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Educación

Estos son los riesgos de eliminar el examen Comipems

18-07-2024, 4:54:24 PM Por:
Estos son los riesgos de eliminar el examen Comipems
© Depositphotos

Al eliminarse la prueba Comipems sin proponer una política alternativa, las solicitudes de ingreso aumentarán en la UNAM y el IPN.

La desaparición del examen Comipems, anunciada el pasado 4 de julio por quien será el próximo secretario de Educación Pública, Mario Delgado, es una medida que requiere una evaluación previa, considerando los beneficios que hasta ahora ha tenido este mecanismo, pues al eliminarse se corre el riesgo de afectar el derecho a la educación de los jóvenes y adolescentes del centro del país.

La prueba que aplica la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) ha servido -desde 1996- para distribuir, de manera equitativa, los lugares disponibles para estudiar el bachillerato, ya que los planteles tienen limitaciones presupuestarias y de infraestructura.

“No siempre están asegurados todos los espacios”, además de que existe una percepción específica sobre la calidad de las escuelas, dijo a ALTO NIVEL Alejandra Arvizu Fernández, directora de Monitoreo de Políticas Educativas de la organización Mexicanos Primero.

Las percepciones y deseos de las personas juegan un papel importante, “las familias prefieren escuelas que consideran mejores”, es un tema de “cómo percibe la gente la calidad de las escuelas”, las cuales principalmente se concentran en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Deben proponerse alternativas

Con el examen Comipems, que se aplica solo en el área metropolitana de la Ciudad de México, los aspirantes son seleccionados con base en la calificación que los jóvenes obtienen, lo que permite que sean pocos los solicitantes que se quedan sin entrar a la educación media superior.

De acuerdo con datos de la misma Comisión, alrededor del 30% de los aspirantes es admitido en el plantel que el mismo estudiante señala como primera opción, mientras que el 70% obtiene espacio en alguna de sus primeras cinco opciones.

Esto hace posible que no haya rechazados, según la Comisión, aunque es la calificación que se obtiene en la prueba la que determina acceder a las opciones preferidas por el solicitante.

Es decir, quienes no entran al bachillerato es porque no lograron la admisión en la escuela de su preferencia, aunque existen opciones para estudiar en algún otro plantel.

Sin embargo, el examen Comipems es descalificado tanto por Mario Delgado, como por la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, quienes consideran que la prueba genera discriminación.

“Mi opinión es que aquella persona, adolescente o joven que sale de la secundaria, pues debe entrar a la prepa que le quede más cerca de su casa, (…) ya te dio la SEP un certificado de que acabaste la secundaría, pues ese certificado tiene que ser tomado en cuenta para entrar al siguiente nivel, no tienen por qué hacer un examen más a la preparatoria”, comentó Sheinbaum esta semana.

El problema es que, al eliminarse la prueba sin proponer una política alternativa, las solicitudes de ingreso aumentarán en la UNAM y el IPN, instituciones que no tienen los recursos presupuestales, ni los espacios suficientes, para atender a toda la demanda.

El examen Comipems permite elegir entre 486 planteles de nueve instituciones educativas, las cuales -al desaparecer la prueba- tendrían que hacer su propia política de selección y admisión a partir de cuotas o cupos mucho más reducidos.

Por eso, a decir de Mexicanos Primero, antes de eliminarla deben evaluarse los resultados y avances de la prueba, y proponer un nuevo proceso que no limite el derecho a la educación de los adolescentes que quieren estudiar el bachillerato.

“Creo que va a ser muy interesante ver qué plan presenta” la próxima presidenta, tendríamos que poner atención “al plan que presenten para solventar -ahora sí- los vacíos que deje” la desaparición de este examen, apunta Alejandra Arvizu.

No hay calidad uniforme

Para la experta de Mexicanos Primero, no necesariamente es negativo que la prueba desaparezca, aunque insiste en que el próximo gobierno federal debe proponer una alternativa viable que permita a los jóvenes mexicanos ejercer plenamente su derecho a recibir educación.

“Nosotros creemos que lo primero que se tiene que atender, antes de hablar de Comipems, es que la calidad en todas las escuelas debería ser igual, para que entonces no importa a donde yo vaya, o a donde me quede, la calidad (de la educación) que voy a recibir es igual”, enfatiza Arvizu Fernández.

Actualmente, la calidad es variable en las distintas preparatorias a las que acceden los adolescentes del centro del país tras egresar de la secundaria, en tanto que desde hace varios lustros existen otros problemas en la educación media superior que no han sido solucionados ni en esta ni en otras administraciones.

La deserción escolar, la calidad de la educación, y la insuficiencia presupuestaria, son retos más importantes que el Comipems. De hecho, los problemas de la educación que imparte el Estado mexicano impiden garantizar que todas las niñas, niños, adolescentes y jóvenes puedan permanecer y aprender en ella, según Mexicanos Primero.

Nuestro sistema educativo no garantiza que los menores puedan concluir con éxito su formación educativa. Y justo es el bachillerato el que registra los mayores índices de abandono escolar.

Para el ciclo 2021-2022, la deserción en la educación media superior fue de 9.2%, mientras que en primaria y secundaria fue de 0.4% y 2.5%, respectivamente, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.

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