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Finanzas

¿Por qué Banxico no entregó remanentes en 2020? El ‘culpable’ es el peso

20-05-2021, 9:09:03 AM Por:
© Especial

El presidente López Obrador suele mencionar el tipo de cambio como un indicador de la salud económica y financiera del país; y la misma fortaleza del peso en 2020 es la responsable de que el banco central no entregara remanentes de operación.

El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió ayer martes al Banco de México (Banxico) una explicación de por qué no entregó remanentes de su operación al gobierno federal, cuando en otras administraciones sí lo ha hecho.

El titular del poder ejecutivo insistió que, durante otras administraciones, se entregaron remanentes a los gobiernos de entonces, incluso en un escenario de alta volatilidad financiera.

A reserva de la respuesta del banco central mexicano, que posiblemente se dará en aras de la transparencia que debe regir a un órgano tan importante como es el Banco de México, hagamos un ejercicio informativo para ubicar aspectos como la ley que regula la entrega de remanentes de Banxico, si los hay; más otros aspectos como: ¿por qué se generan remanentes? y ¿cuál es el destino de dichos recursos?

No sin antes señalar, que el peso y su recurrente fortaleza, utilizada constantemente como indicador de estabilidad financiera del gobierno federal en turno, es el causante de que el Banco de México no tuviera remanentes el año pasado y, por lo tanto, no se pudieran entregar esos hipotéticos recursos.

Es cierto que 2020 fue de enorme volatilidad para la moneda mexicana, pero para efectos de valuación de activos, no importan tanto los niveles máximos o mínimos en la cotización de nuestra moneda, sino su promedio.

¿Qué son los remanentes del Banco de México?

No son otra cosa más que las utilidades generadas por la operación del banco central. Pero en virtud de que Banxico no es una institución con fines de lucro, esos remanentes o utilidades debe entregarlos al gobierno federal para que a su vez éste los destine a los fines específicos que también mandata la ley.

El tema está totalmente regulado y forma parte de la ley que rige al Banxico, es decir la Ley del Banco de México. El artículo específico es el 55 de dicha ley, y dice lo siguiente:

“El Banco será Institución sin propósito de lucro y deberá entregar al Gobierno Federal el importe íntegro de su remanente de operación una vez constituidas las reservas previstas en esta Ley, siempre que ello no implique la reducción de reservas provenientes de la revaluación de activos. Dicha entrega se efectuará a más tardar en el mes de abril del ejercicio inmediato siguiente al que corresponda el remanente.”

La otra pregunta es: ¿de dónde salen los remanentes de Banxico? Nuestro banco central mexicano, como todos, tienen activos y pasivos. Sus pasivos evidentemente son sus compromisos, mientras que sus activos más importantes son las reservas internacionales, generalmente valuadas en dólares.

De la valuación de estas reservas (las reservas totales, no sólo las que están en dólares), se determina el llamado “resultado operativo” del Banco de México.

Si a lo largo del año, en las valuaciones mensuales el tipo de cambio promedio sube respecto al mismo periodo del año previo, habrá un resultado neto positivo. Es decir, los activos del banco central mexicano valuados en dólares y otras divisas, valdrán más en términos de pesos porque subió el tipo de cambio, se depreció el peso.

Pongamos un ejemplo breve: en el año 2017 Banxico entregó remanentes por una cifra histórica de 321 mil millones de pesos, lo anterior resultado de que las reservas totales en pesos durante 2016 tuvieron un valor total promedio de 3 billones 640 mil 200 millones de pesos, de acuerdo con la propia institución, mientras que un año antes ese mismo saldo se ubicó en 3 billones 48 mil 200 millones de pesos.

Al final de ese año el remanente neto de Banxico fue de 535 mil 300 millones de pesos. Una vez que Banxico realizó provisiones por riesgos cambiarios, entre otras, tal como lo faculta la ley, llegó a los 321 mil millones de pesos que entregó como remanente.

Ya en el escenario actual, en 2020 el tipo de cambio tocó una cotización máxima de 25.1350 pesos por dólar (mercado interbancario), y una mínima de 18.5520 pesos. Visto así en efecto, la volatilidad cambiaria fue extrema, hay una diferencia de 35.48 por ciento entre el máximo y el mínimo.

