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Finanzas

Las tasas de Cetes a 28 días cumplen 20 años de estabilidad; y eso es una buena noticia

28-06-2021, 6:15:00 AM Por:
© Especial

El hecho de que los rendimientos de los Cetes sean de un solo dígito en dos décadas, es todo un hito en la historia financiera de un país como el nuestro.

Contra viento y marea, en medio de recesiones y de la que es hoy la mayor crisis desde la Gran depresión de 1929, para algunos incluso la mayor crisis financiera en la historia mundial, los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) en su tasa líder a plazo de 28 días, cumplieron hace unos días dos décadas, 20 años, en niveles de un sólo dígito.

Ensimismados como estamos en este torbellino de noticias relacionadas con una economía global convulsa, este detalle estuvo a punto de pasar inadvertido. Se trata de todo un hito en la historia financiera de un país como el nuestro, que tiene muchos episodios por contar en materia de tasas de interés, muchos de ellos nada agradables, por cierto.

El dato histórico

El 14 de junio del año 2001 en la subasta semanal del Banco de México (Banxico), la tasa de los Cetes rompió el piso de 10 por ciento, es decir del doble dígito, al colocarse en 9.51 por ciento, lo que significó en ese momento un descenso de 0.88 puntos desde la tasa previa de 10.39 por ciento.

Nadie sabía en ese instante que pasarían dos décadas y la tasa de referencia del mercado mexicano de dinero en el segmento interbancario (operaciones de grandes dimensiones monetarias), seguiría en niveles de un sólo dígito. Apenas el 17 de junio pasado (el 14, día del aniversario no hubo subasta), la tasa de referencia se colocó en 4 por ciento, y la tasa más reciente correspondiente a la subasta del 24 de junio se colocó en 4.03 por ciento.

Nunca en la historia de las tasas de interés de México, la que es considerada la referencia más importante para el mercado mexicano, es decir la tasa de los Cetes a plazo de 28 días, había acumulado un periodo tan extenso de estabilidad en un sólo dígito.

Lo anterior es, sin duda, signo de muchas cosas (relativa estabilidad de la economía, disciplina en finanzas públicas, etc), pero de manera especial hay un hecho que es consecuencia directa de este éxito financiero de nuestro país: La autonomía del Banco de México (Banxico), y de la forma en la que los banqueros centrales que hasta ahora han estado al frente han manejado los riesgos que enfrenta siempre una economía como la nuestra.

Periodo de alzas y bajas, pero siempre en un sólo dígito

Como señalamos, en estos 20 años ha pasado de todo en la economía global y nacional, y las tasas de interés lo reflejan con sus movimientos. Estas dos décadas son de alzas y bajas en las tasas de interés, pero siempre en niveles de un solo dígito.

En este periodo el momento en el que la tasa líder de los Cetes a plazo de 28 días estuvo a punto de volver al nivel de doble dígito fue en la subasta del 12 de mayo de 2005 cuando se colocó en 9.81 por ciento, ese es el punto más alto alcanzado en esta racha de 2 décadas.

Casi 10 años después de que amenazara con volver al doble dígito, la tasa líder de los Cetes a plazo de 28 días tocó su punto más bajo de este periodo, el 8 de enero de 2015 llegó a 2.43 por ciento; ese es de hecho el mínimo histórico de los Cetes.

Aquellos locos años ochenta

Para dimensionar lo que significa una tasa líder de interés en un solo dígito durante dos décadas, tenemos que revisar lo que pasó con esta misma tasa en la famosa década perdida, la década de los años ochenta del siglo pasado.

En ese periodo, la hiperinflación que padeció la economía mexicana llevó a este referente a niveles máximos de 159.21 por ciento en la subasta del 14 de enero de 1988.

Es decir, la tasa de aquellos tiempos era 39 veces más alta que la que hoy está vigente de 4.03 por ciento, y 65.5 veces más elevada que la tasa mínima histórica, registrada en este periodo de un sólo dígito.

Con todo lo mal que está la economía mexicana, sobre todo en materia de crecimiento económico en donde claramente se encuentra el gran pendiente de todas las administraciones, es un hecho indudable que el gran éxito es la estabilidad financiera. Y algo muy importante, dicha estabilidad viene de muchos años atrás, como queda demostrado con los 20 años de la tasa del Cete a 28 días en un sólo dígito.

Beneficio generacional

En México existen al menos dos generaciones de mexicanos que no saben lo que son tasas verdaderamente altas, como las de aquellos locos años ochenta del siglo pasado, que comentamos anteriormente.

Podemos decir que prácticamente toda la generación Millennial no ha visto tasas de referencia mayores a un dígito durante su vida laboral. Por su parte los Centennial, que se incorporan poco a poco al mercado laboral, afortunadamente no tienen la menor idea de lo que es una tasa más allá de 9.8 por ciento.

Hablamos de la tasa de referencia, en el mercado crediticio la historia es diferente, porque ahí las tasas todavía son altas, de doble dígito en la mayoría de los casos. Sin embargo, también en ese mercado se observa un beneficio del que en su momento no disfrutamos otras generaciones ante la inestabilidad financiera traducida en tasas altamente volátiles.

Ese beneficio financiero, generacional, es el de las “tasas fijas” en el mercado crediticio; con todo y las alzas y bajas de las tasas en el mercado de dinero, la elevada certidumbre que existe en torno a que no regresarán al nivel de doble dígito, permite a los bancos e instituciones de los mercados crediticios ofrecer préstamos con tasas de interés fijas durante toda la vida del crédito, algo que, repito, no disfrutamos otras generaciones.

Contra recesiones y cuasi-Depresiones, contra la volatilidad cambiaria, contra el crecimiento mediocre del PIB durante muchos años, contra terremotos, contra viento y marea, la tasa líder de los Cetes a plazo de 28 días cumplió dos décadas en un sólo dígito. Es una buena noticia, excelente noticia. Hay que celebrarla o, cuando menos, consignarla; sobre todo en estos tiempos en los que tanta falta hacen las buenas nuevas.

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