¿Se privatizaron los ahorros de los trabajadores con las Afores, como dice AMLO?

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que, al término de la emergencia desatada por la pandemia del Covid-19, revisará la situación de las Afores porque aseguró que este modelo es un problema de origen que afectó a los trabajadores al privatizar los ahorros de los trabajadores.

“Va a haber momento, pasando esta situación, para revisar lo que se hizo en el periodo neoliberal de privatizar los ahorros, las pensiones de los trabajadores, y en efecto hay que buscar una solución porque si no se actúa, los trabajadores, sobre todo los que se van a empezar a jubilar a partir del 2024, van a recibir menos de lo que ahorraron. Eso es un tema preocupante, por ejemplo, eso requiere de un rescate”, indicó hace unos días el primer mandatario en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.

Sin lugar a dudas que la situación del Sistema del Ahorro para el Retiro (SAR) debe revisarse, pero no porque se hayan “privatizado” los ahorros de los trabajadores como erróneamente se asegura, sino porque las pensiones de los mexicanos serán muy bajas y eso en efecto es un problema de origen, pero no del origen de las Afores, sino desde que nació un sistema que nunca tuvo la visión de anticiparse a los cambios generacionales.

La actuación de las Afores también tiene que revisarse, pero no porque sean el “monstruo” de las mil cabezas que les roban a los trabajadores, su función es muy clara y de eso no tienen la culpa porque para eso fueron creadas, para administrar el dinero de los trabajadores.

Muchas imprecisiones se dicen al respecto y eso no solamente abona al encono, sino también al desconocimiento en un tema fundamental para el país.

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Los recursos no se privatizaron, se individualizaron

Al asegurar que los recursos de los trabajadores se privatizaron, se comete una gran imprecisión ya que no fue así. Los ahorros de los trabajadores se individualizaron, que no es lo mismo, le explico el porqué, amable lector, y trataré de ser lo más breve posible.

En México existía, hasta antes del 1 de julio de 1997, un sistema de reparto que nos iba a llevar al fracaso total como país. De mantenerse hoy, México ya estaría sumido en una crisis monumental que se sumaría a la que tenemos por la pandemia del Covid-19. Este sistema de reparto era administrado por el estado, ningún trabajador sabía cuánto dinero tenía ahorrado y al término de su vida laboral simplemente accedía a una pensión que en la mayoría de los casos era igual de baja o más que las actuales (el autor tiene un familiar indirecto que se pensionó hace 30 años con un salario mensual de 1,200 pesos, mismos que gana hasta la fecha).

Este sistema de reparto presionaba las finanzas públicas porque con ellas se debían pagar las pensiones, si las cosas continuaban así con el paso de las décadas cuando millones de trabajadores pasaran a retiro no habría recursos para pagarles a todos; entonces se decidió dar un paso y acabar con el sistema de reparto para iniciar un sistema de cuentas individuales en el que cada trabajador debería tener una cuenta de ahorro para su retiro y aportar en ella para que, llegado el momento, con esos fondos acumulados se pagara su pensión.

Los ahorros de los trabajadores NO se privatizaron, sino que se individualizaron y dejaron de ser manejados por el estado (lo que hacía con nula transparencia); es decir, los fondos pasaron de ser estatizados a ser individualizados, quitándole al país una pesada carga presente y futura.

¿Que las Afores ganan mucho? Eso es algo que siempre ha estado a debate, pero no es que las Afores decidan por sí mismas, está esto escrito en la ley.  Intentar re-estatizar los ahorros de los trabajadores con el argumento de que se privatizaron erróneamente en otras épocas es por lo menos un acto de mala fe, y que quizás esconde otras intenciones porque, al contrario, los ahorros se individualizaron y pasaron a manos de sus dueños legales y originales. Si las Afores los manejan es por una cuestión operativa, pero los recursos tienen un único y legal dueño: el trabajador.

¿Qué se pretende?

Revisar la situación de las Afores es un error, lo que se debe revisar es la situación de las pensiones, ¿No será que lo que se quiere en el fondo es apropiarse de los recursos para con ellos tener esa liquidez que tanto necesitan? He insistido desde hace casi dos años que los recursos de los trabajadores en las Afores serían una gran tentación para la nueva administración, prácticamente 4 billones de pesos es mucho dinero para que pase desapercibido.

Por estos cuestionamientos, el regulador ha calificado de especulador e irresponsable a este autor, pero las acciones poco a poco van delineando lo que bien podría ser el fondo del asunto. Ya surgió incluso una iniciativa para que este dinero sea administrado por el Banco del Bienestar (cualquier cosa que eso signifique), la desecharon de inmediato, pero no deja de abonar a la suspicacia.

Los ahorros de los trabajadores no se privatizaron y lo saben en Consar, también saben que hasta antes del 1 de julio de 1997 nadie conocía nada o muy poco de sus ahorros y las pensiones eran miserables, como lo serán en el futuro porque para acabar con ese problema solamente hay un factor que urge revisar y cambiar de inmediato. Es el siguiente.

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La ridícula tasa de aportación es el único problema

Pueden hacerse muchas cosas en el SAR, todas ayudarán y han ayudado. Pero, mientras no revisemos y cambiemos la ridícula tasa de aportación que se fijó hace más de 60 años, cuando el país y el mundo eran otros, simplemente no habrá forma de que las pensiones de los mexicanos mejoren. La tasa de aportación es el único problema y todo mundo lo sabe dentro y fuera del país.

Pero, elevarla tiene costos políticos que al parecer nadie está dispuesto a asumir. No lo hicieron en el pasado por falta de apoyo y de valor, ni en el presente, aunque tengan todo el apoyo necesario en el Congreso para actuar con altura de miras y hacerle al país y a las generaciones siguientes el mayor de los bienes, esa acción sí que sería una gran y profunda Transformación.

Antonio Sandoval