Las mentes detrás del brillo de la industria de la moda en México
Del 23 al 28 de abril se llevará a cabo el Mercedes-Benz Fashion Week México, donde los representantes de la industria mexicana de la moda harán gala de su crecimiento y fuerza.
En una antigua casona de la Condesa se viven los preparativos de la edición 21 del Mercedes-Benz Fashion Week (MBFW). Rostros simétricos avanzan con sus cuerpos espigados de un lado a otro, luego se abstraen por largos periodos en sus teléfonos hasta que llega el momento de su ensayo, de sus pruebas de vestido o de lo que sea que tengan que hacer ahí.
Las y los modelos van dejando esa aura de nerviosismo que antecede al show, pero sus presencias delgadas y silenciosas, casi flotantes, tienen la capacidad de hacer creer que no hay sorpresa, como si no estuvieran a unos cuantos días de dar inicio al evento de moda más importante de México.
Entusiasmado, Cory Crespo, director y fundador del festival, llega a esta residencia convertida en su centro de operaciones en el barrio de moda de la capital, quien no sólo celebra los 10 años del encuentro este 2017, sino también la evidente evolución que ha acompañado a diseñadores, marcas y estilos.
“Empezamos con un proyecto que se venía desarmando, con 41 diseñadores en la primera edición, de los cuales, casi ninguno vivía de la industria de la moda. Para esta edición presentamos 31 diseñadores, todos viven de la industria y podemos decir que, 10 años después, México es un gran semillero de talento con grandes casos de éxito”, explica Crespo.
Crespo ve con buenos ojos el despunte que ha tenido el diseño de moda mexicano, con representantes jóvenes como Alexia Ulibarri, Armando Takeda y Sandra Weil, así como consagrados que ya han roto cualquier frontera: Pineda Covalin, Lydia Lavín y Alejandro Carlin. Se anticipa la presencia de todos ellos para esta edición.
El valor de la moda mexicana
El músculo del diseño en México no es sólo de nombres, sino también de números: de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, en México hay 20 mil empresas en el giro, las cuales generan 1 millón de empleos y el equivalente al 10 por ciento del PIB manufacturero.
El año pasado, el valor de las exportaciones de esta industria ascendió a 9 mil 692 millones de dólares.
Para Crespo, no sólo se trata de un momento positivo para la industria, sino de un trampolín para vender a México, su turismo, sus costumbres y su cultura en general.
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El emprendedor recuerda la edición de hace 15 años de Colombiamoda, cuando el país sudamericano sufría una crisis de inseguridad relacionada con narcotráfico y grupos guerrilleros. En aquella ocasión, la moda fungió como un gancho para atraer prensa mundial, generar turismo y cambiar un poco la perspectiva internacional que se tenía en ese momento de una nación en conflicto.
De igual forma sucedió hace un año, cuando la marca francesa Chanel, encabezada por Karl Lagerfeld, llegó a Cuba un mes después de que los Rolling Stones ofrecieran un concierto gratuito en la isla.
La moda no sólo viste personas, también ha cambiado la imagen de países completos.
Valiéndose de esa premisa, el MBFW 2017 se expondrá en las avenidas y se internará en las tripas de la ciudad con las diferentes sedes que pisará a partir de este domingo: el Ángel de la Independencia, el Museo Británico, el Ex Convento de San Hipólito, la Carpa Astros, el estacionamiento subterráneo del Sheraton, una casona de Polanco y el Foro Masaryk.
Crespo asegura que el potencial para lo moda está puesto, sobre todo para un país con una inmensa experiencia de maquila como México.
“¿Qué necesitamos para crecer? Que nos bajen recursos a los diseñadores, crear aceleradoras, programas de incubación, financiamientos, lo que necesita la industria es dinero para crecer, exportar, ir a ferias internacionales y apoyos para presumir lo que tenemos”
“Hace 5 o 6 años no era el momento”, termina el especialista. “Pero hoy ya estamos listos para despegar y nos toca ser los abanderados, salir y poner la cara de México a través de algo muy divertido y ecléctico que es la moda”.
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