Paga menos por los servicios que consumes
Aunque algunos lo dudan, la suma de pequeños esfuerzos y unos cuantos cambios de hábito pueden ser la diferencia entre tener deudas o excedentes.
Quien lleva la administración de un hogar u oficina sabe que no hacer pagos innecesarios es el reto de todos los días. Y una forma de ser eficientes al momento de llevar un presupuesto no es solo produciendo más, sino .ahorrando costos. Ésta es una máxima de las .finanzas y la contabilidad.
Sin embargo, no basta con que sólo lo entienda aquel administrador encargado de .pagar las cuentas, sino que la cultura de la eficiencia de recursos debe permearse a todos los que ocupan un mismo espacio.
A veces, las etiquetas pegadas en los baños de nuestras oficinas donde te dicen que apagues la luz al salir o que reportes cualquier desperfecto en las tuberías, no son solo lindos adornos o actos de ecología, sino también una forma de proteger las finanzas de todos, pues si la empresa gasta más en ese tipo de detalles que se podrían ahorrar, difícilmente puede pensar en planes de compensaciones para sus empleados y no se diga en .aumentos de salario. Todo está relacionado.
Lo mismo ocurre en el hogar: ¿cómo quieres que tu recibo de luz llegue más bajo si dejas todos tus cargadores conectados todo el día o ni siquiera te has dado cuenta de lo que consumen tus aparatos en stand-by? Parecen actos demasiado sencillos como para que tengan un impacto en tus finanzas, pero créeme: lo tienen.
Recorta lo que no usas
Haz un ejercicio de conciencia y escribe una lista de todos los servicios que utilizas solo una vez por semana o máximo dos.
¿Cuántas veces fuiste la semana pasada al gimnasio en el que estás inscrito (incluso puede hacer ejercicios en tu lugar de trabajo .5 rutinas para mejorar tu masa muscular cuando trabajas) ? ¿Y si mejor ese tiempo lo ocupas en salir a correr o caminar en el parque que tienes cerca? ¿Tu servicio de televisión por cable sólo lo ocupas para ver series y películas? ¿Qué tal si mejor lo cambias por Netflix u otro servicio de streaming? Cuando estás en tu casa, ¿cuántos focos tienes prendidos? ¿Tu familia está viendo el mismo programa de televisión en aparatos distintos? ¿Y si en lugar de tener prendida la calefacción toda la noche, te compras un edredón?
Fíjate como en tan sólo un párrafo aparecieron más de un servicio que podrías minimizar.
A veces estamos tan inmersos en nuestras rutinas que pasamos por alto algunos vicios que tenemos y que nos hacen perder dinero, y que conste que no estoy hablando del cigarro, del cual podríamos discutir ya no en términos de salud, sino en impacto a tu bolsillo. O no se diga ese “starbucks” que te tomas todas las mañanas camino a tu oficina, pudiendo hacerte tu propio café, que te saldría casi 60 pesos más barato.
Otro buen consejo es leer instructivos. Sí, ya sé que esta comprobado que pocos lo hacen, pero afortunadamente muchos de los aparatos que nos rodean se han vuelto tan sencillos de utilizar que ya no necesitas leer más de 50 hojas para entenderlos. Además si lo haces, muchas veces descubres todo el potencial que tienen y sin darte cuenta quizá estarás ahorrando menos luz o menos agua.
También procura en tu oficina instalar aparatos con sensores de presencia o claves de encendido para que si nadie los está utilizando se apaguen solitos. Lo mismo los contadores de agua para el baño o incluso los insumos. ¿Tienes políticas de reuso y las das a conocer a todo tu personal?
Haz el experimento. Incluso, hasta puedes hacer concursos en los que con el dinero que ahorres siendo eficiente te recompenses o recompenses a los demás. A veces tener excedentes puede ser más sencillo de lo que parece, pero se necesita disciplina y conciencia.
Antes de sufrir porque el dinero no te alcanza y tomar decisiones drásticas o pedir prestado, te invito que hagas este ejercicio de reflexión y te sientes con presupuesto en mano a planear una estrategia para siempre procurar hacer más con menos.
