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Finanzas Personales

¿Son confiables las apps para invertir el aguinaldo?

07-12-2020, 6:15:20 AM Por:
© Depositphotos

La modernidad y la pandemia trajo consigo también nuevas formas de invertir, sólo es cuestión de que se informe adecuadamente.

Llegó diciembre y en este mes, a una buena parte de los trabajadores mexicanos se les otorga el aguinaldo. Aunque desde hace algunos años a otra parte de los trabajadores mexicanos (la burocracia) les pagan la mitad en la primera quincena de noviembre para que tengan la liquidez necesaria en el “Buen Fin”.

Una de las disyuntivas es si debemos ahorrar o gastar este dinero extra. Los expertos en finanzas personales aconsejan ahorrar al menos una parte, pero todo depende de las necesidades familiares, especialmente en un año tan complicado como el que se enfila a su última quincena.

Ahorrar los recursos tiene a su vez dos disyuntivas, mantenerlos en nuestra cuenta de débito disponibles para cuando sea necesario ejercer gasto, o bien buscar alguna opción de inversión.

Elegir la opción de inversión igualmente nos representa algunos retos; la premisa básica es elegir seguridad antes que rentabilidad, considerando que son recursos extraordinarios que, por lo general, invertimos para que no pierda valor monetario y que serán utilizados en algún momento según lo requiera la economía familiar. Es decir, también deben estar disponibles, líquidos en el momento en el que se requieran.

La modernidad también pone a disposición nuevas formas de inversión, pero junto con ello se incrementan los retos y los riesgos para nuestro dinero. Hagamos un breve recuento de algunas opciones digitales o aplicaciones (apps) para invertir, y cuáles son las claves para evaluar o decidir invertir por medio de estos mecanismos. La idea no es decir si son malas o buenas, o si incluso son fraudulentas, eso le toca a la autoridad, lo que buscamos es darle los elementos necesarios para que se forme criterios que le permitan tomar decisiones. Un punto fundamental es la Ley Fintech, vigente en nuestro país desde marzo de 2018 y que, desafortunadamente, es poco conocida entre la población en general.

1. Apps de Forex, el riesgo inicial es suyo, el de en medio también y el del final igualmente

Estas aplicaciones son toda una revolución, como todas, en los mercados financieros, hoy usted puede invertir sus recursos en la moneda que mejor le parezca, a la hora que quiera y el día que guste, es un mercado de 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Muchas apps de Forex, por no decir todas, destacan el enorme potencial de rentabilidad que tiene el mercado, y que además hoy se puede acceder al mismo con muy poco dinero (algunas aceptan hasta 20 dólares de inversión inicial). Muchas apps están llenas de historias de éxito financiero de corto plazo. Posiblemente sea cierto lo que dicen, es muy probable que algún mortal se hizo millonario por medio de alguna de estas aplicaciones, pero también es muy seguro que los 7 mil 999 millones de seres humanos restantes, o unos cuantos menos, no tuvieron la misma suerte.

En las apps de Forex y en el mercado en general el riesgo inicial de la inversión es del inversionista, el riesgo de enmedio, es decir una vez que está la inversión vigente, también es del inversionista original, y el riesgo final igualmente. El riesgo total es de quien invierte, las apps tienen métricas, análisis para principiantes y grandes expertos, tendencias históricas, y todo lo que se le pueda ocurrir, pero no se hacen responsables de sus inversiones. De hecho, el mercado Forex es el más riesgoso del mundo, con elevado potencial de rendimiento sin duda alguna, pero también con riesgos monumentales. Si por alguna razón usted desea arriesgarse, verifique que la app elegida esté regulada en el mercado mexicano, más abajo le explicamos cómo.

2. Compra de “cachitos” de tiburones bursátiles

Algunas Fintech también ofrecen invertir los recursos que captan en la compra de “cachitos” de grandes corporaciones globales líderes en los mercados de valores del mundo, especialmente en el de Estados Unidos, estas empresas reúnen los recursos de las personas y generan una especie de “fondo de inversión” por medio del cual participan en este mercado.

Otra vez, este tipo de inversiones son de renta variable, de riesgo elevado por más que se diga lo contrario. Es cierto que todo dependerá del desempeño de las acciones en los mercados bursátiles y que, por lo general, este tipo de inversiones se hacen con una perspectiva de largo plazo, pero el riesgo es de quien invierte.

Este tipo de inversiones deben ser realizadas por alguna empresa que tenga la autorización respectiva bajo el amparo de la ley Fintech, Si no es así, entonces el aguinaldo puede estar en riesgo, todo un año de trabajo.

3. Criptomonedas, la incertidumbre al máximo

Si el mercado Forex es volátil e incierto y los “fondos de inversión” para comprar “cachitos” de tiburones también lo son, no se comparan con el mercado de las criptomonedas, hoy altamente volátil, muy riesgoso y tampoco barato a menos que se quiera invertir en una criptomoneda desconocida, lo que eleva el riesgo exponencialmente.

