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Finanzas

Este sería el plan de los bancos para reestructurar deudas en México

08-09-2020, 9:26:09 AM Por:
© Especial

Los siguientes meses serán claves para el sistema bancario de nuestro país, pronto sabremos cuál fue el verdadero impacto de la pandemia en este sector..

El apoyo de los bancos a sus clientes, que básicamente consistió en el diferimiento del pago de créditos por un tiempo promedio de 4 meses, para no afectar más sus finanzas, ha terminado. Las instituciones empiezan ya la fase 2 de la estrategia que busca disminuir los riesgos en indicadores como el de la morosidad y la cartera vencida; será una tarea compleja debido a las condiciones económicas.

Por esto, no es exagerado decir que el sistema bancario mexicano enfrenta su mayor reto desde que fuera uno de los grandes protagonistas de la gran crisis de 1994, que justamente llevó a los bancos a la quiebra, al grado de que requirió del apoyo fiscal para que el sistema de pagos del país no colapsara, y provocó la reconfiguración de las instituciones bancarias que tenemos hasta nuestros días, en estos tiempos de pandemia.

Es importante traer en contexto un poco de lo que sucedió en 1995, toda vez que algunas de las generaciones actuales no existían, o eran demasiado pequeñas y la crisis de 1994-1995 les es algo muy lejano.

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La crisis de 1995 fue inevitable porque no había mecanismos de contención

Tras la devaluación del peso del 21 de diciembre de 1994, la economía nacional entró en una grave crisis, en el mundo fue conocida como “la crisis del tequila“, adentro de nuestra frontera la conocimos como “el error de diciembre”, la mayor crisis del país, hasta nuestros días, ahora que lamentablemente padecemos un fenómeno de dimensiones no vistas en al menos 9 décadas.

La devaluación del peso provocó muchos desajustes en la economía, uno de ellos fue el aumento desmesurado de las tasas de interés, que pasaron de un mínimo de 7 por ciento nominal a un máximo de 100 por ciento, eso provocó que las deudas bancarias, y de todo tipo, se volvieran impagables. Los adeudos totales se multiplicaron a niveles estratosféricos, la crisis y el colapso de los bancos fue inevitable.

La quiebra de los bancos era un grave problema, pero más lo era la quiebra del sistema de pagos del país, por ello fue necesario el rescate bancario con recursos fiscales, lo que hasta la fecha se conoce como Fobaproa, es cierto que en nuestros días esas deudas se siguen pagando.

Por aquellos años el sistema bancario mexicano era muy frágil, mucho más que hoy. Además de que los bancos estaban recientemente reprivatizados, no existían mecanismos como el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), los niveles de capitalización de la banca eran muy bajos, no había alertas tempranas de quiebra, y los mecanismos para el otorgamiento de créditos eran mucho más laxos, por llamarlos de alguna manera. En retrospectiva, no había manera de evitar la quiebra bancaria.

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Nuevos esquemas de reestructura de deudas bancarias

Los nuevos esquemas de reestructura de deudas bancarias podrían tener algunas de las siguientes consideraciones, de acuerdo con declaraciones de ejecutivos del sistema bancario que han realizado en días pasados en distintos medios, como Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM). De hecho, ya algunos bancos las han empezado a aplicar estas estrategias en la renegociación con sus clientes.

1) Alargar los plazos para el pago de capital e intereses: Se derivaría de la necesidad de darle más “oxígeno” a los deudores, incrementar el tiempo de vencimiento de las deudas, mientras mejora la situación económica. Este aumento del plazo dependerá de cada institución.

2) Renegociación de las tasas: Es muy probable que en cierto momento los bancos puedan renegociar la tasa de interés aplicable al crédito original, aunque también dependería de cada institución y del cliente de que se trate. La renegociación de la tasa, lógicamente por una menor, es un factor que no perjudicaría las finanzas bancarias en un entorno de réditos a la baja, como el actual.

3) Reducción de líneas de crédito no utilizadas: En caso de que algunos clientes tengan líneas de crédito que no hayan utilizado, los bancos podrían reducirlas o incluso cancelarlas temporalmente, a petición del cliente, para evitarle riesgos adicionales.

4) Cada caso es especial y así se tratará. Como señalamos líneas arriba, el escenario de hace 25 años y el de hoy es muy distinto. En 1995, los bancos ni siquiera tuvieron tiempo de intentar renegociar las deudas porque, en realidad no había nada que renegociar; el 99.99 por ciento eran impagables. Hoy, además de un escenario macroeconómico y bancario diferente, existen mecanismos bancarios para resolver en la medida de lo posible este problema. Cada cliente es diferente, tiene necesidades y problemas distintos, así será tratado de acuerdo a los ejecutivos del sistema.

5) Toda renegociación pasa por pagos, sí o sí: El dirigente de la ABM se refirió hace unos días al final del programa de apoyo sin cobro de capital e intereses a los deudores. Pero también señaló que, una vez finalizado el plazo, cualquier renegociación pasa por un esquema de pagos, sí o sí. Dicho en otras palabras, la fase de no cobrar capital e intereses ha llegado a su fin. Los bancos están dispuestos a renegociar, a ser flexibles, pero también tienen que empezar a recuperar los recursos que no han cobrado en estos meses, todo indica que ya no habrá nuevas prórrogas y que toda renegociación lleva como condición el reinicio de pagos de los créditos.

En los meses siguientes el sistema bancario deberá llevar a cabo una labor titánica para llegar a cifras que tarde o temprano conoceremos como: el nivel de morosidad, cartera vencida, etc. Pronto veremos los efectos causados por la pandemia y sus consecuencias económicas sobre los créditos y los bolsillos de las familias.

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