4 vinos para quedar bien en una comida de negocios

Cuando tienes una .comida de negocios y por alguna razón terminas siendo el encargado de ordenar el vino, no siempre puedes cederle a alguien más el honor. Pero al recibir tal responsabilidad, puedes demostrar que sabes no sólo del mundo empresarial, sino también de los placeres de la vida.

Si te encuentras con un cliente, es tu oportunidad de mostrarte asertivo y seguro de ti.

Por esto a continuación te mostramos cuatro vinos que comúnmente puedes encontrar en las cartas de vino en México y cuyos precios no son estratosféricos. Son ideales para una comida de trabajo.

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Pesquera Crianza, España

Este vino Ribiera del Duero, de la casa de Alejandro Fernández, es de buen cuerpo y se lleva con platillos a base de carnes. El vino está hecho con uvas tempranillo y se fermenta en barricas durante dos años, lo que le da profundidad, riqueza y una textura sedosa. Al paladar destacan tanto los frutos y en el aroma las tonalidades dulces del roble.

Casa Madero Shiraz, México

Este vino de tonalidades púrpuras proviene de la región de Parras, en Coahuila. Acompaña bien a platillos de sabores fuertes a base de carnes, como cortes marmoteados, pato, cordero. También se lleva bien con los quesos maduros. A la nariz tiene tonalidades de café, ciruela, chocolate, especias y zarzamora. Al paladar predominan los tonos amargos y la intensidad es reducida. Se fermenta en barricas de roble americano entre 12 y 15 meses.

Aquí, más sobre el proceso de elaboración:

Los Vascos Gran Reserva, Chile

Perfecto para una comida en una tarde templada con platillos a base de carnes o un platón de quesos maduros en la sobremesa. Proveniente de la región del Valle de Colchagua, este Cabernet Sauvignon tiene un color rubí intenso, casi negro. A la nariz tiene evocaciones de café y vainilla, así como frutos negros. Al paladar presenta una combinación de fruta y madera.

Altos Las Hormigas, Malbec clásico, Argentina

Perfecto para platillos ligeros, como pastas a base de mariscos. Este Malbec de la región de Mendoza combina las técnicas vinícolas de la Toscana italiana con las de argentina. Tiene un color cereza brillante con algunas notas rosas. A la nariz ofrece notas delicadas de grosella, así como un dejo ahumado. Al paladar tiene un cuerpo ligero y sedoso. Destacan los sabores afrutados a mango y ciruela. Tiene un final con sabor a especias.

Aquí, imágenes de la entrevista que Eddy Warman hizo con Alberto Antoninni, fundador de esta casa:

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