El peso mexicano es un “paraíso cambiario” para los grandes capitales
Así funciona el mecanismo con el que grandes inversionistas obtienen ganancias con el peso y que en ningún otro lugar podrían conseguir.
El peso mexicano se acerca al piso psicológico de 19 unidades por dólar; dicen quienes saben que si rompe este nivel podría enfilarse a lo que llaman “el siguiente soporte”, que está ubicado en 18.80 pesos.
Los analistas técnicos consideran que si el peso toma fuerza y rompe el nivel de 18.80 unidades difícilmente se detendría hasta no ver los 18.50 y 18.30 pesos.
Todo es, desde luego, una especulación porque, como sabemos, en un instante todo se puede modificar.
Pero los mismos expertos señalan que el peso empezó el año 2023 tal como terminó el otro periodo: con una fortaleza incluso mayor.
Varios son los factores que se han señalado en diversas ocasiones para explicar este peso “fortachón”, se ha señalado cómo el contexto global tiene todo que ver con la fortaleza cambiaria en nuestro país, aderezado con algunos factores internos.
No hay otra forma de explicar que justo en el día en el que el Banco Mundial recorta su expectativa del PIB de México a menos de 1 por ciento, resulta que el peso se acerca a las 19 unidades.
Un factor podría ser la cumbre de líderes de América del Norte, que se llevó a cabo en nuestro país. Sin embargo, más allá de una agenda previa que con el tiempo reflejará o no resultados, lo cierto es que tampoco se realizó algún anuncio espectacular.
Trading y arbitraje, la clave
México, y específicamente su moneda, están en una situación no vista en décadas.
Pero no es porque el tipo de cambio esté descontando algún factor económico positivo, definitivamente no.
De hecho, podemos decir que México ha retrocedido décadas en este aspecto, ya que aquellos capitales foráneos, golondrinos; esos que tanto han hecho daño según la ideología del gobierno en funciones, vive en un auténtico “paraíso cambiario”
El mecanismo con el que funciona este paraíso se llama “arbitraje cambiario”.
Y todo se lleva a cabo en el “trading”, otro anglicismo del argot financiero que no es otra cosa que las operaciones en los mercados.
Estas dos palabras o frases: trading y arbitraje cambiario, son la clave de que el peso esté “fortachón”, y muy probablemente así seguirá, si el escenario no se modifica.
El mecanismo para ganar con el peso
La primera de las “anclas” para los inversionistas está en las tasas de interés; como sabemos hoy día México, mejor dicho los mercados mexicanos, ofrecen aproximadamente 600 puntos base adicionales a los que se pagan en Estados Unidos. Equivalente a 6 por ciento. Una tasa de 10.5 por ciento contra una de 4.5 por ciento. Es un gran premio, no como el de otras épocas, pero imposible de desdeñar.
Pero la llegada de los capitales foráneos en operaciones de arbitraje mediante el trading del día a día, provocan la apreciación del peso, lo que hemos visto por varios meses y que se toma como un éxito de la gestión gubernamental.
Esta apreciación significa un beneficio para el país sin duda alguna, pero también para los capitales foráneos.
Trataré de explicar de la forma más sencilla y con números lo que sucede.
El mecanismo funciona así: digamos que un fondo de inversión decide destinar a los mercados mexicanos 1 millón de dólares el último día del año pasado, para celebrar el año nuevo con expectativa de buenos rendimientos. Vende esa cantidad de dólares en México y los pesos obtenidos los invierte desde luego en el mercado local.
- Ese millón de dólares se convierte en 19.47 millones de pesos, más o menos al tipo de cambio de ese día.
- En su país de origen, ese millón de dólares ganaría un 4.5% anual si bien le va.
- En México, ese millón de dólares convertido a pesos gana 10.5% anual.
Hasta ahí tenemos una inversión exitosa con un beneficio de más o menos 600 puntos base para el inversionista. Equivalente a 6 por ciento. Cualquiera que quiera ver crecer si dinero estará más que feliz con esta operación.
Pero resulta que ese inversionista recibe una buena noticia adicional: sucede que el tipo de cambio que utilizó el último día de 2022 para pasar sus dólares a pesos ya no está vigente, en su lugar hay uno más bajo, entonces decidió “cortar” su inversión y le ofrecen un tipo de cambio de 19.06 pesos; es decir tendrá que pagar 19.06 millones de pesos por su millón de dólares.
Entonces además de un rendimiento en tasa de interés tiene lo que se llama un “beneficio financiero” de más o menos 38,000 pesos.
Este beneficio se puede representar en tasa de interés.
- La apreciación del peso entre 19.47 y 19.06 pesos es de 2.15 por ciento.
- Entonces resulta que ese inversionista no obtuvo un rendimiento de 600 puntos base, o bien de 6 por ciento.
- En realidad, su rendimiento fue de 815 puntos base o bien de 8.15 por ciento.
- Es decir, 600 puntos base de la inversión financiera en pesos, más 215 puntos base del rendimiento generado por la apreciación cambiaría.
¿Ve usted por qué los inversionistas foráneos están “que saltan de gusto”? En ningún mercado industrializado obtendrían un rendimiento como el anterior, en ninguno.
Pero todavía hay más.
Suponga que ese mismo inversionista decide cortar su inversión hasta el día 20 de este mes, y que para entonces el peso, entre alzas y bajas, refleja la misma apreciación, es decir 2.15 por ciento.
En este caso, el inversionista gana igual un rendimiento de 10.5 por ciento anual, más un beneficio cambiario de 4.3 por ciento porque el beneficio fue por 20 días y no por 10 como en el ejemplo anterior.
Para no entrar en más detalles técnicos amable lector, la tasa de apreciación del peso es hoy tan importante que, si un capitalista deja su inversión todo el año y al cierre de 2023 se mantiene la misma apreciación, el beneficio sería de doble dígito.
Los capitales foráneos están hoy en un auténtico “paraíso cambiario”. La estabilidad del peso y su eventual fortaleza es una buena noticia; de hecho, una muy buena noticia, gana la economía mexicana y ganan los inversionistas, es el mundo ideal.
La pregunta es: ¿hasta cuándo?
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