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Estilo de Vida

Crucero por la Antártida, el último continente

15-01-2009, 5:00:00 PM Por:
Crucero por la Antártida, el último continente fifu

A pesar de lo difícil que es llegar a ella, los navegantes osados ya la han puesto a disposición de los turistas. Estilohoy.com te invita a conocer sus paisajes.

A pesar de su distante ubicación, el Polo Sur es hoy en día un lugar accesible. Decenas de cruceros parten cada verano desde Ushuaia, en Argentina, desafiando el temible Paso de Drake —tramo de mar de mil kilómetros que separa América del Sur de la Antártida—, para ofrecer a los intrépidos la maravillosa visión de este lugar.


Este viaje representa una oportunidad increíble para explorar el que quizás sea el último paraíso en nuestro planeta.


A bordo de un crucero de la naviera noruega Hurtigruten que tiene un nombre legendario, MS Fram, con 114 metros de longitud, 20.2 metros de ancho, ocho cubiertas, salón de observación, restaurante, bistro, sauna, jacuzzi y gimnasio que lo convierten en uno de los más modernos y confortables que navegan por los océanos, y acompañado por una tripulación compuesta por geólogos, glaciólogos, biólogos, zoólogos y expertos en turismo, la aventura antártica se torna una posibilidad donde la realidad sobrepasa la imaginación.


En todo momento los paisajes son estimulantes por su novedad, y no se agotan con el primer golpe de vista.


El itinerario es incierto debido a que se arma a partir de las condiciones atmosféricas de la zona, las cuales cambian en minutos, además de adecuarse a la protección del pasajero y el respeto a un medio ambiente que es, al mismo tiempo, inhóspito y delicado.


De hecho, todas las visitas a la Antártida están reguladas por la IAATO, International Association of Antarctica Tour Operators, creada en 1991 con la finalidad de defender, promover y practicar un turismo responsable en este lugar.


Bloques de hielo tan grandes como el estado de Vermont, en Estados Unidos, se cuentan por cientos en el Callejón de los Icebergs, recorrido por vez primera en 1903. Esto lo hace un lugar difícil para la navegación, pero también lo muestra como uno de los rincones más impactantes del viaje.


Siguiendo el recorrido, en el archipiélago de las Shetland del Sur se localizan las mitológicas Isla Decepción e Isla de la Media Luna. La primera tiene una figura de anillo debido a que la caldera del volcán que la formó se colapsó, creando uno de los puertos naturales más grandes del mundo. La segunda es famosa por el gran número de ballenas que se observan en sus costas.


Otro punto interesante es el volcán subglacial (bajo el hielo) Brown Bluff, ubicado al norte de la península. Éste presume un acantilado en tonos ocres y amarillos que se levanta 750 metros sobre una playa rocosa, la cual, a su vez constituye un teatro natural donde diferentes especies de pingüinos conviven con leones marinos. En sus aguas también es posible reconocer a la foca leopardo, uno de los depredadores naturales de los pingüinos.


De principio a fin
Puerto Paraíso, llamado así por la quietud de sus aguas; el Estrecho de Gerlache, la Bahía Wilhelmina, sin duda el mejor lugar para observar ballenas y sobre todo, el Canal de Lemaire, una avenida marina de 11 kilómetros de largo y solamente 1.6 kilómetros de ancho, son un edén para los cazadores de imágenes. Es prácticamente imposible tomar una mala instantánea.


La Antártida muestra paisajes únicos, tanto por sus cadenas montañosas como por sus zonas costeras. Tal como diría el escritor norteamericano Kim Stanley Robinson, cuando en 1997 escribió en su novela Antártida: “Al principio el viajero se enamora de Antártida, solamente para que al final ésta le rompa el corazón”.


Vale la pena descubrir si es un lugar real, accesible para todos o sólo para escritores como él, creyentes en la ciencia ficción.


Para más información puedes visitar:


www.hurtigruten.com


www.iaato.org

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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