Así impactará el alza de tasas en EU al mercado crediticio mexicano

El incremento de las tasas de interés en Estados Unidos sí tiene un impacto en la economía mexicana, tanto a nivel macroeconómico, como individualmente, ya sea persona física o moral.

Más allá, posiblemente las tasas, definidas por el banco central estadounidense, sigan al alza en los próximos meses, por lo tanto, es previsible que también en México haya consecuencias, además de las consabidas recomendaciones en el sentido de vigilar el nivel de crédito que se adquiere para no exceder los presupuestos destinados al pago de los préstamos, y de esta manera evitar en la medida de lo posible incurrir en falta de pago, o peor aún, en mora.

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También debemos mencionar qué tan sensibles son a esta tendencia los diferentes productos y/o servicios financieros que utilizamos el común de los mexicanos.  

Mercado crediticio

• Tarjeta de crédito

Este producto bancario es el más sensible al movimiento de tasas de interés, en este caso la tendencia alcista, debido a las nulas garantías con las que cuentan los bancos y las instituciones en general para otorgar este tipo de préstamos, eso lo hace un crédito caro y volátil.

De entrada, existe el llamado margen financiero (diferencia entre costo del dinero de los bancos y la tasa a la que prestan a los clientes), que por lo general es de doble dígito.

En México el margen financiero de una tarjeta de crédito se ubica en niveles aproximados de 20 puntos porcentuales, con lo que el costo total no baja de 35 por ciento.

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En México el margen financiero de una tarjeta de crédito se ubica en niveles aproximados de 20 puntos porcentuales.

Por todo lo anterior, este crédito es el que más debe cuidarse por parte de los usuarios, considerando su elevada volatilidad y la total posibilidad de que sigan al alza en los próximos meses, en ruta con las tasas de interés tanto de México como de Estados Unidos 

• Préstamos personales

Otro crédito volátil, con pocas garantías para los bancos, las tasas son muy altas incluso superiores a las de las tarjetas bancarias, aunque por lo general los montos que se ofrecen son pequeños.

No obstante, es un hecho que para los meses siguientes los costos de los préstamos personales se mantengan bajo presión, con alzas menores a los de las tarjetas de crédito, pero superiores a los de otros productos financieros. Dependiendo de la institución, un crédito personal ronda niveles mínimos de 50% y hasta casi 90%.

Este tipo de crédito tiene por lo general una tasa fija, aunque de poco sirve con ese costo tan elevado.

• Créditos a empresas (grandes, pequeñas y medianas)

Los préstamos a las empresas también sufrirán alzas en los siguientes meses, a causa de la volatilidad en los mercados de dinero. Es factible que los préstamos empresariales suban entre 0.5 y 1 punto porcentual, en un promedio del sistema.

Lo anterior ya es significativo con solo mencionar la cifra, pero toma mayor relevancia cuando se menciona que los préstamos a empresas tienen por lo general montos representativos, muchos de ellos de varios millones de pesos.

No sobra decir el impacto que sobre las finanzas empresariales causa un aumento de los costos crediticios: menor liquidez, evolución de proyectos más lenta o de plano cancelación de los mismos, etc.

• Crédito automotriz

Este préstamo es por lo general de largo plazo, muy enfocado a personas físicas. Podemos esperar un aumento relativamente moderado para los meses siguientes, aunque siempre impactará por pequeño que sea.

La clave en este segmento del mercado crediticio es no tomar esquemas de crédito que pudieran vulnerar las finanzas del cliente, concentrarse mucho en tasas de interés fijas, conociendo de antemano el costo del préstamo mes con mes, para poder efectuar una adecuada planeación financiera. 

• Crédito hipotecario

El préstamo de largo plazo por excelencia, eso le permite reaccionar con más lentitud a la tendencia alcista de tasas de interés, pero invariablemente suben.

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La clave en este tipo de préstamos consiste en amarrar un esquema de tasa fija por todo el crédito.

Igual que en el caso anterior, la clave en este tipo de préstamos consiste en amarrar un esquema de tasa fija por todo el crédito, de manera que siempre se pague lo mismo, a lo largo de los años. 

Inversiones

• Bancarias (PRLV)

Los clásicos Pagarés con Rendimiento Liquidable al Vencimiento (PRLV) se mantienen como una de las fuentes más utilizadas de las inversiones de menudeo en el mercado mexicano, nos guste o no.

Como sabemos, por lo general pagan una tasa muy baja, ínfima en muchos casos, pero los bajos niveles de cultura financiera en el país los mantienen como una de las herramientas de inversión que más utilizan los mexicanos.

Por todo lo anterior, a pesar de la racha alcista de las tasas de interés, es poco probable que se registre un aumento considerable en las tasas que pagan los bancos por este tipo de inversiones, posiblemente no siquiera suban, y si lo hacen será algunas décimas. En este mercado se observan tasas desde 1.20 por ciento y hasta 4 o 5 por ciento, no más.

• Fondos

Es quizás la mejor opción de inversión, aunque deben existir conocimientos básicos entre quienes la utilizan; sin embargo, un inversionista común también puede acceder a este mercado sin necesidad de ser experto, acercándose a quienes conocen.

Por sus características, entre las cuáles los recursos se invierten día a día en los mercados aún y cuando las inversiones para los clientes tengan un lazo determinado en algunos casos, es más factible que los fondos de inversión aprovechan el alza de las tasas de interés y paguen a los clientes un mejor rendimiento que otras opciones.

Sin embargo, es una opción poco utilizada respecto al potencial de inversión que tiene el mercado mexicano en general.

• Afores

En primera instancia los fondos de inversión de las Afores reaccionan a un incremento de tasas con rendimientos negativos para los usuarios debido a que las inversiones están realizadas en el largo plazo, pero se hacen valuaciones diarias. Eso es motivo de desánimo para muchos inversionistas.

Sin embargo, con el tiempo este retroceso de beneficios se revierte y se incrementan los rendimientos.

Lamentablemente, por un lado, y afortunadamente por el otro, todo esto sucede en un horizonte muy amplio de tiempo; por lo tanto, los inversionistas, básicamente trabajadores mexicanos que ahorran para su retiro, no tienen control sobre estas inversiones.

Antonio Sandoval