El arte de Escher, universos imposibles

Maurits Cornelis Escher, más conocido por sus iniciales como M.C. Escher, es uno de los más grandes artistas gráficos del siglo XX.

 

Es algo dificultoso clasificarlo: se han hecho múltiples interpretaciones de sus obras, pero la realidad es que Escher no tenía grandes pretensiones ni mensajes que transmitir, sino que básicamente plasmaba lo que le gustaba. Sus trabajos, más que basarse en sentimientos, lo hacen en situaciones, soluciones a problemas, juegos visuales y guiños al espectador.

 

Entre sus obras más conocidas destacan las figuras imposibles, los fondos reticulados con diversos patrones y mundos imaginarios que han sido reproducidas hasta la saciedad en portadas de libros, revistas, campañas publicitarias y en todo tipo de formatos.

Su popularidad también responde al carácter matemático de sus ilustraciones,  que lo ha hecho muy popular entre científicos, especialmente matemáticos e informáticos.

Una de las principales caracterisiticas, presente en todos sus trabajos, es la dualidad y búsqueda del equilibrio, la utilización del blanco y el negro, la simetría, el infinito frente a lo limitado, el que todo objeto representado tenga su contrapartida.

 

 

Escher obliga a pensar, a imaginar y situarse en nuevos universos. De su mente y de sus manos nacen nuevos mundos imaginarios, delirantes, pero que poco a poco comienzan a sentirse reales y cálidos en el sentir del espectador.