casi completa estabilidad, sin grandes variaciones.

Tres años con depreciación en el periodo enero-septiembre

Durante el periodo enero-septiembre, los tres años de la presente administración han sido de depreciación cambiaria. En el año 2019 la depreciación del peso fue en realidad muy modesta, de apenas 0.28 por ciento. Un año después el golpe de la pandemia reflejó un fuerte ajuste para el peso mexicano y le generó una caída de 17.04 por ciento frente al dólar en 2020. Finalmente en este 2021, la depreciación del peso en los tres trimestres que ha recorrido el año es de 3.46 por ciento. Tres años y tres periodos de pérdidas para el peso.

El peso se ha depreciado y recuperado, no gracias a las condiciones internas

En este contexto, y de acuerdo a las cifras que señalamos anteriormente, especialmente el margen de variación de 35 por ciento en lo que va de la presente administración, es muy claro que el peso o el tipo de cambio sí se ha depreciado.

Sin embargo, también es evidente la recuperación registrada por el peso tras esos periodos de ajuste. Como hemos señalado en otras ocasiones, los factores de recuperación generalmente están ligados a factores externos, concretamente las tasas de interés muy cercanas al cero absoluto en los principales países industrializados, Estados Unidos entre ellos.

Lo que sí debemos reconocer es que el peso está cada vez más ligado al contexto externo. De hecho, vivimos una era en la que la “internacionalización” del peso es muy intensa, como nunca la habíamos visto. Con todo lo positivo y negativo que esto genera para la economía mexicana.

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