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Finanzas

Reforma a ley de Banxico, ¿riesgo de lavado de dinero y violación a autonomía?

10-12-2020, 6:10:56 AM Por:
© Photo by Alexander Mils on Unsplash

Se trata de una reforma polémica que obliga al banco central a comprar remesas de dólares en efectivo, y Banxico ya fijó su postura al respecto.

El miércoles 9 de diciembre, el Senado de la República aprobó con 67 votos a favor, 23 en contra y 10 abstenciones, una iniciativa que reforma la Ley del Banco de México (Banxico) y que obliga al banco central a comprar divisas en efectivo que tengan los bancos por concepto de remesas, o por turismo.

La iniciativa aprobada dice lo siguiente: “Los billetes y monedas metálicas extranjeros, captados por las instituciones de crédito en los términos, montos y modalidades que determine la Ley de Instituciones de Crédito, que no puedan ser repatriados a su país de origen”; en otro apartado se señala que estas divisas pasarán a formar parte de las reservas internacionales del banco central.

El propio Banxico fijó postura en voz del subgobernador Gerardo Esquivel, quien lamentó la decisión, asegurando que es un atentado contra la autonomía del banco central mexicano y expresó que la medida pone en riesgo las reservas internacionales del país.

La reforma a la ley del banco central mexicano es de la mayor relevancia, podría tener repercusiones en la estabilidad del banco central mexicano. Con la intención de proporcionar elementos que permitan conocer lo que significa el cambio a la ley, los objetivos que al menos en el papel persigue el gobierno con este cambio, y los probables efectos para Banxico y el país, pongamos en la mesa lo siguiente.

¿Qué intención tiene esta iniciativa?

El argumento del senador de Morena que presentó la propuesta, Ricardo Monreal, señala que los migrantes van a poder vender dólares en México directo a los bancos sin necesidad de acudir a otro tipo de corredores de divisas, que castigan en exceso la compra de esta moneda, con lo que generan grandes pérdidas cambiarias a los beneficiarios de las remesas, y obtienen ellos grandes utilidades.

Este año, los mexicanos que trabajan en el exterior mandarán a sus familiares en México alrededor de 40 mil millones de dólares, todos estos recursos son “duramente” castigados por quienes pagan las remesas en México. En un análisis publicado en noviembre de 2019 en ALTO NIVEL señalamos que, en promedio se “castiga” con un peso a los beneficiarios por parte de los llamados “remeseros”, respecto al precio promedio de compra bancario, que ya de entrada está castigado.

Antes de la medida, es decir hasta el 9 de diciembre, los bancos no compraban divisas en efectivo a los clientes o limitaban los montos y fijaban requisitos como ser cliente de la institución por medio de alguna cuenta de inversión o ahorro.

Lo anterior no era, o es, una ocurrencia de los bancos, en realidad forma parte de los protocolos obligatorios que deben seguir las instituciones bancarias como prevención contra actividades ilícitas, concretamente lavado de dinero.

Así, la intención que, al menos en el papel, persigue el proyecto de reforma es disminuir las pérdidas de los beneficiarios de remesas y que los bancos adquieran estos recursos para que a su vez sean adquiridos por Banxico.

Según la propuesta de Monreal, hay cerca de 7 mil millones de dólares en efectivo que se mueven por el circuito financiero del país sin poder llegar a un lugar concreto porque los bancos no los pueden vender a Banxico, y repatriarlos es sumamente costoso.

¿Hay riesgo de lavado de dinero en el Banco de México?

Es claro que los recursos de procedencia dudosa siempre encontrarán “canales” para fluir, eso no nos debe sorprender porque así funciona en todo el mundo. Los críticos de la iniciativa señalan que el banco central de nuestro país puede convertirse en la mayor “lavadora” del mundo, por supuesto de manera totalmente involuntaria.

