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Finanzas

ESPECIAL: A 10 años de la crisis financiera que cambió al mundo

13-09-2018, 1:00:03 PM Por:

El colapso del hoy desaparecido Lehman Brothers inauguró una era de crisis globales que muchos consideran no ha terminado; otros, sin embargo, señalan que se viven resabios del pasado pero que lo peor ya quedó atrás.

Era muy temprano, las seis de la mañana del 15 de septiembre de 2008, los recuerdos en los mercados financieros se agolpaban a solo unos días de conmemorar los primeros siete años de los atentados terroristas en Nueva York con sus devastadores efectos sobre las tasas de interés y el cúmulo de dinero que inyectó el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para contener un maremoto financiero que amenazaba con arrasar al planeta entero.

Al final la acción concertada de los bancos de las naciones industrializadas logró mantener a flote a las finanzas mundiales, aunque Estados Unidos quedó gravemente herido aquel 11 de septiembre de 2001 por sus miles de muertos, y por el impacto en sus finanzas.

Siete años después nadie imaginaba que faltaban solamente unos minutos para que iniciara otra tragedia, también de consecuencias devastadoras para el planeta.

En esa ocasión no cayeron las torres gemelas, de hecho, ningún edificio emblemático, para fortuna y memoria de las víctimas de aquel trágico 11 de septiembre de 2001, y para quienes entonces trabajaban en ellos.

Pero, quizás fue peor, excepto por las vidas que se perdieron años atrás, en esa ocasión se desplomó la economía del país más industrializado y con ella la del mundo entero.

Se inauguraba una era de crisis financieras globales, que sacudieron los cimientos económicos del mundo entero y en determinado momento hicieron temer una gran depresión similar a la de la década de los años veinte del siglo pasado.

El reloj avanzó, a las siete de la mañana de aquel 15 de septiembre de 2008 uno de los grandes orgullos de las finanzas estadounidenses y referente global se declaraba en quiebra, el nombre de Lehman Brotehrs estará unido para siempre a la tragedia financiera mundial más relevante por la que ha pasado el planeta después de aquel terrible 29 de octubre de 1929, el inicio de La Gran Depresión.

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Reuters.

Protestas por la quiebra de Lehman Brothers.

El contexto previo a la crisis global de 2008

Como señalamos, en 2001 tras los atentados a las Torres Gemelas, los bancos centrales de los países más industrializados del planeta adoptaron acciones encaminadas a contrarrestar la volatilidad financiera global que se desató y que amenazaba con colapsar los circuitos financieros globales.

Las acciones se centraron en dos grandes acciones: inundar de liquidez al mundo entero, la cantidad que fuera necesaria, y bajar las tasas de interés también al mínimo necesario, lo que pidieran los mercados globales.

En el primer caso jamás se supo el monto exacto de liquidez inyectada a los circuitos financieros del mundo, se habla de miles de millones de dólares provenientes especialmente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra, el Banco Central de Japón, el para entonces todavía joven Banco Central Europeo y otras instituciones que formaron un grupo compacto de bancos centrales que fueron los receptores de los primeros impactos de la inevitable volatilidad. Esos miles de millones de dólares se supone que le dieron con el tiempo la liquidez necesaria a los mercados financieros y los llevaron a la estabilidad.

En el segundo caso las cifras hablan con toda contundencia; de hecho, antes de la tragedia dl 11 de septiembre la Fed estaba concentrada en un ciclo de tasas de interés a la baja, que se profundizó con los atentados terroristas.

De esta manera, lo que inició con ajustes de un cuarto de punto porcentual, se duplicó a medio punto, de manera tal que previo a los atentados las tasas de la Fed estaban en 3.50 por ciento, mientras que año y medio después llegaron a un mínimo de 1.0 por ciento, para la época fue una tasa mínima histórica, impensable para los mercados, pero la Fed cumplió su palabra, bajaron las tasas lo necesario, lo que pidiera el mercado.

