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Qué futuro le espera a la izquierda con López Obrador

26-04-2017, 6:30:30 AM Por:

La izquierda mexicana vive en la incertidumbre por las divisiones al interior de los partidos políticos, provocadas por el líder de Morena, López Obrador, y sus pretensiones presidenciales.

La guerrilla lo llevó a la cárcel y su lucha lo trasladó a la arena política. Hace casi 30 años, Jesús Zambrano dejó las armas para institucionalizar su causa y confiar en la conformación de un partido político en México: el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Los movimientos sociales de izquierda se convirtieron en una oposición que hoy enfrenta momentos cruciales en su historia. “Hoy vivimos un momento importante, difícil y complicado también, porque la estrategia que se da sobre la base de la segura candidatura de Andrés Manuel López Obrador y la estrategia de algunos personajes perredistas es la de arrinconar al PRD y hacer pensar que ya no figurará en la arena política y electoral”, dice Jesús Zambrano Grijalva, vicecoordinador del Sol Azteca en la Cámara de Diputados y expresidente del instituto político. El Partido del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el PRD son las fuerzas políticas que se identifican dentro de la izquierda del país. Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado a los grupos de oposición que ven un futuro incierto. Morena “es un partido personalista y no es institucional, pero hoy por hoy se queda como el eje de izquierda, sin duda”, dice José Antonio Crespo, analista político e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Las elecciones en el Estado de México y, sobre todo, los comicios presidenciales de 2018 serán decisivos para la definición de una izquierda que hoy se encuentra dividida. La victoria o el fracaso de Morena serán decisivos. El exdirigente del PRD quiere construir una coalición de izquierda y acepta que no importa si de nuevo es como presidente del partido político o como legislador.

Izquierda de altibajos

Movimientos ideológicos como el socialismo y acontecimientos como la represión estudiantil de 1968 han nutrido a la izquierda mexicana, una historia de altibajos. A principio de 1980, los movimientos en desacuerdo con la política gubernamental iniciaron un proceso de unidad y que, en 1987, fructificó en la confirmación del Partido Mexicano Socialista (PMS) y después el Frente Democrático Nacional, que era liderado por Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano. Te recomendamos: La izquierda que quiere Cuauhtémoc Cárdenas para ganar en 2018 En 1988, Cárdenas se convirtió en el candidato de coalición de los movimientos de izquierda en el país, que intentó terminar con el control de la presidencia por parte del PRI. El apoyo de organizaciones sociales y de gran parte de la sociedad mexicana parecían asegurarle la victoria electoral. Sin embargo, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el ganador de las polémicas elecciones celebradas el 6 de julio de 1988. El conteo de votos hecho por un sistema de cómputo a cargo de la Comisión Federal Electoral dio la victoria a Carlos Salinas de Gortari. Manuel Bartlett, entonces titular de la Secretaría de Gobernación, habló de una caída del sistema de cómputo, que se convertiría en una sombra del proceso electoral que ponía a la cabeza, en un inicio, a Cárdenas Solórzano. Las manifestaciones que denunciaban un fraude electoral no se hicieron esperar por las calles de la Ciudad de México. “De tal suerte que el PRD emergió en una coyuntura en la que había sido vulnerada la elección presidencial y arrebatada la presidencia al candidato que había unido a la oposición”, dice la semblanza oficial del PRD. El PRD se fundó el 5 de mayo de 1989 por un grupo de ex militantes del PRI, encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, y dirigentes de izquierda como Ifigenia Martínez, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, por mencionar algunos. “Democracia ya, patria para todos”, fue el lema que unió a los líderes de la izquierda mexicana en un mismo instituto. Pero no todos los amores duran para siempre. La fractura del PRD se dio en 2012, cuando Andrés López Obrador enfrentó a la dirigencia del partido político, asegura Zambrano Grijalva. En septiembre de 2012, el político tabasqueño anunció su salida del PRD y la intención de crear su propia organización política: Morena, asociación civil fundada en 2011. Morena alcanzó su registro como partido político el 9 de julio de 2014, cuando el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) lo aprobó de forma unánime. Su fuerza no tardó en hacerse sentir en el entorno político.

“La ruptura de López Obrador fue decisiva para jalar los votos y simpatías, siendo un líder carismático que el PRD no tiene”, explica Crespo.

