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Economía

En 2024, la gasolina y el gas sí subieron más que la inflación

15-01-2025, 12:13:09 PM Por:
En 2024, la gasolina y el gas sí subieron más que la inflación
© Especial

Inclusive, el precio promedio de la gasolina regular subió 8.55%, según registros de la propia CRE. Esto es más del doble de la inflación de 2024.

A pesar del discurso oficial, la gasolina subió el año pasado más que la inflación; es decir, en términos reales.

Sin embargo, de acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en 2023 el precio promedio de la gasolina (considerando las tres presentaciones: magna premium y diesel), se ubicó en 22.1 pesos, mientras que para el año pasado ese mismo indicador se ubicó en 23.5 pesos por litro, lo que representa un incremento nominal de 6.33 por ciento, cifra que supera la inflación nominal del país en 2024, que se ubicó en 4.21 por ciento.

Inclusive, el aumento en la gasolina regular (la que supuestamente es más barata) fue del doble de la inflación. Las cifras de la CRE señalan que tuvo un incremento nominal de 8.55 por ciento. Pues al 31 de diciembre de 2023 el precio promedio nacional de la gasolina “verde” fue de 22.10 pesos por litro, mientras que un año después fue de 23.99 pesos.

Para el caso de la gasolina premium, el aumento comparando los precios finales de 2023 y 2024 también superó al de la inflación general con 5.57 por ciento; y para el diésel, la tendencia es la misma al registrar una tasa de incremento de 6.20 por ciento versus la inflación del periodo de 4.21 por ciento. Por la trayectoria de los precios pareciera más bien que hubo una contención que no alcanzó a limitar el aumento del año pasado.

De hecho, el precio de otro combustible relevante para la economía mexicana en la vida cotidiana subió mucho más que la inflación el año pasado, incluso considerando que en este mercado existe una competencia directa y un intento de control de precios del mercado. Según las cifras de la propia CRE, en el año 2024, los precios del gas LP subieron 13.69 por ciento, casi tres veces más que la inflación del año ubicada en 4.21 por ciento.

La operación de la empresa Gas Bienestar, creada en el sexenio pasado para vender gas a precios populares, no tuvo un efecto en el mercado y por el contrario el repunte de precios fue la constante, llevando el precio del combustible muy arriba de la inflación y desapareciendo cualquier indicio de control o contención en el precio del gas.

Fue en el año 2021 cuando la Comisión Reguladora de Energía (CRE) implementó la política de precios máximos de gas LP con el fin de evitar que los empresarios gaseros aumentaran los precios indiscriminadamente; la estrategia aparentemente funcionó durante dos años (2022 y 2023), pero el año pasado parece que fracasó la estrategia.

IEPS, “gasolinazos” permanentes

Cuando el gobierno en funciones era oposición exigía que se debía reducir hasta en 60 por ciento anual el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) para el caso de las gasolinas, argumentando que eran los más desprotegidos quienes resultaban más afectados ya que debían pagar lo mismo que los ciudadanos con mayores recursos. Algunos de los legisladores de la entonces oposición incluso exigían que dicho impuesto desapareciera.

Ya como gobierno, el IEPS no solamente no lo redujeron, mucho menos fue desaparecido, sino que desde el año 2018 este impuesto, que efectivamente deben pagar todos quienes compran gasolina por igual, sin importar clases sociales, se ha incrementado sin falta, de acuerdo a la inflación sí, pero claramente es un ajuste anual del que antes se exigía su desaparición.

Para este año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estableció que la gasolina regular tendrá en 2025 un impuesto de 6.45 pesos por litro contra 6.17 pesos en 2024, es decir un aumento de 4.4 por ciento, ligeramente superior a la tasa de inflación del año pasado ubicada en 4.21 por ciento. Para el caso de la gasolina premium ahora tendrá un gravamen de 5.45 pesos por litro, mientras que en 2024 fue de 5.21 pesos, es decir un incremento de 4.6 por ciento, también superior a la inflación del año pasado. Por su parte, el IEPS para el diésel en este año será ahora de 7.09 pesos, cuando en 2024 fue de 6.786 pesos, un incremento de 4.48 por ciento, superior al crecimiento general de los precios del año anterior.

Así, el IEPS no solo no ha desaparecido con los dos más recientes gobiernos, sino incluso se mantiene con la misma política de deslizamiento que se registró en el sexenio de Enrique Peña Nieto, es decir un ajuste mínimo del nivel de inflación, y todo indica que no desaparecerá.

Si bien es cierto que desde el sexenio pasado y lo que va del presente, no se registran ajustes severos como en otras épocas; es decir, “gasolinazos”, también es cierto que hay ajustes que han rebasado la inflación ligeramente, contradiciendo el discurso oficial, además de que los impuestos que antes se tachaban de “abusivos y dañinos para las clases populares” se mantienen y se siguen deslizando año con año. 

En ese sentido, la llamada soberanía energética es sin duda un objetivo de largo plazo que no se ha consolidado y no tiene fecha para hacerlo ya que México tiene problemas de producción y logística que se reflejan en un mercado energético presionado.

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