Las tasas empezaron a subir nuevamente un año después, en junio de 2004 salieron de ese mínimo histórico elevándose a 1.25 por ciento., la racha alcista se extendió hasta principios de 2007 cuando llegaron a niveles de 5.25 por ciento, para iniciar otro periodo de descensos.

La crisis financiera global inició con un nivel de tasas de la Fed en rangos de 2.0 por ciento, con muy poco margen para volver a bajar.

A la Fed se le pasó la mano: bancos poco regulados y el desastre llamado Fanie Mae y Freddie Mac

Esta volatilidad de los fondos federales reseñada previamente es para muchos analistas el germen de la crisis financiera global, combinada con una nula regulación de la operación crediticia bancaria en al menos la década previa.

Los expertos señalan que las instituciones bancarias fueron laxas en el otorgamiento de créditos y los reguladores del gobierno nunca hicieron nada; sin embargo, eso no fue lo peor, la inactividad regulatoria llegó al extremo de permitir a los bancos “bursatilizar” sus carteras y que éstas llegaran a las empresas hipotecarias de las estatales hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. Estas compañías también liberaron créditos a diestra y siniestra los años previos a la crisis gracias a sus inacabables líneas de crédito gubernamentales y su incesante endeudamiento, nadie vio lo que venía, o nadie quiso hacer nada.

Los créditos hipotecarios tanto en el sector privado como en el público no tenían el mínimo respaldo. En el sector privado las tasas a las que se prestó el dinero eran muy bajas, con el agravante de que la deuda se “pasó” a títulos de gran volatilidad debido a que las firmas hipotecarias vendieron la deuda a otros bancos, una bola de nieve que creció y creció; mientras tanto en el sector público nada estaba respaldado con nada, solo con deuda y más deuda, el colapso era inminente, las hipotecas basura estaban a punto de llevar a la mayor economía del mundo y también al planeta entero a un desastre.

Fannie Mae y Freddie Mac tuvieron que ser rescatadas por el gobierno estadounidense inyectándole recursos a ambas compañías por un total de 187 mil millones de dólares.

Para poner en contexto la cifra, podemos señalar que estos recursos equivalen a poco menos del monto máximo histórico que nuestro país ha acumulado en reservas internacionales; es decir, este rescate sería como vaciar de repente las arcas del Banco de México.

Tasas de interés muy bajas por demasiado tiempo, regulaciones gubernamentales laxas, gestión crediticia descarrilada en el sector bancario, y miopía general, llevaron al colapso financiero del mundo hace 10 años.

Especial

Crisis financiera

 

Lehman Brothers, la punta del iceberg

Este poderoso banco, orgullo de las finanzas estadounidenses fue fundado en el año 1850, cuando llegó la crisis de 2008 contaba nada más y nada menos que con más de 150 años de historia, 158 para ser exactos.

Aquella mañana en el 1271 de la 6ª avenida en Nueva York, muchos empleados ya no pudieron entrar, o lo hicieron solo para sacar sus cosas y esperar para saber por medio de los noticiarios lo que pasaría con el otrora poderoso imperio financiero fundado por Henry y Emmanuel Lehman en Montgomery, Alabama.

Pero Lehman Brotehrs solo fue la punta del iceberg, es cierto que su colapso dio paso a la crisis financiera global, fue el suceso que la oficializó, pero no sucedió de la noche a la mañana, meses antes se hablaba sobre su viabilidad y la de varios actores del sector bancario de ese país y de otras partes del mundo.

Se dice que unas horas antes del colapso, los principales ejecutivos del banco contactaron a altos funcionarios del gobierno estadounidense para intentar tender una red protectora; tarde, pero habían detectado lo que vendría, en efecto, era demasiado tarde.

El colapso fue inminente, antes de las siete de la mañana de aquel 15 de septiembre de 2008 esos mismos altos ejecutivos bancarios supieron que todo estaba perdido y declararon la bancarrota antes de que los mercados terminaran con lo poco que quedaba. Cuando llegó la bancarrota el banco tenía activos por 639 mil millones de dólares, pero debió reconocer pasivos por 613 mil millones de dólares. Se trata sí, de la mayor quiebra en la historia de Estados Unidos y del mundo entero, una lección de que los errores se pagan.

