Whisky, ¿nuevo combustible para autos?
Una universidad escocesa produjo un biocombustible en base a los desechos de destilación del famoso trago que podría usarse en los autos.
Escocia es un país reconocido a nivel mundial por ser uno de los principales productores de whisky.
Su conocimiento de cientos de años del destilado no sólo le ha permitido elaborar un producto de calidad. Ahora también han sido capaces de descubrir una nueva propiedad del exclusivo trago: ser un biocombustible.
La Universidad de Napier en Edimburgo, capital de Escocia, está comenzando a producir un tipo de biocombustible a partir de subproductos del whisky. Según aseguran, es 30% más eficiente que productos ya existentes como el etanol, según señala BBC Mundo.
El “biobutanol”, como fue bautizado, se obtiene mediante el uso de “pot ale”, el líquido que sobra tras la destilación en los alambiques de cobre y el “draff”, el grano de los cereales utilizados en el proceso de elaboración de la bebida, según informa la agencia de noticias EFE.
Para entender el proceso se debe tener claro que en la preparación del whisky quedan dos subproductos: uno es el residuo líquido de las calderas de cobre y, el otro, la zupia de los granos de cebada. Ambos participan en la fabricación del butanol.
Según explican los investigadores de la universidad, a diferencia de lo que ocurre con el etanol, “no hay que modificar los motores de los vehículos ni es necesario cultivar cosechas, puesto que nosotros trabajamos con residuos de una de las mayores industrias de Escocia”.
Los científicos, que ya solicitaron una patente y quieren crear una compañía para comercializar su descubrimiento, dicen haberse inspirado en un proceso desarrollado un siglo atrás por el químico Chaim Weizmann.
Fue él quien estudió la fermentación del butanol como parte de un programa de producción de goma sintética y el proceso se utilizó más tarde para la fabricación de explosivos.
Tras los investigadores de la universidad trabaja la destilería de Glenkinchie, ubicada en East Lothian, Escocia, quienes han hecho lo propio durante dos años en este proyecto.
Además, la iniciativa cuenta con el financiamiento de Scottish Enterprise, organismo de apoyo al empresariado que cuenta con la ayuda del gobierno escocés.
Según la BBC, la universidad planea formar una compañía para lanzar el producto al mercado y tenerlo disponible en algunas estaciones de servicio. Una noticia que suena y sabe muy bien, ¿verdad?
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