Revolución en la industria del diseño
Ambra Medda, directora de la feria Design Miami Basel, nos aclara términos como diseño, arte y lujo.
La feria tiene lugar en Basilea durante el verano y en Miami durante el invierno; se trata de una versión menor de las dos ferias más importantes en el mundo del arte: Art Basel y Art Basel Miami Beach.
Además de ser excelentes negocios, estos aclamados eventos elevaron el discurso dentro de la industria del diseño, solidificando el término “design-art”.
Para Ambra diseño se refiere lo práctico; diseño y lujo no son conceptos que vayan de la mano de modo inherente, sino que se han unido recientemente pues los diseñadores más populares están vendiendo sus creaciones hasta en US $20,000. Por lo tanto, en las esferas más altas del mundo del arte, el lujo está determinado por un precio.#ADJUNTOIMAGENCHICO02#
En cuanto a la fusión entre diseño y el arte, la joven directora opina: “Cuando los consumidores compran, por ejemplo, una silla muy cara, consideran que la inversión pasará de generación en generación, y que quizá se pueda poner en subasta algún día, así que empiezan a cuidarle como si fuera una pintura importante”. Hablando como la coleccionista que es, Ambra dice disfrutar sus adquisiciones prácticamente; aquí los términos arte y diseño se vuelven a separar.
Al día de hoy, se ha desarrollado una vasta infraestructura en torno al diseño similar a la del mundo del arte, que abarca museos, galerías, revistas, crítica, curadores. Este crecimiento la convierte en una industria apasionante, y de allí viene en boom de las ferias de arte.#ADJUNTOIMAGENCHICO01#
La arquitectura también se incorpora a esta fusión de diseño y arte. En su primera edición, Art Basel otorgó el premio de Diseñador del Año a la arquitecta angloiraquí, -procedente de la corriente del deconstructivismo- Zaha Hadid, pues su visión se aplica de modo natural a una iglesia, un edificio, o un juego de té. Este hecho marca la aparición de un lenguaje totalmente nuevo: “terminas teniendo arte, arquitectura y diseño formando un ente mucho más grande”, dice Ambra.
Recientemente, la feria creó un premio al Diseñador del Futuro, para jóvenes y emergentes. “El proceso de selección comienza mandando un mail a 100 profesionales de la industria como profesores y galeristas que colaboran directamente con diseñadores jóvenes, pidiéndoles que manden portafolios; el jurado se integra por 6 personas que eligen entre 6 y 10 candidatos”.
En cuanto al rol de Latinoamérica en la feria, Ambra comenta que es un poco difícil la participación de esta área del continente pues no hay suficientes recursos y el mercado no es tan fuerte, tampoco existe una escena consolidada, a pesar de que siempre hay alguien trabajando en esta esfera. “Estoy buscando galeristas latinoamericanos con calidad y trabajo serio dentro del diseño; me encantaría contar con una de Brasil, Argentina y México”, finaliza la destacada y guapa Ambra.