Ella se burló del fracaso y ahora ‘cuida’ a miles de niños con humor
Amparo Serrano es la mujer detrás de Distroller, una marca que a través de la Virgencita Plis y otros personajes se ha convertido en la favorita de los niños. Esta es su historia.
Nota del Editor: Este texto pertenece a nuestra sección Historias de Alto Nivel.
Amparo Serrano siempre quiso crear un personaje que cuidara de la gente de forma divertida. Cuando era estudiante de diseño gráfico en la Universidad Anáhuac del Sur, con 10,000 pesos dio vida al Dr. Chui, un médico capaz de aliviar todo mal con chamoy medicinal, sin embargo, al pedir la autorización a la Secretaría de Salud para comercializar el producto, esta fue negada bajo el argumento de que los componentes del dulce podían destruir la flora intestinal.
Así fue como surgió el nombre de Distroller, una marca desde la que Amparín, como se hace llamar, ha dado vida a varios personajes, entre ellos, a su máximo éxito, La Virgencita Plis.
De acuerdo con la página oficial, el antecedente indirecto de Distroller es El Picudo, un juego de mesa que consistía en descubrir “quién era el más “mamila”, sin embargo, todo empezó por un plato de cerámica que le regaló a su esposo, en el que recreaba la historia de cómo se conocieron con coloridas caricaturas. Amparín, fanática de las manualidades, inició un negocio de accesorios hechos a mano, al que bautizó como “regalos no chotiados hechos a la medida”, que, en un principio, vendía a sus familiares y amigos cercanos, quienes fueron sus primeros clientes.
Desde entonces, un sello de Amparo Serrano ha sido combinar el folclor mexicano con el humor. Ella se autodefine como “una diseñadora 102% mexicana”. Sus interpretaciones creativas, tendientes a la sátira, incluyen palabras en spanglish como “teikirisi”, “guanabís” y, no puede faltar en esta lista, el conocidísimo “plis”.
La cantante que no pudo ser
El abuelo materno de Amparín fue Manuel Espinosa Yglesias, dueño de Bancomer hasta que este banco se nacionalizó en 1982, y su abuelo paterno fue el ingeniero Julio Serrano Pie de Casas, fundador de Cementos Anáhuac. Su familia, conformada por su padre, madre y dos hermanos más, se dedica a la labor filantrópica y a la compra-venta de obras de arte.
Pocos saben que Amparo Serrano estuvo en el grupo musical Flans, de donde la corrieron (como ella dice) antes de grabar el disco. Ese no era su destino. Su madre, la filántropa Amparo Espinosa Rugarcía, siempre la ha alentado a trabajar duro.
Ese esfuerzo combinado con su creatividad son los elementos que la han llevado a estar al frente de una de las empresas mexicanas más originales del panorama actual. En una entrevista para Quién dijo de dónde viene su inspiración: “Mis personajes están en mis sueños persiguiéndome, no duermo, o son caricaturas de las personas que me rodean”.
La Virgencita Plis
Al hacer bolos para los bautizos, Amparín decidió diseñar una imagen atractiva para los niños y así surgió su personaje más famoso: la Virgencita Plis, la cual también está inspirada en una medalla artesanal que la diseñadora vio en un viaje que realizó a Guatemala: “Pensé que Picasso era un mago del realismo ante aquella imagen y la caricatura vino a mi mente”.
La imagen caricaturizada de la Virgen de Guadalupe dio a conocer la marca en sus inicios, y aunque su creación recibió críticas de la iglesia católica porque la consideraban como una burla, poco a poco, se introdujo este personaje en el mercado y consiguió la aprobación de la Arquidiócesis. Ese es un logro del que se enorgullece Amparo Serrano como lo afirma en una entrevista que otorgó a la Universidad Anahuac: “Algunos de los logros que he alcanzado como profesionista es que las personas reconozcan la marca, que a la gente le gusten mis creaciones y que el sector más religioso de la sociedad las acepte”.
En 2008, Distroller entró a la cadena Walmart y, un año después a las tiendas de El Palacio de Hierro. Hoy, Distroller cuenta con más de 30 tiendas en México, que son llamadas “Butik” o “Distroller Güorld”, y es distribuida por otras tiendas departamentales. También se ha expandido a Estados Unidos, India, Venezuela y Ecuador.
Lo que distingue la marca, en las propias palabras de Amparo Serrano, es “el lenguaje, los colores y las caricaturas”, una influencia directa de su ídolo Walt Disney.
Ha sido considerada una de las mujeres más poderosas de México, y aunque ella asegura que su mayor defecto es “la inseguridad”, eso no ha pesado para que su marca se mantenga en continuo crecimiento.
Uno de sus retos es evitar la estigmatización del género femenino, debido a que su línea de productos Ksi-merito, pertenecientes a la colección “Neonatos”, han recibido una oleada de críticas. La responsabilidad social implicaría deshacerse de los estereotipos de género asociados por mercadotecnia a estos juguetes y evitar la imposición de ciertos roles en las niñas consumidoras. Ante ello, su mantra es: “Dejar atrás el que dirán”.
Del estante al cine
Además de la venta de accesorios, muñecas y peluches, útiles escolares y hasta dulces, algunas marcas como Klennex o Scribe han usado los diseños de Amparo Serrano en sus productos. Para promocionar la línea de libretas Distroller de Scribe, le realizaron una entrevista donde ella reveló el secreto de sus creaciones: “Nada de computadora. Yo soy de básicos. Me gusta el papel y la tinta”.
Mientras Distroller se perfila como una de las empresas más rentables, Amparo Serrano hace honor a la tradición familiar de filantropía y cuenta con una fundación que lleva su nombre. La diseñadora espera conquistar el mercado europeo abriendo su primera tienda en España y filmar una película a partir de personajes de Distroller como las Chikihadas o Chamoy y amigüis, lo cual no parece lejano, pues ya firmó una alianza con Cartoon Network en 2014 para trasmitir caricaturas inspiradas en sus creaciones.
Para ella, su marca “significa atreverte a decir lo que piensas, ser uno mismo y no tener miedo, por lo tanto, Distroller no me define, yo creo que yo defino a Distroller”.