Negocio educativo altamente rentable
Si los alumnos no van a la escuela, entonces la escuela va adonde los alumnos, para entregarles educación de primer nivel. Así nació Maple Bear y en pocos años se graduó con honores en el mundo de las franquicias.
Maple Bear nace del trabajo de Canadian Education Centre Network (CECN), organización sin fines de lucro que es apoyada por el gobierno de Canadá y la Asia Pacific Foundation of Canada, con el objetivo de comercializar la educación canadiense en el extranjero y atraer estudiantes foráneos al país de la hoja de maple.
Poco a poco, la compañía descubrió que existía una enorme demanda de educación bilingüe de alta calidad por parte de los padres de clase media en países emergentes, muchos de los cuales habían estudiado fuera de sus países, particularmente en Canadá.
Así, en 2005 se dio la primera apertura de Maple Bear en Indirapuram, Nueva Delhi (India). Su rápida aceptación originó que, para el año 2007, la organización se convirtiera en una empresa privada con una docena de escuelas en la India, Corea y Brasil.
Diez años después, en febrero de 2017, Grupo SEB (Sistema Educacional Brasileiro) adquirió la franquicia Maple Bear para América Latina y en marzo de 2020 incrementó su participación, adquiriendo 70% de Maple Bear Global Schools. SEB se convirtió en el principal accionista de la marca.
Alto Nivel platicó con Mateo Cuadras Jaume, director de Expansión para Latinoamérica de Maple Bear, una de las franquicias educativas más prometedoras.
AN. Mateo, ¿a qué atribuyes el éxito alcanzado por Maple Bear?
A la combinación de dos factores, principalmente: un excelente producto y la oportunidad y necesidad de educación de alta calidad en distintos países. Si recurres a cualquier evaluación del sistema educativo canadiense, te darás cuenta de que siempre está en el top 10 mundial y entre los primeros lugares de los países de habla inglesa.
Maple Bear ofrece la oportunidad a cientos de familias de enviar a sus hijos a un colegio de educación de primer nivel, y también les permite operar activamente en el universo de la educación a través de la adquisición de alguna de nuestras franquicias.
Nuestros franquiciantes son hombres y mujeres que ingresan a este negocio por dos factores: desean contribuir a mejorar la sociedad mediante la educación y reconocen que esta actividad genera muy buena rentabilidad.
Por si fuera poco, el mercado de colegios bilingües en América Latina está creciendo a una tasa anual del 4% y en México probablemente sea mayor, por su cercanía con el país más importante del mundo.
AN. ¿En cuántos países tiene presencia actualmente Maple Bear?
Hoy estamos en 31 naciones, entre ellas México, donde ya tenemos siete colegios. Chihuahua está cumpliendo 10 años y seis más en fase de implementación para iniciar operaciones en el próximo ciclo escolar, incluyendo Toluca, Querétaro, Hermosillo, Puebla, Pachuca y Morelia. Existen plazas que, por su tamaño, contarán con más de un colegio Maple Bear, como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
AN. ¿Cuál es el perfil de los inversionistas y los montos de inversión?
Con referencia al perfil de los inversionistas, es complicado de definir con exactitud, pues tenemos muchos franquiciatarios que vienen del sector educativo: directores de instituciones académicas, profesores retirados y propietarios de otras escuelas. Pero también existen directivos, pequeños y mediando empresarios y emprendedores que tienen una gran pasión por la educación e interés de obtener buenos dividendos por su dinero.
El monto de inversión varía. Depende del hecho de que el inversionista cuente o no con un inmueble propio y factible para iniciar la operación de un colegio Maple Bear, pero la inversión podría alcanzar entre los 400,000 y los 500,000 dólares.
AN. ¿Cómo apoya Maple Bear a los franquiciatarios?
Nosotros les ayudamos desde el primer día; desde que tienen la inquietud de adquirir una de nuestras franquicias. De manera conjunta seleccionamos la mejor ubicación del colegio, iniciando con una investigación socioeconómica de la zona y luego con un análisis del proyecto arquitectónico-educativo. Posteriormente celebramos el contrato y se procede con la selección, reclutamiento y capacitación continua del equipo docente, así como con las evaluaciones de calidad por parte de expertos académicos de Canadá.
Paralelamente, desarrollamos el plan de negocios, el cual incluye un análisis competitivo: definición de metas, estructura y sueldos, cronograma de contratación, acciones de mercadotecnia y flujos comerciales.
El tiempo promedio que lleva la apertura de un colegio Maple Bear, desde la primera plática hasta que pasa por la puerta el primer alumno, es de entre 12 y 18 meses. Somos muy meticulosos para que, cuando la escuela inicie operaciones, sea un negocio rentable. En conclusión, le ofrecemos a los propietarios un negocio con resultados probados.
AN. ¿Cuál es el tiempo de recuperación de la inversión?
El tiempo promedio de recuperación de la inversión es de entre cuatro y cinco años, aunque tenemos casos en los cuales se recuperó antes. La educación es una actividad muy noble, pues los padres deseamos lo mejor para nuestros hijos y sabemos que la mejor herencia que les podemos dejar es su educación.
La rentabilidad de Maple Bear es muy interesante, pues alcanza el 20%. Además, trabajamos de manera conjunta con nuestros socios para lograr que el punto de equilibrio se alcance al final del primer año de operaciones. No es una regla, pero sí una generalidad.
Es importante resaltar que Maple Bear presenta una pronta recuperación de la inversión pues además de las enormes bondades que ofrece el producto, los colegios existentes en México y considerados súper premium están limitados en cuanto a capacidad de absorber a un mayor número de estudiantes, aunado a que suelen ser muy caros.
Ciertamente existen otras opciones bilingües en el mercado, pero no con los niveles de calidad que ofrecen nuestros colegios. Sin lugar a dudas, existe un mercado desatendido.
AN. ¿Maple Bear es solo una institución de educación preescolar?
No. Maple Bear es un sistema educativo para maternal, preescolar, primaria y secundaria.
Sin duda que la educación es un negocio de largo plazo ya que se tiene la posibilidad de tener estudiantes activos y potenciales durante 14 años.
AN. ¿Qué nuevos proyectos tienen en puerta?
Maple Bear continuará trabajando intensamente a favor de alumnos y profesores, y también de sus franquiciatarios actuales y futuros. Prueba de ello es que los inversionistas no tuvieron que invertir en una plataforma digital para continuar con las clases online como consecuencia del confinamiento, pues a nivel Latinoamérica ya se habían creado las herramientas digitales necesarias.
Nuestro compromiso con los franquiciatarios se ha fortalecido, pues los hemos apoyado con el desarrollo de plataformas, contenidos y metodologías eficientes para que pudieran seguir ofreciendo servicios de calidad a los alumnos, vía internet.
Por otra parte, continuamos desarrollando acciones basadas en escuelas en red, mediante las cuales podremos tener mayor interacción y competiciones entre todas las escuelas Maple Bear.
