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Negocios

5 consejos prácticos para educar al niño inversionista

29-04-2014, 4:58:25 PM Por:
5 consejos prácticos para educar al niño inversionista fifu

Enseñarle a un pequeño el valor del dinero y el trabajo es todo un reto. Pero si aprende a planear, ahorrar y administrarse tendrás a un gran inversor.

Muchas personas tienen problemas para el manejo de sus
finanzas personales. El 7.89% de las cuentas de crédito al consumo tienen morosidad,
mientras que el 52.4% de las compras que se hacen con tarjeta de crédito no
tienen ningún tipo de tasa preferencial. Estos son solo algunos ejemplos de la falta
de cultura financiera
que hay en nuestro país.

La educación financiera debe ser inculcada desde que somos
niños. El problema es que los planes de estudio de niveles básicos no
contemplan esta temática, por lo que queda totalmente en manos de los padres.

Por eso, a continuación te presentamos cinco pasos para enseñar
de finanzas personales a tus hijos.

1. Cuanto más temprano, mejor

Actualmente los niños adquieren conciencia del concepto de
dinero
a edades muy tempranas, debido a que ven cuando vas a una tienda y compras
lo que quieres a cambio de un pago. Cuando tu hijo te pida dinero porque quiere
un caramelo o un juguete, es el momento adecuado para empezar con su educación
financiera
. Esto ocurre aproximadamente cuando tiene entre cuatro y seis años. Usa esta edad como referencia.

Hay que dejarle claro cuál es el origen del dinero y el
porqué de su uso. Dile a qué te dedicas y qué es lo que haces para tener
ingresos; explícale que no siempre puedes pagar con los productos o servicios
que comercializas, para obtener los bienes que necesitas (trueque), y por eso
tu trabajo tiene un valor, el cual es remunerado con una cantidad de dinero
definida.

El objetivo es que tu hijo entienda que el dinero no sale
por arte de magia de un cajero automático y que no se puede tener todo solo con
el poder de tu firma.  

Debe quedarle claro que el dinero cuesta trabajo y por lo
mismo hay que cuidarlo.

2. Enséñale a planear

¿Cuántas veces has visto (o te ha pasado) que en un centro
comercial un niño
pida a sus padres un juguete, cuya compra no estaba planeada?
Claro que queremos dar todo a los hijos, pero hacerlo de manera irracional solo
hará que subestimen el dinero o, peor aún, que recurran al crédito de manera
indiscriminada. Aun cuando este desembolso no signifique un impacto fuerte al
presupuesto familiar, explícale que todas las compras deben estar planificadas,
ya que de otra forma podrían estar sacrificando algún bien o servicio que sea
primordial para la familia.

A cambio, establece con él una fecha para realizar esta
compra, de tal forma que te dé tiempo suficiente para ahorrar y adquirirlo. Si
necesitas modificar el presupuesto familiar, procura que tu hijo esté
consciente de estos ajustes para que así todos estén de acuerdo.

Cuando ya tengan el dinero para hacer la compra, pregúntale
de nuevo a tu hijo si aún quiere ese juguete. En caso de que ahora quiera otra
cosa con un valor similar, entonces sí pueden adquirirla; así se dará cuenta de
que en realidad iba a hacer una compra por impulso, y aunque la nueva
adquisición también lo sea, poco a poco irá entendiendo que ya se hizo un
esfuerzo para poder darse ese “lujito”
.

3. Que aprenda a administrarse

Independientemente de que tú satisfagas todas sus
necesidades financieras, siempre es bueno darle una cantidad semanal (el famoso
“domingo”). Si aún tiene entre cuatro y
seis años
, esta cantidad debe ser más bien simbólica, para que pueda
comprar alguna golosina o un juguete muy sencillo. Permite que gaste ese dinero
como mejor le parezca, pero siempre debe apartar al menos la décima parte. Así
aprenderá que lo primero que debe hacer con el dinero que recibe es ahorrar.

