Los 11 mejores tequilas de México
Te enlistamos 11 tequilas que debes conocer para enamorarte de esta bebida orgullosamente mexicana que conquistó los paladares de todo el mundo.
“Dios inventó el tequila para que los mexicanos no conquistaran el mundo”, se lee en el muro de una cantina de la Ciudad de México.
El sommelier Ángel Rivas enlista las marcas imperdibles para enamorarse del tequila, una bebida que ha conquistado los paladares de todo el mundo:
Los mejores tequilas mexicanos
- Tequila 1800 reposado: tiene un gusto ligero a madera y puede complementar cualquier comida. El alcohol apenas es perceptible y muy elegante.
- Tequila Cuervo Reserva de la Familia reposado: una joya al paladar debido a su gran untuosidad y cantidad de elementos como especias, tostados y vainilla.
- Tequila Cuervo Tradicional plata: buena relación precio-calidad. Muy tradicional para beber solo o el indicado para mezclar en coctelería
- Tequila Don Julio Añejo: un clásico que poco ha modificado sus notas especiadas y untuosidad. Recomendable para cerrar una comida o cena.
- Tequila Gran Centenario reposado: buen producto por un gran precio. Es suave y mezcla las notas frutales del agave con toques amaderados.
- Tequila Herradura Selección Suprema: excelente por la complejidad que ofrece. Indicado para beber en grandes momentos o con personas especiales
- Tequila Patrón Silver: fragante y bastante amable en boca. Se puede beber solo de forma tradicional y tiene notas herbales y cítricas.
- Tequila Tres Generaciones reposado: en una cata a ciegas entre reposados destacó por ser suave y de gran complejidad aromática. Toques de vainilla y coco.
- Tequila El Tequileño Añejo 50 Aniversario: un buen tequila para la sobremesa por sus notas a frutos secos y caramelo. De buen precio.
- Tequila Alacrán blanco: es suave al paladar y conserva la parte herbal. Un tequila para tomar derecho por ser elegante.
- Tequila El Tesoro de Don Felipe Reposado: ganador en varios concursos por la delicadeza que ofrece. Mantiene la parte floral y frutal en conjunto con la madera.
¿Cómo saber si un tequila es auténtico?
Para conocer un tequila primero hay que reconocer sus variedades, lo que nos ofrece cada uno y las características que debe cumplir para considerarse, efectivamente, tequila.
Primero que nada, dice el sommelier Ángel Rivas, el tequila auténtico se anuncia desde la botella: debe tener el sello del Consejo Regulador del Tequila (CRT) y un sello del SAT para dar por sentado que se trata de un producto avalado.
“Otra cosa que se identifica en la presentación es si se trata de un tequila 100% de agave (que son los de mejor calidad). En caso de no incluir la leyenda, quiere decir que se trata de un tequila mixto: cuenta con un 51% mínimo de agave y el resto es otra materia prima, principalmente se utiliza caña”, detalla el especialista.
Denominación de origen del tequila
El tequila es una bebida con denominación de origen, por lo que su producción mundial está limitada a unos cuantos rincones geográficos del país: Jalisco con 125 municipios, Nayarit (8), Guanajuato (7), Tamaulipas (11) y Michoacán (30). Sólo en esos lugares se puede cosechar el Agave tequilana Weber Variedad Azul, del que nace este néctar.
Sin embargo, Rivas enfatiza, la única forma de descubrir la calidad de un tequila es bebiéndolo. Amén de toda la mercadotecnia que haya detrás o del gran esfuerzo que pueda presumir el diseño de la botella.
“No hay que dejarse ir por la presentación o el precio, porque también depende del tipo de tequila que uno busque: no cuesta lo mismo un blanco que un extra añejo, pues los procesos son totalmente distintos”, abunda.
La gran diferencia radica en el tiempo que pasan en barrica: el tequila blanco no lleva ese proceso –tiene un gusto herbal y más puro. No debe saber especiado ni ahumado–; el reposado combina un gusto de barrica con agave –tienen toques ahumados o tostados pero muy ligeros. Se llegan a sentir características como flores, hierbas e incluso frutas–.
Asimismo, los añejos y extra añejos son los más costosos debido a que pasan más tiempo en barricas –se notan poco las propiedades del agave; puede haber notas de chocolate, café o especias–.
En la media de los 40° de alcohol, el tequila puede parecer muy potente o más suave, en el caso de los añejos, que tienen esa característica debido al camuflaje que permite la madera en su proceso.
“El tequila blanco es perfecto como aperitivo, para abrir boca, porque es fresco; el reposado se lleva muy bien con los alimentos y los añejos son ideales para la sobremesa o con algunos postres”, complementa Rivas.
¿Cuál sería tu recomendación para añadir a esta lista?
