El hotel de lujo que promete sanar tu espíritu en Punta Mita
Este hotel promete a sus huéspedes un espacio para desconectarse del mundo y sanar el espíritu en Punta Mita.
Cada vez quedan más lejos aquellos días cuando las vacaciones en algún destino de playa en México consistían en permanecer, literalmente, tirados sobre la arena durante el día, “asaltando” el buffet por la tarde o cazando las barras libres y la música por las noches.
Hoy, en las playas de México ha crecido el turismo de lujo, el cual busca servicio más personalizado, restaurantes de alta cocina y opciones más novedosas para descansar, además de experiencias únicas y que, de preferencia, tengan un elemento social o ecológico.
Pero este mercado no sólo busca recuperarse físicamente durante sus vacaciones, sino también despejar la mente y sanar el espíritu.
Esto lo saben en el hotel St. Regis Punta Mita Resort, localizado uno de los destinos de lujo más importantes del país y que se ha convertido en una opción gastronómica, ecológica y de bienestar en la Riviera Nayarit.
“Una tendencia que va en aumento es que quienes llegan a un hotel como St. Regis son personas que ‘lo tienen todo’, pero que muchas veces llegan muy estresadas porque son gente muy importante, con muchas obligaciones, y lo que buscan es desconectarse”, dice James Hughes, gerente general del hotel que fue la primera propiedad de esa firma en México y que cuenta con 120 habitaciones.
El bienestar
Así, en los hoteles de lujo, el spa dejó de ser sólo un servicio para convertirse en algo tan importante como los restaurantes o la alberca, y en este hotel integran elementos holísticos que van dirigidos a lugares más interiores de las personas a los que no pueden llegar un masaje y un sauna.
“Ya no es sólo un tema de recuperación o relajación, sino un enfoque global de mente, cuerpo, espíritu y sanación”, apunta Hughes sobre los servicios que ofrecen en el menú de su spa Remède.
Pero el servicio estrella de este spa es la terapia de “flotación”, la cual se brinda dentro de una cápsula de tecnología de punta que contiene 30 centímetros de agua y 500 kilos de sales Epsom, por lo que el huésped, al entrar en ella y cerrar la puerta (y después de pagar unos 150 dólares), flota experimentado una sensación de gravedad cero que emula al útero matero.
“Una hora de tratamiento equivale a seis horas de sueño, porque estás totalmente suspendido. Se complementa con cromoterapia y estamos incluyendo un nuevo sistema para que puedas hacer meditación mientras estás flotando”, describe Hughes.
Los servicios se complementan con tratamientos inspirados en la cultura huichol, que es la que originalmente se encontraba en esa zona del país, y cuyas tradiciones todavía tratan de conservarse.
“Es una experiencia muy mística, ya no es sólo de salud, sino también de meditación. Es más espiritual”, indica.
El medio ambiente
Y para quienes buscan cooperar con el medio ambiente (además de obtener algún beneficio, como bonos de carbono o temas de impuestos y donaciones), los destinos de lujo también ofrecen opciones interesantes.
En St. Regis Punta Mita, además del reciclaje y otras actividades que ya son normales en la hotelería, están a punto de lanzar un programa mediante el cual cada huésped podrá plantar un coral dentro del mar con apoyo de una organización cuya sede está muy cerca del hotel.
“Vamos a poder dar la experiencia de devolverle algo al planeta”, destaca Hughes. “Primero se dará un pequeño entrenamiento en la alberca y después se internarán algunos metros dentro del mar en compañía de un biólogo marino para explicar el proceso adecuado”.
Esta actividad no sólo sirve para vacacionistas, ya que también podrían aprovecharse como trabajo de integración para algún equipo que visite el hotel. Y al espíritu, le dejará el placer de haber cumplido con una buena acción.
También hay que alimentar al cuerpo
No sólo el alma se alimenta en unas vacaciones como estas, ya que también el paladar puede revitalizarse con platillos originales y sofisticados.
Hoy, cada vez más hoteles se acercan a los chefs más reconocidos del mundo con el fin de encomendarles la creación de los platillos que probarán los huéspedes en sus restaurantes. Pero en el St. Regis Punta Mita, prefirieron contratar a un “novato”.
Pero no es cualquier novato. Jesús Durón, de 29 años, es el signature chef de su restaurante Carolina, que es el único reconocido con Cinco Diamantes AAA en toda la Bahía de Banderas. Aunque es joven, lleva casi una década trabajando en Francia y España, mientras que en México pasó por prestigiadas cocinas, como las de Les Moustaches, Pujol y Biko.
“Su cocina es muy innovadora, es como agarrar la cocina mexicana, que es muy conocida en todo el mundo, y darle un toque más sofisticado e internacional”, explica el directivo de este hotel que tiene cuatro restaurantes y una cantina.
El nuevo viajero
Y es que el alma joven hoy se impone en el lujo y en el turismo. Comparado con lo que sucedía antes, los viajeros de lujo hoy son más jóvenes, hay más solteros y muchos tienen altos ingresos económicos.
“La gente, por lo menos en Norteamérica, está esperando más tiempo para tener hijos, porque primero quiere obtener un título, trabajar y viajar; eso ha generado que hoy haya personas de 25 o 30 años que quieren lo mejor de lo mejor porque tienen el dinero y la edad para disfrutarlo”, subraya Hughes.
“Antiguamente, la marcas de lujo iban dirigidas a gente de unos 50 0 60 años, pero hoy eso ha cambiado”.
La mayoría de los turistas –Hughes calcula más de 90%– que llegan a este destino provienen de Estados Unidos, pero ahora St. Regis quiere acercarse más al mercado de lujo mexicano: “Queremos ser una alternativa de destino turístico dentro del país, porque creo que tenemos todo lo que busca la gente”, menciona.
Es así como el espíritu (y los placeres físicos, como comer) se pueden alimentar a todo lujo y en uno de los paisajes más bellos y exclusivos de México y el mundo.
