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Rivera del Duero: la tradición del vino se acerca a los jóvenes

28-06-2019, 10:31:49 AM Por:
© Arturo Aguirre

La denominación de origen Ribera del Duero reconoce el potencial de los jóvenes como consumidores de sus vinos y se transforma para acercarse a ellos

Hace 2,500 años se encontró la primera referencia vinícola de la Ribera del Duero: el yacimiento de Pintia, antigua ciudad vaccea [habitantes de España antes de la conquista romana], en la localidad de Padilla de Duero, municipio de Peñafiel. Ahí se encontraron residuos de vino, lo que confirmó que desde entonces ya se producía.

La denominación de origen Rivera del Duero, como hoy la conocemos, se otorgó en 1982, luego de que viticultores y bodegueros tuvieron la iniciativa de impulsar los viñedos y la calidad de los caldos de la cuenca del río Duero.

Viñedos
Depositphotos

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Desde entonces se han puesto en marcha nuevas prácticas de cultivo y tecnologías para la elaboración del vino, y el Consejo Regulador, presidido por don Enrique Pascual García, ha hecho de la Ribera del Duero un sinónimo de calidad.

Hoy, 315 bodegas con más de 1,200 marcas de vino llevan el sello de la denominación de origen Ribera del Duero. Son tintos y rosados, desde jóvenes hasta Gran Reserva. “No todos los vinos son iguales”, advierte don Enrique. “La tierra y el clima son comunes, pero cada bodega tiene su forma de trabajar. Eso es bueno porque los vinos son diferentes”.

El consumidor es el más beneficiado de que exista tal variedad, pues puede decidir entre cientos de marcas la que más le guste y se adapte a su bolsillo; además, tiene posibilidades infinitas de probar nuevas cosas, perder el miedo y arriesgarse. El problema es para el bodeguero, pues al haber más marcas, tiene que ofrecer más calidad en sus productos.

“Existen diferentes nichos de mercado, pero eso no significa que algunos vinos sean malos; son de calidades diferentes. En una región vinícola tan amplia no se puede pensar que todos tengan la misma calidad. Si compro una botella de 250 pesos y cuando la bebo supera esa expectativa, y luego compro otro y también supera la expectativa, el concepto de calidad se irá haciendo costumbre. Si gasto 2,000 pesos en un vino, es lógico que mi expectativa sea mucho más alta”, reconoce el entrevistado, quien también es presidente de Bodegas Pascual, la compañía fundada por su padre en Burgos, España.

Enrique Pascual García
Arturo Aguirre

Acercarse a los jóvenes y reposicionar el vino español

El Consejo Regulador y los bodegueros trabajan todos los días de manera ardua para mantener la denominación de origen. El Consejo se dedica al control de calidad y actividades de promoción; los bodegueros echan mano de las nuevas tecnologías para no mermar la calidad, pero sin renunciar a sus raíces, a su esencia. Los vinos de la Ribera del Duero son concentrados gracias al calor del verano. Su sabor es potente, con cuerpo y características aromáticas frutales que realzan el vino y le dan potencial para ser criado en barrica de roble.

En esta región se producen alrededor de 100 millones de botellas de vino cada año; cerca del 25% se exporta a países como el nuestro.

“En México se valora mucho la calidad”, explica don Enrique. “El consumidor mexicano es muy exigente; espera mucho de un vino y no ‘se casa’ con una marca solo por ser de la Ribera o de la Rioja. Los mexicanos buscan calidad y legado. El reto ahora es acercarnos a los jóvenes, para que pierdan el miedo de probar ‘un ribera’. No somos vinos elitistas; somos buenos, pero accesibles. Tenemos vinos nuevos que no se parecen en nada a los vinos de los años 90. En esos años, cometimos un error de comunicación al querer hacer que el vino fuera visto como un producto elitista. El mensaje era que para beber una copa de vino tenías que tener un master. Llegó un momento en que nadie quería tomar vino por no quedar en ridículo, y eso no puede ser. La gente debe sentirse a gusto. Ahora estamos haciendo el vino más accesible; lo acercamos a la gente. No se trata de que el consumidor sepa a qué temperatura debe de tomar cierto vino, sino de que le guste o no. Además, nuestras bodegas se están adaptado al nuevo consumidor, a los jóvenes”.

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Las tendencias que son afines con este público son: facilidad para la compra, personalización, sostenibilidad, asociación del vino con las experiencias que el consumidor quiere vivir, experimentación con los cinco sentidos y consumo informal. En general, se debe lograr que los jóvenes dejen de pensar que  el vino es un producto complejo.

Ribera del Duero
Arturo Aguirre

Además de acercarse a este nicho con una estrategia atinada, el Consejo Regulador de la denominación de origen Ribera del Duero enfrenta el reto de volver a posicionar los vinos españoles entre los mejores del mundo. Afirma que en España se producen muy buenos vinos, pero su imagen ha sido muy deteriorada.

La gastronomía española es muy apreciada tanto por comensales nacionales como de otros países. Las valoraciones de restaurantes españoles que los comensales publican en el sitio web de experiencias de viajeros TripAdvisor no bajan de cuatro puntos sobre cinco. Don Enrique dice que no pasa lo mismo con el vino. “Es algo en lo que tenemos que trabajar: poner el vino español a la par de la gastronomía. Y todos los días trabajamos pensando en ese objetivo, creando diferentes estrategias para adaptarnos y posicionarnos en cada país. Como Consejo Regulador, abrimos camino para que luego las bodegas entren en el mercado. Es una de nuestra funciones primordiales”, finaliza el ejecutivo.

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autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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