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¡Alerta! Ahora los niños sufren diabetes tipo 2

14-11-2014, 8:08:41 AM Por:
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La obesidad e inactividad física ha puesto en estado vulnerable a la población infantil, que incrementa el caso de diabetes tipo 2, antes exclusiva de adultos.

La diabetes es una enfermedad que tiene en jaque a la población adulta de México desde hace un par de décadas, pero ahora pone en riesgo al futuro del país: los niños.

Según la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), 6.4 millones de mexicanos viven diagnosticados con esta enfermedad y, aunque especialistas aseguran que no hay datos oficiales ni específicos referentes a la población infantil, admiten que el porcentaje de menores con diabetes mellitus tipo 2 ha crecido exponencialmente.

“Estamos viendo en el caso de pediatría una transición en la diabetes de los niños. Antes, el 90% de los pacientes tenían diabetes mellitus tipo 1 (conocida como diabetes juvenil), sin embargo, ahora, paralelo al problema de la obesidad, de los nuevos casos que atendemos, el 45% son de diabetes tipo 2, una enfermedad que antes se identificaba como exclusiva de los adultos”, asegura Patricia Medina, endocrinóloga pediatra del Hospital Infantil de México, Federico Gómez, y miembro de la FMD.

La diabetes mellitus tipo 2 generalmente encuentra su origen en una mala alimentación y la escasa actividad física. La obesidad es un problema creciente en México y la población adulta ha extendido los malos hábitos a los niños. Según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2012), el 34% de los niños tienen sobrepeso u obesidad, mismos problemas que presentan 1 de cada 3 adolescentes.

La poca actividad física es otro reflejo. Mientras en los mayores de 18 años, el 57.6% asegura ser inactivo físicamente, según un estudio de la Conade y el INEGI de agosto pasado, el 60% de los niños no realiza ningún deporte en equipo y 64% no hace ejercicio, señala el reporte Situación de la familia y la infancia en México, elaborado en 2011 por el Centro de Estudios Sociales y de la Opinión Pública de la Cámara de Diputados.

La Secretaría de Salud señala que este fenómeno es más notorio en algunas zonas del país, en donde el estilo de vida es más sedentario y hay un mayor consumo de harinas, carbohidratos y azúcares refinados.

Los estados con prevalencias más altas a la diabetes son el Distrito Federal, Nuevo León, Veracruz, Tamaulipas, Durango y San Luis Potosí.

Con el reloj en contra

El incremento de riesgo de diabetes tipo 2 en los niños es derivado de una vida sedentaria, en la que la televisión y la computadora se han vuelto sus principales aliados. Según diversos estudios y datos de la Federación Mexicana de Diabetes, los niños pasan hasta siete horas frente a una pantalla, ya sea de videojuego, televisión, celular o computadora.

“Lo ideal sería implementar programas que vayan dirigidos a la vida en el hogar y escolar. Muchas de las escuelas no tienen espacios para realizar actividad física y lo único que tienen son dos horas a la semana, pero lo recomendable son 60 minutos los 7 días de la semana y reducir al mínimo la estancia frente a pantallas, un máximo de dos horas al día”, dice la especialista Patricia Medina.

Y ante los malos hábitos, ¿cuánto tiempo tiene un niño antes de generar síntomas diabéticos? Esperar una respuesta es como echar una moneda en el aire. “Estamos viendo que estos casos de diabetes se presentan en la adolescencia, después de ocho o 10 años de vivir con malos hábitos saludables” dice Medina.

Sin embargo, aclara que no necesariamente puede ser este tiempo. “Hay pacientes que desde los siete años de edad pueden iniciar con la diabetes”. En estos casos se conjuntan otros factores para el niño: Uno de ellos es el antecedente familiar en personas de primero y segundo grado (padres, abuelos o tíos) o bien si fue un niño que tuvo un peso alto al nacimiento (más de 4 kilos), pesan menos de dos kilos y medio, o que no fueron alimentados en el seno materno.

La especialista de la Federación Mexicana de Diabetes asegura que el incremento de los niños con diabetes tipo 2 es un fenómeno nuevo, y por lo tanto aún no se sabe el tiempo que los menores pueden permanecer asintomáticos. En los adultos, los estudios revelan que el tiempo puede ser de hasta 10 años.

Los síntomas sí son fácilmente detectables: El niño tiene mucha sed, orina mucho y pierde peso inexplicablemente.

“Si el niño tiene mucha sed, orina mucho y pierde peso inexplicablemente, hay que acudir inmediatamente al médico y con mayor razón si existe un antecedente de sobrepeso u obesidad, porque son indicativos de que puede estar presentando alteraciones de glucosa en el metabolismo”.

La importancia de comenzar un tratamiento lo más pronto posible será fundamental para evitar complicaciones a mediano y largo plazo, entre ellas el daño a nivel ocular (retinopatía diabética), renal (nefropatía diabética) y en los nervios periféricos (neuropatía diabética).

Un tratamiento costoso

Una vez con diabetes, la vida del paciente cambiará para siempre, no solo por estar sometido a cambios físicos y de alimentación, sino porque deberá destinar una parte de su presupuesto para el tratamiento.

Según datos de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), esta enfermedad representa un gasto a nivel mundial de 548 000 millones de dólares al año en su atención y complicaciones. Este organismo indica que los pacientes invierten el 25% de los gastos en tratamiento; 25% en sus complicaciones y 50% para la asistencia médica general.

La IDF estima que en América Latina, las familias con algún diabético desembolsan entre 40% y 60% de su ingreso para su cuidado.

Un mexicano con diabetes puede gastar en tratamiento de 20,000 hasta 80,000 anuales, dependiendo de la complejidad de su enfermedad, calcula Rodrigo Muñoz Soto, Investigador de la Carrera de Biotecnología del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México.

El académico asegura que un paciente responsable tiene que invertir en la medición de sus niveles de azúcar con ayuda de un glucómetro, que cuesta entre 6,000 y 10,000 pesos; tiras reactivas, que valen de 200 a 300 pesos, en un paquete de 50 que alcanzará para poco menos de un mes.

Los pacientes que utilizan insulinas invertirán hasta 2,000 pesos adicionales. Además, cada tres meses deberá invertir en un monitoreo a través de hemoglobina glucosilada.

“Este tipo de enfermedad se considera un gasto catastrófico porque es un tratamiento que primero requiere modificar el estilo de vida, y más en los niños, que deberán adoptar un plan de alimentación que les permita seguir desarrollándose”, señala Patricia Medina.

La especialista agrega que, según un registro aproximado de los pacientes que atiende el Hospital Infantil de México, solo el 12% lleva un buen control, por lo que el porcentaje restante corre riesgo de generar complicaciones a largo plazo.

La Secretaría de Salud informó la semana pasada que, a un año del lanzamiento de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control de Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, se ha logrado una disminución del 2% de las muertes por diabetes en México, que hasta 2013 fueron 78,000 personas –la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares.

“No veremos los resultados tan pronto. Estas campañas de prevención y fomentar la actividad física es algo que se debió iniciar hace mucho tiempo”, concluye el investigador del Tec de Monterrey, Rodrigo Muñoz Soto.

autor Periodista, director digital de Alto Nivel, profesor universitario, amante de la música, deportista, maratonista, spartan y aprendiz de baile.
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