Ella encontró una forma en la que el gobierno escuche a la gente
Gabriella Gómez-Mont cree que la sociedad civil puede dialogar con el gobierno a través de un proyecto que experimente soluciones para la Ciudad de México.
La sociedad vive un desencanto con sus gobernantes. La Ciudad de México no es la excepción y podría parecer que, en medio de este malestar, fuera menos propicio que el talento de activistas y promotores culturales se uniera con la actividad de politólogos y sociólogos para encontrar soluciones creativas a problemas comunes. Sin embargo, Gabriella Gómez-Mont lo ha logrado durante los últimos cuatro años.
“Hemos encontrado el lenguaje que habla la sociedad”, asegura en entrevista Gómez-Mont, fundadora y directora de Laboratorio para la Ciudad, una iniciativa de innovación cívica y creatividad del gobierno de la Ciudad de México.
El Laboratorio para la Ciudad se conforma de manera formal por 20 personas, entre las que se encuentran a analistas de datos, internacionalistas, politólogos, expertos en tecnología y sociólogos, mientras que la mitad de grupo de trabajo son artistas visuales, diseñadores, arquitectos, activistas sociales y otras ramas creativas.
“Me parecía que no podía existir una unión entre la creatividad y la burocracia”, asegura la promotora cultural.
Hoy, Gabriella cree que el proyecto a su cargo es un ejemplo para las ciudades latinoamericanas por ser pionero en la región. Pero no todo es felicidad para el lugar encargado de experimentar en la urbe, ya que enfrenta el riesgo de desaparecer con el cambio de gobierno en la Ciudad de México.
Una mente creativa
Gabriella es periodista, artista visual, directora de documentales de cine y consultora creativa de diversas ciudades en el mundo, así como para empresas y universidades.
Su labor artística y creativa la han llevado a ser reconocida por el gobierno de Italia. Asimismo, ha sido directora de la Cumbre Mundial de Ciudades y miembro del comité consultivo internacional del alcalde de Seúl en temas de innovación social.
La revista Fast Company la considera una de las 100 personas más creativas de mundo.
Gabriella Gómez-Mont es miembro de TED, Yale World y también fue nombrada World Cities Summit Young Leader.
El interés principal de Gabriella ha sido impulsar al talento joven dentro de los ámbitos creativos.
Gómez-Mont ha aprendido a reconocer sus orígenes en la Ciudad de México. Su niñez transcurrió por los rumbos de Polanco y su adolescencia en el Desierto de los Leones.
El sello de la capital del país la ha acompañado en sus múltiples viajes por los rincones del mundo, pero siempre ha decidido regresar al lugar que la ha visto desesperarse y emocionarse. Hoy habita en la colonia Condesa, aunque sus días transcurren por Iztapalapa o los territorios de la delegación Cuauhtémoc.
Gabriella sabe que la Ciudad de México es como uno de esos amores que te rompen el corazón, pero que tienen la fascinación de tratar de desafiarlos para permanecer en sus brazos y explicar la realidad desde ahí.
A sus 24 años, la joven creativa trabajó con diseñadores, músicos y artistas para lanzar proyectos culturales desde un ámbito multidisciplinario.
Como TED Fellow se ha encontrado rodeada de gente que se desarrolla en diversos ámbitos, a pesar de que su carrera profesional se enfoca en una única rama de estudio.
“Ese fue un gran entrenamiento y una fascinación para crear diálogos multidisciplinarios productivos”, dice Gómez-Mont.
El pasado 13 de julio, el Hotel Marriott Reforma abrió sus puertas para recibir a Gabriela Gómez Monpara hablar de innovación cívica y creatividad urbana en la Ciudad de México como parte de una alianza estratégica con TED Talk, que muestra el talento de los mexicanos.
El Laboratorio
El Laboratorio que dirige Gómez-Mont se encuentra adscrito a la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México.
En un evento en la Ciudad de México, Gabriella conoció a Miguel Ángel Macera, jefe de gobierno de la capital del país, y fue de forma posterior cuando recibió una invitación para presentar un proyecto multidisciplinario para hallar soluciones creativas en la urbe.
La creativa mexicana descubrió que en el mundo existían varias iniciativas similares para las ciudades, como fue el caso de Boston, el Laboratorio de la Mente en Copenhague y el Laboratorio de Diseño de Helsinki, por mencionar algunos.
Así fue como presentó una propuesta que en 2013 se convirtió en Laboratorio para la Ciudad.
“Es uno de los cambios más vertiginosos que he vivido”, dice la ahora funcionaria pública.
El laboratorio se enfrenta a los problemas comunes de la ciudadanía en su trato con una administración gubernamental: retos burocráticos para participar entre las dependencias.
“Nos enfrentamos con las resistencias propias de la operación de un gobierno”, asegura.
En la actualidad, el Laboratorio para la Ciudad se encarga de propiciar el diálogo entre el gobierno y la ciudadanía a través de proyectos piloto y la realización de encuentros multidisciplinarios alrededor de la innovación cívica y creatividad urbana.
“El recurso más utilizado en las ciudades es el talento ciudadano”, comenta.
Gabriella es la encargada de mediar entre la sociedad civil y los atores gubernamentales para analizar soluciones para las distintas problemáticas que enfrenta la capital del país.
“Lo más importante en una ciudad es la integridad de las personas”, dice la activista cultural.
¿Un proyecto a largo plazo?
Una de las preguntas que ocupan la mente de Gabriella es una: ¿podrá el Laboratorio para la Ciudad permanecer frente un cambio de gobierno en la administración local?
La respuesta no es sencilla y le genera incertidumbre, aunque hay ciertos elementos que le permiten ser positiva en el diagnóstico del proyecto que encabeza.
“El Laboratorio ha sido aliado de otros partidos políticos”, asegura Gómez Mont.
Gabriella Gómez Mont, está convencida que el proyecto que dirige puede ser algo más que una simple ocurrencia sexenal. “El Laboratorio debería funcionar como un teléfono rojo entre jefatura de gobierno y sociedad civil”.
José Roberto Arteaga Periodista: aprendiz del periodismo de datos y escudero de Don Quijote. "Deja que el mundo te cambie y podrás cambiar al mundo."