¿Qué tiene en común Arturo Herrera con Serra Puche, Ortíz, Gil Díaz y Carstens?
Al igual que sus predecesores, tomó las riendas de las finanzas públicas en momentos de crisis; también será el tercer funcionario en llegar a la gubernatura de Banxico.
El actual secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dejará su cargo el jueves 15 de julio cuando renuncie al puesto para que en un plazo de 6 meses tome las riendas del Banco de México (Banxico), como gobernador, en caso de ser ratificado por el Senado, lo que se espera suceda.
Dicen que nadie elige su destino, y es el caso de Arturo Herrera. Él, junto con otros nombres ligados a las finanzas públicas, pasará a la historia por ser un “secretario de crisis económica”, y se convertirá en el tercer titular de la SHCP que, luego de navegar por tormentas económicas, llega al banco central mexicano.
Como los otros, su legado se conocerá con el paso de los años; estos son algunos de los saldos que dejaron los otros titulares de hacienda que dejaron la dependencia en tiempos de crisis para el país, o después de haber pasado por una de ellas.
No consideramos la década de los ochenta del siglo pasado por ser un periodo de inestabilidad absoluta en el que todo en la economía mexicana colapsó: desde la moneda hasta la inflación y, por supuesto, por el crecimiento económico.
Jaime Serra Puche, el drama cambiario
El más efímero secretario de Hacienda de los tiempos moderno inició su gestión el 1 de diciembre de 1994 junto con el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, y fue removido de su cargo el día 28 de ese mismo mes, por ese detalle se le apodó “El cete Serra Puche”, por el plazo de la emisión líder de este documento de financiamiento del gobierno federal.
Su legado fue terrible, la gran devaluación del peso derrumbó el PIB en 6.17 por ciento el año inmediato, el desempleo galopante definió a la economía por un periodo y el sistema financiero mexicano colapsó y solamente se evitó una tragedia mayor gracias al rescate fiscal del sistema bancario.
Guillermo Ortíz Martínez, del sótano a la estabilidad
En lugar de Jaime Serra Puche llegó Guillermo Ortíz Martínez, quien había iniciado el sexenio en la cartera de Comunicaciones y Transportes. Le tocó pasar los momentos más complejos y traumáticos para la economía mexicana, tuvo que informar del gran colapso, en ese momento en más de 60 años, debió impulsar el rescate del sistema bancario y cargar en sus espaldas toda la vida los señalamientos en torno el Fobaproa (que en los hechos evitó el hundimiento total de la economía), y los efectos de un desempleo creciente. Pero sentó las bases para la recuperación, en 1996 el PIB del país “rebotó” 5.15 por ciento y en 1997 la tasa fue de 6.7 por ciento. Su labor le valió para tomar las riendas del Banco de México el 1 de enero de 1998 y permanecer en la institución hasta el 31 de diciembre de 2009.
Francisco Gil Díaz, un “día de campo”
Este secretario de Hacienda lidió con la recesión en México provocada por la desaceleración de la economía estadounidense y la crisis del año 2002, posterior a los ataques de las torres gemelas de Nueva York. Es quizás el secretario que ha enfrentado la crisis más “suave” en la era moderna. Al menos así lo indica el desempeño del PIB del país que en el año 2001 tuvo una caída de “sólo” 0.40 por ciento y en 2002 de 0.04 por ciento.
En realidad, los indicadores económicos y financieros del país no sufrieron mayor deterioro, se trató más bien de una desaceleración en la economía, según los análisis de la época. La gestión de Gil Díaz en la SHCP se trató en realidad de un “día de campo” fuera de la desaceleración de los años 2001 y 2002.
Agustín Carstens, la crisis del “catarrito”
Enfrentó la Crisis Subprime y, más que ser recordado por las medidas que implementó, y que al parecer lograron que la economía mexicana sorteara la crisis en un plazo relativamente corto respaldada por la recuperación de la economía estadounidense, será recordado por su desafortunada frase al definir la crisis que ya se observaba en el mundo y sobre todo en Estados Unidos (recordemos que este país fue el origen), como un “catarrito“, cuando sólo gracias a la reacción de los bancos centrales, no hubo más desastres en la economía global.
La severidad de la crisis fue tal, que en el año 2009 el PIB se desplomó 5.29 por ciento, aunque se recuperó todo prácticamente el año inmediato ya que en 2010 el crecimiento fue de 5.12 por ciento. Sin embargo, para el 1 de enero de 2010 Carstens tomó el mando del Banco de México, puesto en el que estuvo hasta el 30 de noviembre de 2017.
Arturo Herrera, el tiempo será su mejor juez
Arturo Herrera se había instalado al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) apenas 4 meses antes cuando en el mundo empezaron algunas noticias (noviembre de 2019) relacionadas con un extraño virus en China, altamente contagioso y riesgoso para la salud del ser humano.
Ocho meses después, en marzo de 2020, ese virus provocaba que la Organización Mundial de la Salud (OMS) de lo declarara una pandemia, para entonces la crisis en México y en el mundo ya era inevitable. y desde entonces Arturo Herrera tuvo que destinar su tiempo entero a lidiar con esta crisis y sus efectos. Es fuertemente criticado por sus opositores, quienes lo acusan de que la política económica en realidad se maneja desde Palacio Nacional, y sus dos grandes acciones estarán sujetas al escrutinio y evaluación para los años siguientes: el hecho de no haber inyectado dinero público al rescate de empresas y familias, y el desplome de 8.5 por ciento del PIB en 2020, el mayor en casi 90 años.
Este año previsiblemente la economia mexicana “rebotará” un mínimo de 5.5 por ciento, pero eso ya no lo informará en su momento Arturo Herrera, quien verá esto como gobernador de Banxico.
A partir del 15 de julio será el turno de Rogelio Ramírez de la O, y también su responsabilidad, él igual que otros, también recibirá una economía en crisis.
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