FGR impugna prisión domiciliaria de Miguel Ángel Félix Gallardo
El narcotraficante, de 76 años, tendrá que esperar la resolución de otro órgano jurisdiccional para concretar su salida del penal de Puente Grande en Jalisco.
La Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la prisión domiciliaria concedida por un juzgado federal al narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, por lo que su salida del penal de Puente Grande, en el estado de Jalisco, no podrá concretarse de manera inmediata.
Fuentes de la FGR aseguraron a la prensa que la apelación en contra del beneficio concedido al capo se interpuso desde la semana pasada, por lo que será hasta que se resuelva dicho recurso cuando se defina si, en su caso, se ratifica que el sentenciado puede permanecer en su domicilio, utilizando además un brazalete localizador.
El lunes se informó que el Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México aceptó que Félix Gallardo purgara su condena en un domicilio, para lo que tenía contratar -a su costa- el servicio de un brazalete localizador.
Al respecto, José Antonio Pérez Juárez, director general de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad del estado de Jalisco, detalló que esa institución tenía previsto que el delincuente saliera del penal de Puente Grande el próximo miércoles. No obstante, todo dependerá de lo que se determine tras la apelación de la FGR.
Sentencias de por vida
El narcotraficante, de 76 años, está sentenciado a 37 años de prisión por el homicidio del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena Salazar, además de que tiene otra condena previa -de 40 años de reclusión- por cohecho, acopio de armas y delitos contra la salud (narcotráfico).
La prisión domiciliaria concedida se refiere a esta última sentencia, por lo que la FGR considera que, además del Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México, otro órgano jurisdiccional también debería pronunciarse sobre el mismo beneficio en el caso de la sentencia de 37 años por el caso Camarena Salazar.
Sin embargo, Miguel Ángel Félix Gallardo no está cumpliendo las sentencias al mismo tiempo, sino que -cuando concluya la primera condena de 40 años- iniciaría la otra de 37 años de prisión.
Es decir, considerando que el capo está detenido desde 1989, en el año 2029 terminaría la primera sentencia por narcotráfico, e iniciaría la segunda por el homicidio de Enrique Camarena, para concluir en el año 2066.
Félix Gallardo fue detenido en abril de 1989, cuatro años después de que se registró el secuestro y homicidio de Enrique Camarena Salazar, un agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) que investigaba al hoy desaparecido cartel de Guadalajara.
Esa organización delictiva fue fundada por el mismo Félix Gallardo y por Rafael Caro Quintero, quienes se dedicaban al trasiego de droga entre México y Estados Unidos.
En 2021, en una entrevista que le realizó la televisora Telemundo, Félix Gallardo se quejó de padecer varias enfermedades. De hecho, en julio pasado, el capo fue trasladado de Puente Grande al Hospital Civil de Guadalajara, debido a que presentó problemas oculares con peligro de perder la vista.
Según las autoridades penitenciarias de Jalisco, el narcotraficante no tiene visión en un ojo, y tampoco escucha con un oído, además que ha padecido enfermedades estomacales, y ha perdido la movilidad, por lo que se traslada al interior del penal en una silla de ruedas.
Comercio de cocaína
En 2021, Félix Gallardo promovió un amparo directo en contra de la sentencia de 40 años de prisión por cohecho, acopio de armas y delitos contra la salud, el cual le fue negado por el Segundo Tribunal Colegiado en materia Penal de la Ciudad de México.
En ese fallo, se detalla que al reo le fue decomisada una aeronave con la que introducía a México cocaína proveniente de Colombia, para luego trasladarla a Estados Unidos. Concretamente se le acusó de comerciar de manera ilegal aproximadamente 16 toneladas de cocaína a partir de 1984.
Para negarle el amparo, el Tribunal Colegiado consideró, entre otros elementos, una confesión hecha por Miguel Ángel Félix Gallardo, en la que este admitió dedicarse al comercio ilícito de estupefacientes.
“Durante el periodo comprendido entre los años de mil novecientos setenta y siete, y mil novecientos ochenta y cuatro, se dedicó a actividades ilícitas como la introducción ilegal de cocaína al país, así como a la preparación de la salida de la misma droga, con destino a los Estados Unidos”, refiere la sentencia que le negó el amparo.
Al comparecer ante el agente del Ministerio Público Federal el 10 de abril de 1989, añade el documento, el hoy sentenciado ratificó esa declaración en todas y cada una de sus partes. No obstante, en su demanda de amparo, el sentenciado argumentó que había sufrido tortura y malos tratos, por lo que pretendía desistirse de dicha confesión.
Al respecto, el Segundo Tribunal Colegiado en materia Penal de la Ciudad de México solo le notificó a Miguel Ángel Félix Gallardo que era el Ministerio Público el que debía investigar los presuntos hechos de tortura y coacción, aunque esto último no ameritó que se modificara su sentencia.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.