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Finanzas

Así es el panorama de la inversión en salud y bienestar en México

23-05-2019, 6:00:46 AM Por:
© Depositphotos

Parece que México tendrá que transitar un camino de varios años para alcanzar los niveles de inversión en salud y bienestar de países industrializados

La reciente renuncia del director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), German Martínez Cázares, pero sobre todo la denuncia que hizo respecto a los bajos niveles de inversión en la institución y el riesgo que existe de colapso, permite generar un entorno de pesimismo respecto a los niveles de bienestar que tiene el país actualmente y los que tendría para los próximos años, sobre todo, porque se aspira a un modelo de bienestar como el que se observa en los países nórdicos (Finlandia, Dinamarca y Suecia, básicamente), en esta materia.

El problema es que estos países antes señalados han requerido muchos años, décadas de inversión pública y en niveles mucho muy arriba de lo que estamos acostumbrados; en los países nórdicos existe una especie de “círculo virtuoso” que primero que nada genera riqueza y después esos recursos se invierten en niveles muy elevados, para el bienestar de la población.

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Dicho así suena muy fácil, pero es resultado de una larga historia de hacer las cosas bien, de mantener una coherencia de políticas públicas por muchas décadas y de cumplir los objetivos que se fijaron también años atrás.

Aquí están algunas cifras que muestran el por qué el sistema de salud y el bienestar tipo nórdico que se promete para México será una realidad que se cristalizará dentro de muchos años, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.

Secretaria de Hacienda y Germán Martínez
Especial

Inversión en gasto social

México se encuentra en la retaguardia de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto a inversión para gasto social se refiere, respecto al primer sitio la diferencia es abismal, lo que significa que el país tiene mucho camino por andar, si no lo hace, ese nivel de bienestar prometido tardará mucho más en llegar.

De acuerdo con cifras de la propia OCDE, Francia es el país que mayor inversión en gasto social (jubilaciones, salud, empleo y familia), destina como proporción de su Producto Interno Bruto (PIB), el país galo destinó el año pasado 31.2 por ciento de su PIB al gasto público, le siguió Bélgica con 28.9 por ciento y el tercer sitio lo ocupó justamente uno de los mencionados países nórdicos, Finlandia, con 28.7 por ciento.

Dos naciones latinoamericanas ocupan el penúltimo y último sitio: Chile destina 10.9 por ciento de su PIB al gasto social y México apenas 7.5 por ciento. Visto así, el gasto social que destina el primer lugar de la OCDE es 4.16 veces mayor al que destina el último sitio.

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Inversión en sector salud

Al revisar las inversiones que cada país miembro de la OCDE realiza específicamente en el sector salud las cifras también dejan mal parado a nuestro país, que una vez más vuelve a ocupar el último sitio en el ranking. Así, mientras que el promedio de inversión en este sector es de 9.8 por ciento para los países miembros del organismo, en nuestro país el porcentaje de inversión es de 5.8 del PIB.

Aunque la diferencia pudiera no parecer demasiado con respecto al gasto social total que cada país ejerce como porcentaje de su PIB, es importante señalar que no es lo mismo el sector salud de un país industrializado a uno que está en vías de desarrollo. De hecho, la inversión en el sector salud de un país subdesarrollado como México, debería ser el doble del promedio de la OCDE, para abatir el rezago en el corto plazo.

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El problema sí es de recursos

En medio del júbilo desbordado por la victoria histórica del 2000 con la que “sacó al PRI de Los Pinos”, el entonces ganador de las elecciones de ese año, Vicente Fox Quesada, recibió una advertencia del gobierno que iba de salida, le dijeron que el problema es que no alcanzaba para todo y para todos, que un alto porcentaje del presupuesto ya estaba etiquetado, es decir, ya estaba destinado a un gasto específico y en caso de no ejercerlo así se desataría una grave crisis. Fue cierto.

México tiene un problema crónico de falta de recursos, debido a que cuenta con una enorme economía informal que en su inmensa mayoría no aporta recursos vía impuestos. Al ser los recursos tan escasos, la única forma de tratar de cumplir con todo y todos es reorientándolo, ajustando de un lado o como dicen: “tapando un hoyo y destapando otro”. El problema es elegir lo que sí debe sacrificarse para ser reorientado a otros propósitos y qué no. Es muy notorio que el gasto social y concretamente el gasto en salud, difícilmente puede modificarse, si cuando se destina todo es insuficiente ajustándolo puede llevar a problemas y rezagos mayores.

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