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Finanzas

Relevo en Banxico: La pregunta no es ¿por qué?, sino ¿quién?

24-05-2021, 6:00:00 AM Por:
© Especial AMLO y Banxico

La suerte de Alejandro Díaz de León estaba echada desde el 1 de diciembre de 2018. Los mercados sí podrían pasar por periodos de incertidumbre ante la transición

En 27 años recién cumplidos (1 de abril) de autonomía, el Banco de México (Banxico) ha tenido sólo cuatro gobernadores y el actual, Alejandro Díaz de León, será el primero que no sea confirmado por el titular del ejecutivo en funciones para nombrar a alguien más afín, según lo ha confirmado el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esto significa desde luego un suceso inédito en el Banxico, pero no es ni será excepción ya que en los bancos centrales del mundo con más años en funciones autónomas es constante la rotación de titulares de la institución monetaria por perfiles que sean más acordes a quien lleva las riendas del país en ese momento.

Los puestos de los gobernadores y subgobernadores en los bancos centrales, al menos en la inmensa mayoría, no son vitalicios, justamente para facilitar las transiciones monetarias y políticas.

Alejandro Díaz de León podría ser el principio de una historia en la que lo relevante será elegir al sustituto adecuado, que sea capaz de llevar y aplicar con eficiencia las políticas monetarias necesarias para la estabilidad de una economía como la de México.

Así, es muy probable que en los próximos meses haya un poco de incertidumbre financiera en torno a quién ocupará el lugar del gobernador del Banco de México. Los mercados sabían que la suerte del actual gobernador ya estaba echada desde el 1 de diciembre de 2018, la prueba es que ante el anuncio de que no será ratificado, los movimientos de los indicadores financieros nacionales este viernes no estuvieron relacionados con la noticia, que si bien no pasó de noche, tampoco causó demasiada extrañeza entre los inversionistas, quienes “ya lo veían venir”.

De Mancera a Díaz de León, la historia de los gobernadores de Banxico

El primer gobernador del Banco de México fue Miguel Mancera Aguayo, es de hecho el primero y será el único en la historia de la institución que transitó de director a gobernador, ya que antes de que iniciara su autonomía Banxico, el 1 de abril de 1994, Mancera Aguayo era el director de la institución y, debido a los tiempos establecidos en la Ley del Banco de México para elegir y nombrar al gobernador, el acuerdo fue mantener al entonces directivo ya con el cargo de gobernador hasta el último día de diciembre de 1997, cuando por ley debería entrar en funciones un nuevo titular.

Miguel Mancera fue entonces formalmente el primer gobernador de Banxico, pero no el primero designado por el mecanismo previsto en la Ley del banco, ese sería otro.

El artículo 40 de la Ley del Banco de México dice lo siguiente: “El cargo de Gobernador durará seis años y el de Subgobernador será de ocho años. El periodo del Gobernador comenzará el primero de enero del cuarto año calendario del periodo correspondiente al Presidente de la República. Los periodos de los Subgobernadores serán escalonados, sucediéndose cada dos años e iniciándose el primero de enero del primer, tercer y quinto año del periodo del Ejecutivo Federal. Las personas que ocupen esos cargos podrán ser designadas miembros de la Junta de Gobierno más de una vez”

Es así como el primer gobernador designado de acuerdo a los mecanismos previstos en la ley del banco central debía entrar en funciones el 1 de enero de 1998, el cuarto año calendario del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León; esta designación cayó en la figura de Guillermo Ortiz Martínez, quien fue por apenas 28 días en diciembre de 1994 secretario de Comunicaciones y Transportes, y después secretario de Hacienda y Crédito Público hasta 1997.

Este gobernador transitó al gobierno de la primera alternancia e incluso fue ratificado por un periodo adicional al frente del Banxico, es decir 6 años más, en el año 2004 y hasta 2010, con lo que en los hechos estuvo al frente del Banxico en el mandato de tres presidentes (Zedillo, Fox y Calderón).

En el año 2009 el presidente Felipe Calderón Hinojosa nombra a Agustín Carstens Carstens como miembro de la junta de gobierno del Banco de México y posteriormente gobernador del instituto monetario a partir del 1 de enero de 2010, puesto para el que fue ratificado posteriormente por el presidente Enrique Peña Nieto para el periodo 2016-2021.

