New York, la isla global
La diversidad étnica de la Gran Manzana es única, así como la fusión de culturas que en ella se han complementado y contrastado a través de los siglos.
En Manhattan conviven el barrio de Harlem, que es ahora mitad negro y mitad latino; vecindarios de judíos ortodoxos; agrupaciones de antillanos, árabes, chinos e italianos, y exclusivas zonas para familias blancas acomodadas. La diversidad forma esta urbe que marca pautas en el arte, la moda, la economía, la publicidad, las ciencias, la gastronomía y muchas cosas más.
Arquitectura
La superficie neoyorquina está saturada con más de 12 mil seiscientos edificios. Los orígenes de los neoyorquinos son palpables en sus fachadas. Por ejemplo, viviendas del sur de Manhattan recuerdan calles de Ámsterdam –no olvidemos que alguna vez la ciudad fue Nieuw Amsterdam, una pequeña villa holandesa–. Pero Nueva York se identifica por sus rascacielos y éstos representan un catálogo de estilos arquitectónicos que incorporan desde los decorados con “motivos aztecas” del Art Déco a columnas de inspiración grecolatina, los aires medievales del gótico o edificios que destacan por su audacia y diseño vanguardista, donde no escapan acentos de Asia y el Medio Oriente.
Taxis
En Nueva York hay 12 mil taxis amarillos en los que 40 mil taxistas transportan 200 millones de pasajeros al año. Lo anterior representa el 30 % de todos los servicios públicos de transportación. Se sabe que los problemas principales de los taxis en Nueva York son el desconocimiento de la ciudad y del idioma inglés por parte de los choferes. El 84 por ciento de ellos procede de 80 países y habla 60 lenguas. Buen número de los taxistas son africanos, bengalíes, paquistaníes o haitianos que usan la radio para comunicarse en su lengua mientras escuchan música de su país.
Arte
La cultura de Nueva York ha sido modelada por millones de artistas que han llegado de todos los rincones para nutrir su espíritu y probar suerte. Algunos de estos creadores han pasado temporadas cortas y otros se han quedado de por vida. Así, importantes movimientos culturales americanos e internacionales se han originado en la Gran Manzana, extendiéndose posteriormente por nuevas geografías. Por ejemplo, en los años cuarenta era uno de los epicentros del jazz, en los cincuenta surgieron en ella el expresionismo abstracto y el movimiento beat, y en los setenta el hip-hop.
La ciudad tiene más de dos mil organizaciones culturales y más de 500 galerías de arte, lo que la convierte en uno de los mercados más importantes del arte. Existen museos especializados en arte estadounidense, africano, latinoamericano, ucraniano, chino, europeo, además de museos como el Metropolitano, que conservan obras de arte todas las épocas y naciones.
Nueva York puede ser considerada como el axis mundi, un lugar donde se reúne el mundo, un microcosmos que hoy por hoy se ha transformado en la verdadera “aldea global” cuyo centro es una pequeña isla.
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