Conoce el Caribe a bordo de un submarino
Estilohoy.com te invita a vivir una experiencia única en una embarcación insólita en pleno territorio nacional.
Por Kayla T. Zaldívar
El Atlantis es el único submarino turístico que existe en México y la única oportunidad si no sabes bucear, para conocer el esplendor que esconde el Mar Caribe bajo su superficie. La cita es a primera hora del día “entre más temprano mejor porque la luz es más suave”, indican los anfitriones de este experiencia, así que al filo de las 7 de la mañana arribamos a la marina para recibir una plática sobre medidas de seguridad y conocer en qué consiste el paseo por el fondo del océano. Luego nos alejamos de la costa en un ferry.
Como a 15 minutos de la isla, un objeto metálico de color blanco nos espera en silencio. Tras la calurosa bienvenida de la tripulación descendemos uno a uno por los escalones para entrar al submarino y cada quien elige su lugar, o más bien la claraboya que durante la siguiente hora será su acceso al mundo submarino.
El guía ocupa un sitio en la popa y la nave se sumerge varios metros mientras miles de burbujas juegan en el exterior. Un pez sargento, el primero de muchos que están por venir, pasa justo frente a la claraboya como dándonos la bienvenida. Para entonces la desmañanada y el ayuno han quedado atrás y el exterior ocupa todos nuestros sentidos. “Un par de langostas a estribor” escuchamos decir al guía a través del sonido local, para que nadie pierda detalle de lo que hay allá afuera. Quienes están sentado a babor, buscan rápidamente un espacio para contemplar también los especimenes del lado contrario.
El tiempo transcurre lentamente entre expresiones de asombro ante el desfile de peces – ángel, lobo, mariposa, león, perico-, corales –cerebro, cuerno, abanico-, esponjas, erizos y morenas. Con suerte, dice el capitán, podrían pasar una o dos tortugas. Todos nos mantenemos atentos para capturar cada detalle, aunque algunas especies pasan inadvertidas para los ojos no entrenados.
Por fortuna una tabla con la flora y fauna más común en esta travesía cuelga a un costado de la claraboya y nos ayuda a distinguirlas. “Y ahora el pez más feo del mundo” anuncia el guía cuando vemos a un grupo de buzos a un costado del submarino; los buzos nos saludan y registran el momento con sus cámaras fotográficas.
La exploración concluye justo donde comienza el Canal de Yucatán. Cuando el capitán nos muestra que hemos descendido a 30 metros de profundidad, la ovación nace espontánea. Iniciamos el ascenso entre burbujas y la poderosa música del poema sinfónico Así hablaba Zaratustra, de Richard Strauss, que nos hace sentir un poco héroes. Finalmente con un toque de humor de los Beatlles y su Yellow Submarine, llega la despedida.
Para más información visita: http://www.atlantisadventures.com