Sin embargo, este dato no es precisamente un índice de volatilidad, sino un reflejo de las fuertes variaciones cambiarias en 2020, también debemos recordar que las valuaciones mensuales de los activos de Banxico son determinantes.

De esta manera, el panorama cambia si vemos otros indicadores también sobre el peso y su cotización contra el dólar: el promedio del tipo de cambio en todo 2020 fue de 21.4956 pesos por dólar, lo que representa una depreciación de 11.61 por ciento con respecto al año previo, es decir, 2019, visto así Banxico debería haber registrado remanentes, y los registró en términos operativos.

Sin embargo, las variaciones en el tipo de cambio jugaron a favor del peso conforme avanzó el año. En marzo de 2020, el tipo de cambio promedio del peso contra el dólar fue de 22.3680, que incluyó el tipo de cambio máximo vigente hasta hoy de 25.1350 unidades. En abril el promedio fue de 24.2822 unidades, en mayo, de 23.4786; junio, 22.3103; julio, 22.3902; agosto, 22.2049; septiembre, 21.6856; octubre, 21.2672; noviembre, 20.4056 y diciembre, 19.9680 pesos por dólar.

Además, el Banxico está facultado por ley a disponer, si así lo considera pertinente y con base en sus facultades de instituto monetario central, de una parte de los remanentes, si los hubiera, para fortalecer reservas monetarias que le permitan mantener su salud financiera y, al mismo tiempo, contar con recursos para enfrentar periodos de presiones sobre la moneda.

Dos conceptos son importantes: las reservas de capital (La ley lo obliga a mantener su capital más una reserva mínima de 125 mil millones de pesos), así como su reserva de revaluación de activos.

Esta última reserva no es otra cosa que una previsión que realiza ante la posibilidad de que una fuerte revaluación de activos (generada por la apreciación del tipo de cambio), pueda impactar precisamente en su capital, ante ello Banxico hace reservas que le permiten enfrentar dicho escenario con mayor solidez.

Los remanentes operativos, que fueron pocos considerando la recuperación del peso a partir de mayo del año pasado, menos las provisiones que la ley le mandata y faculta, llevaron a que no hubiera remanentes por entregar.

El propio Banxico ya informó sobre estos movimientos al gobierno federal, seguramente con desgloses de los remanentes, el gasto corriente y las reservas que provisionó.

Pero si se trata de explicarlo en términos sencillos y prácticos: La revaluación del peso el año anterior fue la causante de que Banxico no pudiera entregar remanentes al gobierno federal. Hubo elevados niveles de volatilidad cambiaria, pero en los saldos y valuaciones mensuales, el peso tuvo apreciaciones constantes a lo largo del periodo.

Esta relativa fortaleza cambiaria muestra la otra cara de la moneda: es utilizada como un reflejo de la estabilidad financiera y económica del país, pero también puede jugar en contra si es que se desean obtener remanentes de operación del Banxico.

¿En qué se pueden gastar dichos remanentes?

Cuando en abril del año pasado, el gobierno federal pedía a Banxico que le hiciera un “adelanto” de los remanentes que iba a recibir este año, para enfrentar con esos recursos la crisis generada por la pandemia, pedía algo imposible porque equivaldría a violentar la ley.

De acuerdo con la Ley del Banco de México, el remanente debe calcularse al final del periodo anual, no antes. Pero hay algo más importante todavía, los remanentes en caso de que existan, se entregan al gobierno federal “etiquetados”, no pueden aplicarse a gasto corriente sino a fines específicos que la propia ley define:

  1. 70% de los remanentes de Banxico deben aplicarse a la reducción del saldo deudor del sector público, es decir, pago de deuda pública.

2. El otro 30 por ciento debe destinarse explícitamente al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP)

Es decir, en caso de que hubieran existido esos remanentes monetarios, el gobierno federal estaba obligado a utilizarlos en lo que marca la ley, de modo que dichos recursos no servirían para financiar programas sociales, destinarlo al apoyo a empresas o familias, ni para el pago de obligaciones como sueldos y salarios en la administración pública, ni para pagar vacunas, como sugieren algunos.

Banxico es un ente autónomo, hasta ahora su transparencia no ha sido cuestionada. Es importante mantener dicha credibilidad para que cumpla con la que es quizás la tarea más importante en el país: mantener la estabilidad económica.

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