Los bancos del mundo entero debieron reconocer pérdidas o recibir multas por malos manejos por una cifra de hasta 370 mil millones de dólares.

No podríamos dejar de mencionar otra de las grandes victimas de la crisis subprime, el banco de inversión Bear Stearns, no con tantos años de historia, pero sí con una representatividad relevante en el momento del desastre.

Este banco de inversión de hecho colapsó antes del inicio de la parte más virulenta de la crisis, fue la alerta que nadie quiso escuchar: en marzo de ese 2008 el Banco de la Reserva Federal de Nueva York emitió de manera inédita un préstamo para estabilizar sus finanzas y tratar de salvar su operación, la emisión de deuda respaldada con activos, entre ellos muchas hipotecas, llevaron sus balances financieros prácticamente a la extinción. Al final, este banco fue vendido a JP Morgan Chase, unos meses antes del colapso de Lehman Brotehrs, hoy también ha desaparecido.

Especial.

Crisis financiera

El contagio global y el cero absoluto

Como señalamos, la crisis subprime derivó en una crisis financiera global sobre la que aún no hay consenso si ya terminó o todavía sigue.

Los bancos centrales d ellos países industrializados aplicaron la misma medicina a partir de la presente década en los mercados mundiales pero esta vez en cantidades industriales.

El Banco Central Europeo denominó a la inyección de dinero como “estímulos monetarios”, y los acaba de interrumpir este mismo año.

Pero quizás lo más representativo no sea la nuevamente desconocida cantidad total de dinero que los bancos centrales inyectaron a las finanzas mundiales, sino el movimiento de las tasas de interés, que ahora sí rompieron todos los mínimos imaginables y, como sabemos, llegaron al cero absoluto, e incluso a tasas negativas como en el caso de Japón.

Estados Unidos ya inició desde hace poco más de tres años el ajuste alcista de sus tasas de interés, luego de siete años de mantenerlas en el cero absoluto.

Sobre los efectos de lo anterior pocos se atreven a especular, es en realidad algo desconocido y por lo tanto solamente el paso de los años reflejará los resultados, para bien y para mal, sobre la economía global.

En tanto, luego de una era de volatilidad financiera global, con depreciaciones cambiarias, quiebras de empresas y gobiernos, exuberancia y desplome de precios como los de las materias primas y la reconfiguración del mapa corporativo del mundo con el nacimiento de nuevas compañías, muchas de ellas en el pujante sector tecnológico, la pregunta sigue, ¿el mundo salió o sigue dentro de aquella crisis iniciada una década antes?

Reuters

Protestas por la quiebra de Lehman Brothers.

Lo que se espera para los próximos años

No hay muchas expectativas de largo plazo, los más aventurados consideran que algunas de las causas que originaron la crisis subprime y como consecuencia la crisis financiera global, no están subsanadas, o lo hicieron a medias.

La regulación financiera en los países industrializados es un tema que sigue bajo la lupa y con intensas críticas, se habla mucho también del papel que juegan hoy día las calificadoras de valores, y del margen que tienen los bancos centrales para actuar en caso de nuevas crisis, sobre todo porque los mercados ya han recibido tratamientos en terapia intensiva, de los cuáles han reaccionado, pero no hay garantía de que lo vuelvan a superar.

El tema de las tasas es otro de gran debate; ¿tiene límite para bajar?, ya vimos que la respuesta es no, en Japón el banco central tiene en este momento tasas de interés negativas.

No hay límite, pero no se sabe si eso sea bueno o malo, ¿veremos en alguna ocasión tasas negativas generalizadas?, y si eso sucede, ¿qué efectos tendrá dicho fenómeno sobre el planeta?

Como ven, estamos ante un escenario desconocido, un mundo de incertidumbre.

Reuters

Protestas por la quiebra de Lehman Brothers.

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