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Estilo de Vida

Camaro, el mejor amigo del hombre

08-09-2010, 5:00:00 PM Por:
Camaro, el mejor amigo del hombre fifu

Conoce la historia del modelo que llenó de lujo y velocidad las calles de Estados Unidos y que hizo valer el significado de su nombre.

Enciendes la TV y el personaje de “Bumblebee” de la recordada serie Transformes, se convierte en un Camaro de 1976; una imagen que quedó grabada en el inconciente de aquellos nostálgicos de los dibujos animados y también en aquellos que hicieron de este automóvil su compañero perfecto.


De hecho, esa fue la intención de sus diseñadores cuando, a mediados de los años 60, lanzaron al mercado un auto alargado con carrocería F de Chevrolet. A simple vista, la palabra derivada del francés “comrade” (camarada o compañero) resultaba algo extraña, mas no para aquellos que lo hicieron su amigo diario.


El “Camaro” es un automóvil deportivo producido por el fabricante Chevrolet que surgió como respuesta de General Motors (GM) a su más cercano rival durante esta época: el Ford Mustang.


No es un secreto que, si no fuera por el Ford Mustang, probablemente no habría un Camaro. Desde 1964, GM había observado las ventas del Ford Mustang que habían llegado a las 100 mil unidades al año.  Por ello, se necesitaba un nuevo auto, con motor delantero, para hacer que el caballito de Ford tuviera que galopar por dinero.


En 1967, plena era de los denominados “pony cars”, la compañía estadounidense presentó este modelo en sus tres versiones: el 350, el Z-28 y el Super Sport (SS). Este último contaba con un motor gasolina de 5.7 litros, y otro motor opcional de 396 pulgadas cúbicas (6.5 litros) similar al Corvette.


Había una diferencia: el Camaro estaba hecho para la clase de cliente norteamericano apasionado por la velocidad. Desde entonces, se ha convertido en nombre conocido, y es sinónimo de auto deportivo y de alto rendimiento.


Tras su éxito, la compañía decide ampliar la variedad, pero siempre basados en el modelo inicial. Así, en 1969, los compradores podían elegir entre la más grande existencia de motores en la historia del mercado, con no menos de 13 opciones disponibles.


La nueva generación
La segunda gran tirada de Camaros, correspondientes a la década de los 70, estuvo marcada por un radical tratamiento en el estilo.


Las proporciones básicas eran las mismas, pero los nuevos modelos, disponibles sólo como cupés (dos puertas), mostraban un perfil más bajo, una línea de techo inclinada hacia atrás, guardafangos delanteros altos y carecían de ventanilla en el asiento trasero.


De este modo, una nueva defensa y máscara Endura debutó en el modelo RS. Ésta edición redujo la lista de motores a siete, prefiriendo aquellos motores de mayor potencia, es decir, los que consumían mayor cantidad de gasolina.


Lamentablemente para la marca, los motores grandes no combinaron bien con la escasez de combustibles y los precios en aumento de aquellos años. GM consideró eliminar completamente la línea.


El Camaro se mantuvo, pero con grandes dificultades. Las leyes federales de seguridad, las regulaciones sobre combustibles y emisiones, y las pobres ventas, provocaron que el modelo Z28 fuera descontinuado en 1975.


Dos años más tarde, se relanzó el modelo, pero con algunos ajustes de potencia e inversión en otros aspectos del auto. La visión del fabricante era: Si los fanáticos del Camaro no pueden comprar alto rendimiento, podrán por lo menos consolarse con más lujo.


El lujo de la tercera generación
Un cambio de estilo radical y nueva ingeniería de pies a cabeza anunciaron el Camaro de tercera generación.


Fue así como nace el “Camaro LT” con un V8 de 145 caballos, un paquete completo de instrumentos, tapicería y molduras especiales, aspectos poco valorados por la compañía hasta ese momento. El modelo “Berlinetta de alto nivel” fue otro nombre que se unió a la línea en 1979.


La nueva oferta de motores se iniciaba con uno básico de cuatro cilindros, y se incluía un V6 Buick para el Berlinetta y dos V8 350: uno con carburador de 145 caballos y el otro, la opción Crossfire para el Z28 con inyección de combustible en el cuerpo del acelerador y 165 caballos.


Otro modelo, el IROC Z28, tenía la carrocería más corta con una escotilla de vidrio, un paquete de efecto suelo y el interior totalmente nuevo venía con un asiento trasero plegable. Debajo había un chasis unificado, unos amortiguadores “MacPherson” al frente y muelles espirales en la suspensión trasera.


Pero el mayor resplandor de aquella generación aparece en 1993 con el paquete opcional de la apariencia “Heritage” en el Z28, que marca su aniversario número 25. En el paquete se incluían las franjas en el capó y el baúl, parrilla del color de la carrocería, receptáculos de los faros delanteros pintados de negro y un tratamiento en las ruedas de color.


Para 1997 la velocidad vuelve de lleno, y Chevrolet celebra los 30 años del Camaro con una edición especial: el “Z28 SS” que viene equipado con un motor V8 350 de inyección directa de combustible y que alcanza los 310 caballos de fuerza. La potencia se transmitía al eje trasero mediante una caja manual de seis velocidades.


Última generación
Hoy, Chevrolet Camaro mantiene todos los rasgos que evocan deportividad tanto en su diseño como en la tecnología de última generación de todos sus componentes.


Este video es una muestra de los grandes avances tecnológicos que ha mostrado la marca durante la última década.


El diseño interior del Camaro 2010 destaca por acabados que transmiten modernidad sin precedentes mismos que desafían a sus competidores contemporáneos.


Incluso, a pocos meses de su lanzamiento, el modelo fue premiado como el “Word Car design of the year” por los “World Car Awards” y nombrado como el “Best Car México” gracias a la opinión de sus usuarios en el país.


Legendario, eficiente y veloz, así es Camaro, el auto más avanzado en lo que a tecnología automotriz de alto desempeño se refiere.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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