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¿Terminará (por fin) la guerra en Siria con Trump?

01-02-2017, 6:30:35 AM Por:
Un anuncio con las imágenes de Trump y Putin.

Donald Trump probablemente impondrá una nueva estrategia para poner fin, sobre todo, a las actividades del Estado Islámico (EI), una organización que ha prometido eliminar. 

Ya van seis años desde que comenzó la Guerra de Siria, un conflicto que inició con unas protestas pacíficas en el contexto de la Primavera Árabe y que cuenta con unos 400,000 muertos y con 13 millones de sirios buscando asilo en Europa, la mayor ola de refugiados en el continente desde la Guerra de los Balcanes.

Con Obama, la primera potencia comenzó dando apoyo armamentístico a los rebeldes moderados -los no islamistas- para que derrocaran al régimen del dictador Bashar Al-Assad, aliado de Rusia y de Irán en la zona. Seis años después Assad sigue en el poder y, además ha surgido el autodenominado Estado Islámico, un grupo que a base de decapitar estadounidenses y reclamar atentados en Occidente ha provocado una mayor participación de EU en la zona.

Desde 2014, EU, y posteriormente Rusia, están llevando a cabo ataques aéreos con los que han conseguido debilitar las posiciones del grupo islamista y, por ende, facilitando el avance de las tropas fieles a Al Assad, un sujeto que era rechazado por Obama y apoyado por Putin.

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Pero ahora, llega el impredecible Donald Trump, que seguro impondrá una nueva estrategia para poner fin, sobre todo, a las actividades del Estado Islámico (EI), una organización que ha prometido eliminar.

En realidad, la promesa de Trump va más allá: “Uniremos al mundo civilizado en contra del terrorismo islámico radical, el cual erradicaré completamente de la faz de la tierra”, un All In One en toda regla, utilizando la jerga del póker.

¿Puede poner fin Trump al terrorismo islámico radical en sólo 4 años?

Rotundamente no. Esto es imposible.

Luchar contra el terrorismo islámico radical es hacerlo contra una idea y contra grupos que golpean y que se esconden en cualquier lugar del mundo. Muchos de sus operadores no están identificados como tal y resulta difícil prever cuándo van a actuar.

“Tras el 11 de septiembre, Bush propuso exactamente lo mismo. ¿Y qué ocurrió? Tenemos más grupos y ataques terroristas que hace casi 20 años”, explica el internacionalista de la Universidad Iberoamericana, Francisco Franco.

El profesor matiza que se trata de un fenómeno “complejo” al que no se puede pensar que se le combate sólo con balas.

“Si decide caminar esa ruta se va a chocar una y otra vez con un enorme muro”, añade.

¿Y con el Estado Islámico?

La respuesta corta es sí, puede hacerlo.

De hecho, el mayor interés actual de EU en Siria es poner fin a las actividades del EI, ya que no hay grandes inversiones de la primera economía ni Al-Assad es su aliado al que proteger, según explica el profesor Antonio Gil Fons, de la Universidad de Guadalajara.

La diferencia entre el EI y otras organizaciones terroristas, radica en que tiene un territorio que controla y que está bien definido. Se sabe dónde están y se puede golpear en algunas de sus estructuras principales como sus infraestructuras petrolíferas, una de sus principales fuentes de financiación y que han sido el blanco de los bombardeos.

La siguiente pregunta es cómo acabar con ellos. ¿Ataques aéreos o tropas estadounidenses en el territorio?

El internacionalista de la Universidad de Guadalajara espera que con Trump se van a intensificar los bombardeos en la zona, pero ve poco probable que veamos botas estadounidenses sobre el terreno, ya que el recuerdo de los miles de soldados muertos en Irak está todavía muy fresco. “Sería altamente impopular”, comenta.

En ese aspecto, ve viable una mayor coordinación con Rusia para los bombardeos, mientras que el trabajo de tierra para atacar al EI lo pondrán los rebeldes, el Ejército Sirio y los kurdos, un pueblo dividido entre cuatro países y que desde hace un siglo reclama un territorio propio, como le prometieron las potencias vencedoras de la I Guerra Mundial.

¿Cómo va a cambiar el escenario con Donald Trump?

La política de Obama era de ataques aéreos para desestabilizar al EI y apoyo a los rebeldes como alternativa al gobierno de Al-Assad. Con el demócrata, el todavía presidente del país árabe no podía continuar en el poder en una Siria en paz.

Ahora, con Trump se abren para los académicos dos escenarios posibles.

  1. A) Trump decide seguir con su política de “Estados Unidos Primero” y comienza a reducir los bombardeos y operaciones en Siria, como defiende el profesor de la Iberoamericana.
  2. B) Se intensifican los bombardeos y se aproximan posturas con Rusia, como piensa el de la Universidad de Guadalajara.

Con respecto al A, Franco cree que sería “desastroso”, puesto que al reducir su participación en la guerra, el espacio bélico sería tomado por Rusia y en una futura mesa de negociación, Moscú lideraría el proceso de transición y tendría mayor facilidad de imponer que Al-Assad siga en el poder.

Mientras que en el B, Gil Fons piensa que Trump aumentará el número de bombardeos porque su “principal interés” es acabar con el Estado Islámico. Rusia podía cooperar también en esa misión, por lo que Putin podría ofrecer la destrucción del EI a cambio de mantener a Al-Assad.

“La clave va a estar en cuál será la relación Trump-Putin”, apunta Gil.

Entonces, aquí el que más gana con Donald Trump es Al-Assad, ¿no?

Desde luego. Es posible que Al-Assad hiciera una buena fiesta para celebrar la llegada de Trump.

En negociaciones de paz celebradas hasta ahora, que Al-Assad siga en el poder o no era uno de los mayores puntos de conflicto entre EU y Rusia.

Con la nueva administración, podemos presuponer que debido a una mejor relación Rusia-EU Trump, como hemos comentado, cambie la ayuda para destruir al EI para no cortar la cabeza del presidente sirio.

¿Estamos más cerca del fin del conflicto?

“Yo creo que no, estamos más cerca de ver al régimen de Al-Assad consolidado”, opina el maestro Franco.

Por su parte, Gil considera ver más próximo el fin del conflicto entre los rebeldes y el conflicto sirio. La solución sería mantener Al-Assad en la presidencia y la creación de un gobierno de unidad nacional en el que participen los rebeldes. “Los rebeldes están perdiendo territorio, o aceptan eso o serán destruidos”, vaticina Gil Fons.

Entretanto, resulta complicado saber cómo evolucionará la guerra contra el EI. Pero es a buen seguro que continuará, ya que ni Moscú, ni Washington, ni Damasco quieren ver la existencia de un territorio dominado por el terrorismo islámico.

En caso de que el Estado Islámico fuera efectivamente destruido, la pregunta que surge es ¿Y después qué?

Para Franco, es fundamental que en la nueva Siria se creen unas fuerzas militares sólidas que garanticen la resolución de situaciones de manera pacífica y que puedan actuar contra futuras insurgencias en un país muy fragmentado.

“Ahora hay un enemigo común, el Estado Islámico. Pero, ¿qué pasara en la posguerra con todas las diferentes etnias y confesiones religiosas que hay en el país?”, pregunta Gil.

autor Periodista especializado en información financiera e internacional. Ha trabajado para medios desde México, Colombia, Portugal, Japón y España. Autor del blog sobre inversión en bolsa www.euroaeuro.com
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