Jesús Zambrano no celebra la decisión de los senadores que optaron por abandonar la bancada del PRD, ya que fue una “acción de deslealtad” para el partido que los llevó al órgano legislativo. “En términos de preferencia electoral no nos va a impactar de manera significativa”, dice el exdirigente del llamado Sol Azteca. La medicina para la izquierda mexicana reside en fijar una línea política que pueda unir a las fuerzas disidentes de la política oficial. El congregar a simpatizantes desde los ámbitos municipales y estatales sería parte del remedio. En lo que respecta al PRD, el legislador considera que lo mejor será renovar los órganos electorales al interior del partido. Otra de las medidas que le urgen a la izquierda es evitar la corrupción de los dirigentes y funcionarios de la izquierda mexicana para fortalecer su posición frente a la sociedad mexicana. Apenas este lunes, El Universal evidenció a Eva Cadena, candidata de Morena a la alcaldía de Las Choapas, Veracruz, mientras tomaba 500,000 pesos en efectivo que supuestamente eran para ser entregados a López Obrador. El acto le costó la candidatura a Cadena, y una respuesta del líder de Morena en la que volvió a acusar a lo que él llama “mafia del poder”.

Elecciones decisivas

Si gana las elecciones presidenciales de 2018, Morena se conformará como la primera fuerza de izquierda del país, aunque no dependiendo el resultado será el eje de la izquierda por algunos años, mientras que el PRD enfrentará una “brutal caída”, explica José Antonio Crespo. En las elecciones federales de 2015, Morena se ubicó como la cuarta fuerza política nacional, con 8% de la votación. Hoy, se encuentra representado por 35 diputados federales hasta 2018, además, es la primera fuerza política en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. “Desde la disidencia del PRD, yo pienso que todavía puede jugar un papel importante en la transformación democrática del país para retomar el camino de la transición, la cual ha sido truncada y pervertida”, asegura Fernando Belaunzarán Méndez, exdiputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión. Te recomendamos: La lenta agonía del PRD El parlamentarismo es la solución a los ojos del exlegislador, y no transitar con Andrés Manuel López Obrador a la modernización del presidencialismo. Fernando Belaunzarán no se encuentra cerrado a entablar un diálogo con Morena, pero pide que exista un programa que se distinga por la concordancia en los temas centrales de acción. La izquierda del país no es fácil de observar en el futuro. La sombra de Andrés Manuel López Obrador se extiende con su carisma sobre las preferencias de voto de los electores. “Habrá que reconstruir a la izquierda”, dice quien fuera dirigente universitario. El político insiste que debe existir una democracia económica para que pueda existir la izquierda mexicana y se pueda enfrentar a la brecha de desigualdad.

“Me veo impulsando una izquierda de causas e impulsar la democracia, igualdad, justicia y cambio de régimen”, dice Belaunzarán Méndez.

Jesús Zambrano cree que el PRD no está muerto. Las alianzas políticas que pueda establecer el instituto político fundado por Cuauhtémoc Cárdenas son cruciales para revitalizar a la izquierda que no está del lado de López Obrador. “Estamos trabajando por construir un amplio abanico de alianzas, para que nos pongamos de acuerdo en un programa de lo que el país requiere”, dice Zambrano. En entrevista con Alto Nivel en diciembre pasado, Cuauhtémoc Cárdenas señaló que la propuesta de la izquierda debe ser unificadora, “más que llamar a la unidad en torno a una persona habría que llamar la unidad en torno a un programa, esto es lo que yo no veo todavía, ojalá tengamos un debate sobre propuestas yo diría de todos los partidos, de todos los que al final de cuentas vayan a aparecer en la boleta electoral y no tanto pues llamados solo a apoyar a personas, evidentemente a final de cuentas se apoya a una persona, pero yo querría que ese apoyo que uno da con su voto a una persona determinada pues estuviera también apoyando, impulsando algún programa, algunos principios fundamentales”. Jesús Zambrano quisiera contar con una bola de cristal que le adelante el futuro que tendrá la izquierda después de la elección presidencial de 2018, pero no cuenta con el artefacto mágico y las artes de adivinador aún no están dentro de las habilidades políticas. Una breve sonrisa revela que en la arena política por donde transita la izquierda el único camino cierto es de la incertidumbre, lo cual no le ofrece ninguna satisfacción. “Lo que yo puedo asegurar es que el PRD va a seguir vivo y redimensionado, alimentado de nuevos sectores de la sociedad”, dice el exguerrillero. Zambrano sabe que la prolongación de la vida del PRD depende de la vitalidad de su acérrimo rival, aunque la izquierda mexicana aún no escribe su último capítulo y espera la decisión del electorado en 2018. “Si López Obrador no gana la presidencia del país, Morena dejará de existir”.

autor Periodista: aprendiz del periodismo de datos y escudero de Don Quijote. "Deja que el mundo te cambie y podrás cambiar al mundo."
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