¿Cómo es conducir el nuevo X3 de BMW?

Tuvimos la oportunidad de manejar el último lanzamiento de BMW para este año: la tercera generación del BMW X3, un vehículo del segmento de los Sports Activity Vehicles (SAV), categoría que la marca inventó hace unos años y que se podría definir como “una camioneta deportiva”.

La primera generación de este SAV fue producido en 2003, y hasta hoy se han vendido 1.5 millones de unidades en todo el mundo.

El auto que manejamos fue el ejemplar M Performance de la serie, el X3 M40i, el más rápido y el de mayor lujo: poco más de un millón de pesos sobre el asfalto.

Partimos de las oficinas de BMW, en CDMX, para dirigirnos a la ex hacienda Jesús María, en la carretera Guanajuato-Silao. Nuestra misión sería probar el vehículo on-road y off-road. ¿El resultado final? Una conducción sobresaliente en cualquier terreno.

Casi de inmediato uno se da cuenta de que el nuevo BMW X3 fue creado para disfrutar los viajes, pues todo el tiempo se amortiguó el ruido de la carretera. Gracias a su parabrisas y ventanas delanteras de “vidrio acústico”, el silencio fue palpable. Todos los ruidos del flujo de aire que se originan en los cascos de los espejos retrovisores exteriores automáticamente quedaron suprimidos. Confort acústico en su máximo esplendor, y que aumenta considerablemente a altas velocidades.

El uso de cojinetes basculantes de aluminio y de barras estabilizadoras huecas también ayudan a esta cualidad, pues reducen las masas no amortiguadas.

En general, la suspensión del X3 ha sido diseñada para eliminar la inmersión y el cabeceo, y esta es la razón por la cual esta camioneta deportiva realmente brilla. La construcción monocasco ayuda también, y la rigidez de la carrocería y el control del cuerpo son impecables.

En cuanto a la dirección, el nuevo BMW X3 ofrece excelente precisión. Las mejoras en el guiado de las ruedas delanteras y en la cinemática de los ejes, y la dirección asistida con función Servotronic, la cual ajusta electrónicamente el ángulo de giro de las ruedas en función de la velocidad del vehículo, nos permitieron maniobrar con precisión el volante y mantener el carril en las rectas.

Al ser un auto deportivo, desde el principio suena completamente desafiante, porque tiene un conjunto de tuberías M Performance en su sistema de escape. El ruido que produce es áspero, amenazante. Ya en movimiento parece una ronca melodía. Mucho de esto es producto de la fanfarria de escape que se obtiene de las actuales máquinas de rendimiento con turbocompresor. Una banda sonora tan excelente solo aumenta la sensación de querer ir más rápido.

Junto con una sublime caja de cambios automática de ocho velocidades y su sistema de tracción a las cuatro ruedas, el M40i se siente tan rabiosamente rápido como algunos de los coches M históricos más famosos de la compañía.

Los amortiguadores, que se adaptan a cualquier tipo de terreno, hacen un gran trabajo para atar el cuerpo del X3 en sus modos de conducción más deportivos. Esto evita que el auto pierda estabilidad y pueda enfrentar, sin problema, cualquier superficie –incluyendo ríos–, pendientes y bajadas.

Mejor aún, los frenos M Performance muerden fuertemente y la dirección es pesada y directa, aunque pudimos personalizar la configuración del vehículo para hacer que sus modos de suspensión y motor fueran más firmes.

El X3 incluye el paquete EfficientDynamics de BMW, que ofrece recuperación de la energía del freno y dirección con asistencia eléctrica. Ambos sistemas no solo hacen que el vehículo sea más eficiente en el uso de combustible, sino que también emiten menos cantidades de gases nocivos.

En general, el BMW X3 M40i tiene un mejor manejo que el promedio de las camionetas de su tipo, por lo que podemos afirmar que el M Performance fue el golpe maestro de la empresa alemana.

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