No sabemos si ocurrirá, es imposible adivinar el futuro. Lo que sí es factible es que si las instituciones bancarias y el sistema financiero en general relajan las medidas antilavado vigentes hasta hoy (en los hechos se relajan automáticamente al permitir que los bancos vendan las cantidades que sean de dólares en efectivo a Banxico, por lo tanto pueden comprar los montos que quieran), los operadores de recursos de dudosa procedencia tendrán una gran opción para ingresar esos fondos al circuito financiero legal de nuestro país y el Banxico sería en última instancia la institución que totalmente de forma involuntaria validaría tal acción.

No sabemos si ocurrirá, es imposible adivinar el futuro. Lo que sí es factible es que si las instituciones bancarias y el sistema financiero en general relajan las medidas antilavado vigentes hasta hoy (en los hechos se relajan automáticamente al permitir que los bancos vendan las cantidades que sean de dólares en efectivo a Banxico, por lo tanto pueden comprar los montos que quieran), los operadores de recursos de dudosa procedencia tendrán una gran opción para ingresar esos fondos al circuito financiero legal de nuestro país y el Banxico sería en última instancia la institución que totalmente de forma involuntaria validaría tal acción.

Reservas de Banxico ¿se ponen en riesgo?, ¿se viola su autonomía?

Otra gran crítica a la iniciativa, incluso del propio subgobernador Gerardo Esquivel, dice que con esta medida se ponen en riesgo las reservas internacionales de Banxico, ¿por qué lo dijo?

Bueno, la medida contempla la obligación de Banxico de comprar dólares en efectivo y convertirlos en reservas internacionales. Las reservas internacionales de nuestro país se conforman básicamente por recursos que ingresan por operaciones con Empresas Productivas del Estado (Pemex), operaciones del gobierno federal, operaciones de la banca de desarrollo, operaciones del mismo Banxico en el mercado cambiario y por todo tipo de operaciones de las dependencias federales. Estos recursos, como se observa, provienen de fuentes y sobre todo de transacciones totalmente identificables y lícitas.

La operación y venta masiva de dólares al Banxico por parte de las instituciones bancarias para que esos recursos sean integrados a las reservas, “contaminaría” a las mismas reservas, salvo que hubiera un estricto control de cada dólar que se adquiere, lo que de entrada parece complicado.

Combinar “reservas limpias” con “reservas de dudosa procedencia” al menos una parte de ellas, pone en riesgo uno de los principales factores de estabilidad para las finanzas del país.

De hecho, en el mundo casi todos los bancos centrales conforman sus reservas igual que el Banxico, obligarlo a modificar una sana práctica internacional es una clara violación a su autonomía.

Pero hay otro elemento a tomarse en cuenta: el monto de reservas que llegan al país en efectivo. De entrada, los reportes del propio Banxico hablan de que los mecanismos para mandar recursos por parte de nuestros paisanos son otros, pero los montos mensuales en efectivo no son despreciables aunque lo parezcan.

Este es el mecanismo preferido para mandar remesas desde EU

De acuerdo con el Banco de México, desde hace muchos años el mecanismo preferido de los migrantes mexicanos en Estados Unidos para mandar remesas a sus familiares en México ya no es el efectivo, ni tampoco los famosos Money Orders (una especie de cheques al portador emitido por instituciones bancarias estadounidenses). Desde hace tiempo las remesas que llegan a México lo hacen preponderantemente por transferencia electrónica.

Veamos el caso más reciente: octubre de este año. En total, en el décimo mes de 2020 llegaron al país 3 mil 598.30 millones de dólares en remesas, de la siguiente manera:

  • 3,570.29 millones de dólares, equivalente al 99.22 por ciento del gran total, mediante transferencia electrónica;
  • Apenas poco más de 12 millones de dólares fueron transferidos mediante Money Orders;
  • Mientras que en efectivo y especie mandaron 15 millones 720 mil dólares.

Lo anterior quiere decir que nuestros migrantes mandan cada año alrededor de 180 millones de dólares en efectivo, una cantidad pequeña para la dimensión actual de las reservas, pero un solo dólar de dudosa procedencia que conforme los activos financieros de México, administrados por Banxico, sería un duro golpe para el país mismo.

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