Ante desplome del peso, La Fed puede entrar al rescate

Ayer jueves el peso mexicano volvió a registrar otro mínimo histórico en su cotización frente a la moneda estadounidense (máximo para el dólar): la llamada paridad interbancaria cerró en 24.42 pesos por dólar.

Con este cierre, la divisa mexicana acumula una depreciación de 29.3 por ciento en lo que va del año, la mayor parte de dicha disminución se registra en las dos semanas recientes, cuanto arreció la crisis que ha sacudido al planeta entero y desde luego a los mercados.

En estas condiciones, la volatilidad financiera es extrema y el mejor ejemplo es lo que le sucede a la moneda mexicana, que borró en unos días todo un periodo de estabilidad e incluso de apreciación.

La depreciación de la moneda mexicana es 7.25 veces la expectativa máxima de inflación para este 2020, ubicada en 4 por ciento, esta es una forma de medir la magnitud de la crisis que viven los mercados y las divisas especialmente, el castigo a la moneda nacional es excesivo, por un lado, pero demuestra la incertidumbre que golpea con todo a los mercados del mundo.

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Con una depreciación de casi 30 por ciento en menos de 3 meses, los indicadores técnicos dirían que ha sido suficiente la caída del peso y que, si bien no regresará fácilmente a los niveles antes de la crisis, bien podría estabilizarse en los próximos meses.

Pero estamos frente a una crisis no vista en muchas décadas, su origen no es financiero ni económico, aunque al final del día impacta en estos dos rubros de una manera rotunda.

Dada la magnitud de la crisis, pero sobre todo de lo impredecible que resulta, en un contexto en el que los escenarios sirven de poco o de nada en este momento, se ha tendido ya una red protectora para el peso y otras monedas del mundo, un frente de batalla que en el caso de nuestra moneda representa una cifra jamás vista en la historia del país.

Con todo, la intención no es evitar la depreciación del peso, quizás sí evitar que esta sea todavía más profunda, pero el gran objetivo es que la caída del peso sea más ordenada, o de lo contrario el desplome de la moneda provocará un colapso económico que llevaría a una caída mayor del PIB.

Mecanismo inédito sólo en lo operativo

En este escenario, el frente monetario de batalla del peso representa un monto de 305 mil millones de dólares, con un factor que solamente se vio hace 12 años en la crisis hipotecaria, el apoyo directo y sin restricciones más que de cifras por parte de la Fed para el peso mexicano.

Este monto de apoyo monetario para el peso se compone de 184 mil millones de dólares en reservas monetarias del Banco de México (Banxico), 61 mil millones de dólares de la Línea de Crédito Flexible (LCF) vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un mecanismo de apoyo que diseñó el Banco de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, por 60 mil millones de dólares.

Este mecanismo de apoyo mediante operaciones de intercambio o swap entre el Banxico y la Fed, llegado el momento abriría otro frente de apoyo para la defensa del peso.

Es decir, en esta crisis llena de situaciones inéditas, podríamos ver algo jamás observado al menos no en lo público, la intervención directa en los mercados por parte de la Fed de Estados Unidos en apoyo del peso mexicano.

El mecanismo no es inédito en su concepción, fue diseñado entre 2008 y 2009 con otra grave crisis, pero hasta ahora no ha sido necesaria su operación.

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Ojalá no sea esta la primera ocasión que se activa porque eso significaría que el peso ha sido sometido a una especulación brutal, sin sentido, pero que sacudiría los cimientos de la economía mexicana mucho más de lo que ya han sido sacudidos en estas semanas.

Por lo pronto, hay 305 mil millones de dólares disponibles para la defensa del peso en los próximos meses, el rumbo de la moneda mexicana es incierto, como lo es el del resto de la economía del planeta.

Antonio Sandoval