Sin embargo, Agustín Carstens aceptó a finales de 2016 el nombramiento de Gerente General del Banco de Pagos Internacionales (BIS) a partir de octubre de 2017, con lo que dejó la puerta abierta para un relevo en el Banxico, puesto para el que se designó al actual gobernador Alejandro Díaz de León.

Como Díaz de León fue electo para finalizar el periodo inconcluso, la ley permitía la reelección del funcionario, si así lo decidía el titular del ejecutivo federal, pero no fue el caso. El 1 de enero de 2022 habrá un nuevo gobernador en Banxico, el quinto de la historia y el primero que sustituirá a un gobernador que no fue ratificado por no ser afín a quién decide el nombramiento, para que el Senado lo apruebe.

Fed, encuentros y desencuentros con el presidente

Lo que ha pasado en la historia del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) es prueba de cómo se viven estos cambios en un banco con muchos más años de autonomía, y de funciones. Para no ir demasiado lejos, veamos lo que pasa en el banco central de nuestro vecino del norte y principal socio comercial, que de paso es la institución monetaria más influyente del mundo.

Aunque el puesto de presidente de la Fed (equivalente al de gobernador de Banxico), tampoco es vitalicio, sí puede ratificarse por tiempo indeterminado.

Sin embargo, los primeros años de la Fed fueron turbulentos, algunos presidentes duraron uno o dos años, otros menos de 8 y un poco más adelante de su historia se recuerda el caso de William Miller, quien ocupó el cargo sólo por 17 meses, del 8 de marzo de 1978 al 6 de agosto de 1979, tuvo que salir ante las intensas presiones de los mercados debido a una inflación desbocada para los estándares de la primera potencia mundial, sobre niveles de 18 por ciento anual.

Pero otros tantos no fueron ratificados por el mandatario en funciones, sin considerar que tan prestigiosos pudieron ser en su vida profesional y al momento de llevar las riendas del principal banco central del mundo.

Es el caso por ejemplo del legendario Paul Volcker, quien entró en lugar de Miller el 6 de agosto de 1979 nombrado por el presidente Jimmy Carter para apagar el fuego inflacionario, y duró en el cargo hasta el 11 de agosto de 1987. No obstante, su éxito antiinflacionario ya no fue ratificado en el cargo por el presidente Ronald Reagan y en su lugar nombró a otro histórico, Alan Greenspan, quien duró casi 20 años en el cargo, de 1987 a 2006.

Su relevo, Ben Bernanke, enfrentó la que en su momento se consideró la mayor crisis financiera y económica moderna, la crisis subprime de 2008 y 2009. Pese a su éxito en el combate a la crisis, solamente pudo mantener el cargo 8 años ya que en 2009 el presidente Barack Obama no lo ratificó para el cargo y en su lugar nombró a la primera mujer al frente de la Fed, Janet Yellen, del 1 de febrero de 2014 al 3 de febrero de 2018 hasta que Donald Trump, el volátil presidente de EU, la sustituyó por quien hoy está en el puesto, Jerome Powell.

Powell, como es sabido, enfrenta la mayor crisis financiera global que se tenga memoria, hasta ahora ha logrado sortear las turbulencias, pero no se saben las consecuencias de largo plazo, la historia todavía tiene una cita pendiente con él.

En los bancos centrales maduros, no es inusual que un gobernador sea sustituido si no es afín al presidente, aunque este debe respetar su autonomía. En los bancos centrales inmaduros o en proceso de maduración, sí existe el riesgo de que estos cambios incidan en los mercados ante la expectativa de que se trata más de un cambio político que de uno estratégico, o bien de un intento de invadir la autonomía del instituto central.

Es hora de que veamos, luego de 27 años, qué tan maduro es nuestro Banxico y qué tanta confianza tienen los inversionistas en dicha madurez. En realidad, a partir del viernes pasado la pregunta no es ¿por qué no ratificaron a Alejandro Díaz de León en Banxico?, sino ¿quién ocupará su cargo? Lo raro hubiera sido una ratificación.

Este será un nombramiento con muchas implicaciones. El supuesto enfoque de “economía moral” que debe tener este personaje deberá coexistir con las sanas prácticas monetarias de una entidad como Banxico, que no puede alejarse de las mismas, lo quiera o no.

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