Asiago, una exquisita variedad de queso italiano
Es sofisticado y elegante, particularmente nutritivo y fácilmente digerible; infaltable en la mesa.
Una de las buenas maneras de conocer Italia es a través de su producción quesera. Todas sus diversidades recogen la tradición y fantasía de los italianos.
Las variedades de queso abundan, y se debe, principalmente, a la pluralidad geográfica y cultural del país. El queso es un elemento infaltable en recetas y cócteles de negocios o celebraciones, casi en cualquier nación.
Uno de los quesos que parece posicionarse en los últimos tiempos es el Asiago. Éste es particularmente nutritivo, rico en proteínas (306 gr. por kilo) y fácilmente digerible.
Es semigraso y delicado, de perfume sutil. Su textura es compacta, con algunos agujeros irregulares; típicamente de mesa pero muy versátil cuando tiene más tiempo de maduración, ya que puede emplearse en platos al gratín y platos con huevo o pastas, y servirse rallado sobre carpaccio o picado en ensaladas.
La peculiaridad del Asiago es que puede decirse es el único con dos gustos diferentes. ¿Cómo? Se produce en dos variedades: asiago fresco (pressato) de sabor dulce y color blanco ligeramente pajizo, y asiago curado, de sabor más marcado y con fuerte personalidad, corteza de color pajizo compacta y granulosa.
Se elabora en toda la provincia de Vicenza, en Trento, altiplano de Asiago.
Recomendado para la dieta de cualquier edad, con un contenido equilibrado de grasas, sales minerales y vitaminas, y abundantes fermentos lácteos vivos.
Es un queso exquisito para comer solo y también un ingrediente adecuado para preparar muchos platos regionales. El curado es óptimo para rallar. Se sirve con vinos tintos de calidad.