El bitcoin, la criptomoneda más popular del mundo es un monumento a la volatilidad financiera, vea usted: en septiembre de 2017 cotizaba en 13,800 dolares, para el 3 de marzo del año inmediato había caído a 6,500, en diciembre de ese mismo año ya estaba en 3,830 unidades, para mediados del año pasado cotizaba en 10 mil dólares, pero en marzo de este año se desplomó a 3,800 dólares, de ahí se catapultó con una fuerza inusitada hasta los 19,700 dólares y al momento de escribir estas líneas cotiza en 19,200 dolares,  ¿qué opinan los analistas de este mercado?, aplican la técnica del actor de comedia mexicano ‘Capulina’: No lo sé, puede ser, a la mejor, quien sabe, cuando se trata de decirle al cliente si el Bitcoin seguirá su racha alcista hasta los 20 mil dólares y más allá, o se volverá a desplomar. Apps para inversión en bitcoin y otras criptomonedas pululan en México y en el mundo, pero el riesgo es de quien invierte.

Con lo anterior no queremos decir que no haya oportunidades en estas relativamente novedosas opciones de inversión, lo que alertamos es de los riesgos que existen y que invariablemente el riesgo siempre le acompañará. Es muy atractivo invertir en cualquier divisa, acción o bolsa del mundo desde la comodidad de su hogar y con sólo apretar un botón, pero es importante conocer los riesgos. Antes de decidir, existen dos aspectos más que debe conocer: las apps de las instituciones bancarias para inversión también existen, la Ley Fintech.

4. Apps bancarias

Las apps de las instituciones bancarias “tradicionales” también existen, en éstas puede encontrar otras opciones de inversión quizás con riesgos acotados cuando menos con la indudable regulación a la que están sujetas, son sólo un “brazo tecnológico” de los corporativos.

Acercarse a ellas sería una buena opción, sólo que los inversionistas también tienen el poder de decidir, si su banco quiere darle un 1.35 por ciento de interés (tasa promedio actual), por invertir sus recursos en los tradicionales y para estas fechas nada rentables PRLVs (Pagarés con Rendimiento Liquidable al Vencimiento), que al final le van a pagar incluso tasa real negativa, exija a su asesor financiero que haga su trabajo y que busque opciones de rentabilidad para sus inversiones dentro de la institución; no necesitan buscar ni esforzarse mucho, la mayoría de los bancos precisamente ante la fuerte competencia de las apps también cuentan con fondos de inversión en los que aceptan montos bajos, y pagan mejores rendimientos.

Ley Fintech

Esta ley fue promulgada en marzo de 2018 y tiene como propósito regular la accesibilidad de los servicios y productos financieros que ofrecen las empresas tecnológicas dentro del mercado financiero mexicano.

Se enfoca básicamente a regular los pagos electrónicos, el financiamiento colectivo o crowdfunding y los activos virtuales, dentro del país; además de todos aquellos que no están avalados por entidades financieras reguladas, como son las criptomonedas.

Tres tipos de empresas tecnológico-financieras (Fintech) son reguladas por esta ley: Las instituciones de financiamiento colectivo o crowdfunding, que ofrecen a partir de plataformas el contacto con posibles inversionistas que estén interesados en el proyecto que se propone. Las instituciones de fondos de pago electrónico que desarrollan sistemas electrónicos. Se crea a partir de la regulación un registro o cuenta electrónica a nombre de los clientes, en las que se reconoce el dinero que los propios clientes depositan o reciben de terceros, actualizan en tiempo real esas cuentas para reconocer los cargos, abonos, e incluso los cambios de divisa o criptomonedas que los clientes hayan autorizado de las mismas.

También, a las empresas que quieren ofrecer servicios financieros que requieran autorización cuando se ofrecen a través de las nuevas tecnologías, para lo cual deben presentar previamente a las autoridades financieras mexicanas su modelo de negocio, incluyendo una lista de las reglas propias del sector financiero tradicional que le dificultan al nuevo organismo ofrecer esos servicios.

Las Fintech en Latinoamérica, inmunes al coronavirus (por ahora)

La clave

Hasta el 25 de septiembre de 2019 las empresas interesadas en el mercado mexicano pudieron presentar su solicitud para seguir operando como Fintech. Es decir, la Comisión Bancaria y de Valores (CNBV) otorgó este tiempo para que las empresas se pusieran al día. Si usted desea tomar la opción de invertir en este mercado, el de las apps, pida a la compañía de que se trate su estatus con base en la Ley Fintech.

¿Y si está en trámite su autorización?

Por ley, todas las empresas que hayan tramitado su autorización para operar como Fintech en el mercado mexicano y no se les haya otorgado por la razón que sea, deberán poner en un lugar ampliamente visible de su sitio web el aviso de que su proceso de autorización está en trámite y también tienen que informar a sus clientes vigentes y potenciales.

Tome la decisión que mejor le parezca y convenga a sus intereses, pero nunca olvida la premisa fundamental: debe ser una decisión informada.

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