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Finanzas

Los factores de la “tormenta cambiaria” por la que atraviesa el peso

26-11-2021, 9:10:11 AM Por:
© Especial

A diferencia de otros momentos, el peso está presionado por elementos externos, pero también internos; preocupa de manera especial la incertidumbre en torno a Banxico.

Al cierre de ayer, el Banco de México (Banxico), fijó en 21.5564 pesos por dólar el nivel del peso respecto al dólar en el mercado interbancario valor spot (48 horas), manteniéndose en su nivel más alto desde marzo de este año.

Sin embargo, al cierre de las operaciones en México, el peso se desplomó contra el dólar en los mercados globales. Al momento de escribir este artículo, la paridad cotizaba ya en 21.80 unidades, con una marcada volatilidad que se reflejaba en fuertes variaciones en las cotizaciones.

Después la cotización se estabilizó en 21.70 unidades por dólar.

Durante mucho tiempo el peso se había mantenido relativamente estable, con variaciones poco significativas que obedecían sin duda alguna al contexto global, especialmente al nivel de las tasas de interés en los mercados industrializados, prácticamente en cero por ciento.

Este factor era determinante, el tipo de cambio se había estabilizado porque los capitales fluían al mercado nacional y se posicionaban en pesos ante un diferencial de tasas de interés mucho más favorables para el peso. Con tasa de cero por ciento en Estados Unidos y 4 por ciento en México, no había mucho qué pensar respecto a qué divisa se veía favorecida.

Entonces, ¿qué cambió? Si en realidad en Estados Unidos las tasas se mantienen cercanas al cero por ciento y en México incluso ya subieron y ahora están en 5 por ciento, lo que significa mayor rendimiento para los inversionistas foráneos.

Lamentablemente, el peso está contaminándose de factores adversos externos e internos, que lo han debilitado. Es importante antes de explicar cuáles son estos factores, señalar que la debilidad del peso todavía lo mantiene lejos del punto más alto para el dólar, alcanzado el año pasado en 25.13 pesos por dólar.

¿Qué cambió en el escenario?

El primer factor está ligado al contexto global. Si bien las tasas de interés en Estados Unidos no se han incrementado, y no hay posibilidades de que eso suceda al menos en el inminente primer trimestre del año que viene, los mercados ya descuentan ese factor. Sí, las tasas de interés en Estados Unidos dejarán de estar cercanas al cero absoluto, no subirán meteóricamente, pero subirán. Ante dicha perspectiva, los capitales empiezan a posicionarse en dólares. El dólar se ha apreciado en todo el mundo a partir de mediados de octubre, lo ha hecho con respecto a las divisas industrializadas como el euro, yen, libra, franco suizo, etc.

Por lo tanto, las monedas del mundo emergente no podrían quedarse atrás, con todo y sus niveles más altos de tasas de interés, simple y sencillamente significan mayor riesgo para los inversionistas. Cuando las tasas de interés empiecen a subir en Estados Unidos, con toda seguridad las divisas habrán descontado dicho factor, para entonces no sabemos si otros aspectos habrían debilitado más a las monedas emergentes, o incluso se habrán apreciado más. El punto es que en estos momentos dichas divisas están bajo turbulencias en los mercados.

Pero, no sólo es el factor internacional, en México durante los últimos días, podríamos decir que, durante las últimas horas, al menos dos factores han contribuido a la debilidad del peso, es muy claro.

El primero de ellos es la incertidumbre en torno al Banco de México, primero por el hecho de la filtración inicial que daba cuenta de que quien había sido postulado desde junio pasado para presidir a la institución a partir de enero próximo, el exsecretario de hacienda Arturo Herrera, había sido descartado por el jefe del ejecutivo federal para dicho puesto. Luego por la nueva propuesta, ya formalizada ayer mismo ante el senado del país, de la subsecretaria de egresos, Victoria Rodríguez Ceja, de quien se señala su nula experiencia en política monetaria. Los mercados necesitarán tiempo para digerir el nombramiento y observar las primeras acciones de la inminente gobernadora de Banxico, mientras tanto la volatilidad cambiaria es la forma de reaccionar.

Otro factor es la cifra del PIB en el tercer trimestre del año, que fue negativa en 0.4 por ciento; eso significa una clara desaceleración del “rebote”, que no crecimiento económico, del país. Al final, se confirma que México tiene un camino más largo para su recuperación, cuando menos hasta el primer semestre del año siguiente nuestro país no habrá recuperado sus niveles previos a la pandemia. Un crecimiento más lento es casi un hecho si se mantiene la tendencia de las cifras.

Las líneas de defensa cambiaria contra las turbulencias

El peso camina en este momento por una tormenta compuesta por diversos factores que ya señalamos, debilitándose como otras monedas en el mundo, definitivamente no es la única.

Pero Banxico tiene mecanismos de defensa cambiaria para que la caída del peso sea menos traumática, han funcionado en otros momentos, funcionaron el año pasado en pleno shock financiero global por la pandemia, no hay razones para que no funcionen ahora.

Así, Banxico puede inyectar recursos provenientes de la línea swap que el Banco de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos por un monto de hasta 60 mil millones de dólares puso a disposición de nuestro banco central, Sin considerar los casi 200 mil millones de dólares que tiene Banxico en sus arcas por concepto de reservas internacionales.

Sin embargo, los mecanismos de defensa del peso están diseñados para reducir la volatilidad y especulación contra el peso, no para evitar que este se deprecie. En un mercado libre, el precio del dólar llegará a donde tenga que llegar.

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