También debe quedarle claro que ese dinero no es un regalo,
sino que es por hacer sus deberes en casa (arreglar su cuarto o tener sus cosas
ordenadas) y cumplir con sus labores escolares, independientemente de que
tengas otras medidas para regular su conducta.

Si ya es un poco mayor (ocho
a 12 años)
, puedes darle una alcancía cuyo fin sea ahorrar para comprar algo
que realmente quiera. Puede ser un videojuego o una casa de muñecas. A esa
alcancía le puedes pegar una foto del juguete que desea, así tendrá presente su
objetivo cada vez que la vea y seguramente depositará dinero de manera más constante.

También es conveniente que le des dinero para gastar en la
escuela de manera semanal o quincenal, pero enséñale a dividirlo para que le
dure hasta la siguiente entrega. Por ejemplo, si le das $100 pesos a la semana,
dale siete sobrecitos etiquetados
con los días de la semana, en donde va a meter $10 pesos en cada uno ($70
pesos), $10 pesos van a la alcancía de Ahorro
y los otros $20 los puede tener de Reserva.
Así, cada día tomará un sobre y limitará los gastos del día a esa cantidad. Si
al llegar la noche le sobra dinero, puede acumularlo a su Reserva o pasarlo
directamente a su Ahorro.

4. Que sepa el valor del dinero

Siguiendo con el ejercicio de los sobres, si un día necesita
gastar más de los $10 pesos que tiene asignados, puede tomar dinero de su
Reserva o de alguno de los otros sobres (pero no de su alcancía de Ahorro), con
la conciencia de que tendrá menos dinero para gastar el día del que tomó
dinero.

Si se acaba el dinero de su semana antes de la siguiente
entrega, puedes adelantarle algo, pero cuando llegue el domingo, cóbrale lo que
le adelantaste. Si bien puede sentirse muy reprimido por unos días, aprenderá
que debe ajustarse a un presupuesto, y si se pasa de este, entonces hay una
consecuencia.

5. No reprimas su espíritu emprendedor

Si tu hijo necesita más dinero, en vez de pedir dinero
prestado, mejor que realice tareas en casa adicionales a sus deberes cotidianos
y por las cuales vas a pagarle una cantidad adicional. Pueden ayudarte a
limpiar el jardín o la cochera. Pero debes explicarle que eventualmente debe
ayudar a realizar esas tareas sin remuneración porque a veces no hay dinero
para pagársela, de esta manera entenderá que también debe cooperar para el
beneficio de toda la familia.

Puedes negociar con tu hijo el aumento de su mesada a cambio de que incorpore labores del hogar en sus deberes cotidianos.

Hay niños que empiezan a recolectar periódicos, latas o
botellas de PET
para venderlos en centros de reciclaje (pero siempre cuida que
tenga un espacio adecuado en casa para el almacenaje temporal de estos
materiales y que lo tenga ordenado).

Otros infantes elaboran gelatinas o sándwiches y los venden
en su escuela, o salen los fines de semana a lavar el auto del vecino. Ten
cuidado de que los materiales o ingredientes que utilicen también se paguen del
dinero obtenido por la venta, aunque tú financies la primera vez. Así sabrán
que su negocio tiene costos de operación y que no todo son ganancias, lo que los
llevará a tener negocios perdurables.

Algunos padres se molestan porque sus hijos trabajan para
obtener dinero adicional, argumentando que no necesitan hacerlo porque ellos
pueden darles todo lo que necesiten. Y seguramente es así, pero si coartamos
sus primero pasos en los negocios, probablemente los estaremos condenando a ser
empleados sin aspiraciones. Por supuesto que hay que evitar el trabajo
infantil
, pero hay que alentar el espíritu emprendedor de nuestros hijos, ya
que su nombre podría estar en alguna de las listas de Fortune cuando sean adultos.

Te invitamos a participar en nuestra trivia.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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