Millennials, la esperanza de la Roma y la Condesa para sobrevivir
Los millennials se presentan como la principal oportunidad para las colonias Roma y Condesa ante la crisis que enfrentan por los daños ocurridos durante el sismo del 19 de septiembre.
El barrio cool, la zona aspiracional de la Ciudad de México, hasta hace un mes asediado tanto por locales como extranjeros, el corredor Roma-Condesa, ahora es rodeado por un halo de preocupación tras el sismo del pasado 19 de septiembre.
El futuro no es fácil. Los analistas más optimistas aseguran que su recuperación puede tomar hasta cuatro años.
La Roma y la Condesa comenzaron a tomar esplendor en la década de 1990, tras la reconstrucción por el terremoto de 1985. Ahora, la tarea de impulsar una vez más a la zona recae principalmente en los llamados millennials, jóvenes de entre 25 a 35 años de edad, quienes son los que más la frecuentan, así como las empresas que los emplean en esa franja de la Ciudad.
De los 38 edificios que colapsaron en la Ciudad de México a causa del sismo, nueve se ubicaban en estas dos colonias. Hasta ahora el saldo es de por lo menos 225 muertos en la Ciudad de México, 500 edificios inhabitables y por lo pronto 13 serán derrumbados debido al alto riesgo que implican.
“Hay un estatus alterado, pero eventualmente tendrá que recuperase. Es el centro de un sector importante de la población, principalmente la generación millennial, a la que le gusta mucho ir y en cuanto pase el miedo volverán”, dijo en entrevista Gabriel Zamorano, director general de Iredu México, una firma de soluciones inmobiliarias.
Hasta el 6 de octubre se tenían censados 215 negocios afectados en ese corredor, esto es 3% del total de las unidades económicas registradas ahí, que de acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Económico generaron un valor económico de 24,355 millones de pesos (mdp) en 2017.
“Después del sismo sí hubo cierta intención de salirse, sin embrago, no hay otra zona en la Ciudad que brinde las facilidades de la Roma-Condesa. Así como es absurdo para una trasnacional ubicarse en esa zona, de la misma forma es impensable para una empresa que iba estar en la Condesa moverse a otro esquema de oficinas”, comentó Zamorano, quien espera que la reactivación de los negocios de la zona se dé en unos seis meses.
Parte de las empresas instaladas en la Roma-Condesa brindan modalidades laborales que contemplan que sus empleados lleven a sus mascotas, cuentan con estacionamientos para bicicletas y además están rodeados por negocios que atraen a los jóvenes.
De acuerdo con Zamorano, los precios de las rentas han disminuido en la zona, algo que representa una oportunidad para las empresas que tenían pensado mudarse a esa parte de la Ciudad, “si te ibas a mover, hazlo ya. El mejor momento para comprar es luego de una crisis”.
¿Nueva ubicación?
Para una empresa ubicada en la Roma-Condesa, un cambio por ejemplo al corredor de oficinas de Paseo de la Reforma, puede resultar poco viable. En la Roma o la Condesa rentar una oficina ronda, por lo menos, de 12 a 13 dólares por metro cuadrado cada mes, una mudanza a Reforma implica un gasto de mínimo 26 dólares por metro cuadrado, más cuatro o cinco dólares por mantenimiento y los gastos que impliquen las adecuaciones al inmueble, según datos de Iredu.
Vivienda
En el caso del desarrollo de la vivienda, la recuperación de la zona puede darse en el largo plazo, pues aún hay una serie de reglas que definir.
“Para realizar estimaciones sobre el tiempo que le tomará al mercado recuperarse estamos tomando de referencia lo sucedido en 1985, pero como el grado daños en 2017 fue mucho menor, creemos que la recuperación tardará entre dos y cuatro años, sin embargo, para que se recuperen los niveles de plusvalía que tenían las zonas tomará un poco más de tiempo” dijo Jaume Molet, director general de Lamudi México, una empresa de bienes raíces.
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La reconstrucción
En este sentido, los especialistas consultados, coincidieron en que la reconstrucción de la Ciudad requiere de nuevas leyes, mucho más rigurosas, así como del cumplimiento de éstas.
“El sector inmobiliario junto con las autoridades y la propia sociedad deben empujar su formación y su cumplimiento. La realidad es que la política de desarrollo urbano de la Ciudad debe cambiar, construir nuevas edificaciones debe hacerse bajo estricta vigilancia y tras rigurosos estudios topográficos que permitan garantizar la seguridad de las construcciones”, dijo Molet.
En días pasados, el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera envió a la Asamblea Legislativa la iniciativa de ley para la reconstrucción de la Ciudad de México, que para algunos solo brinda incentivos perversos.
La iniciativa propone que, en caso de que el inmueble derrumbado o demolido tuviera potencial constructivo, niveles edificados y/o número de viviendas superiores a los permitidos en el Programa de Desarrollo Urbano aplicable vigente, estos se reconocerán como derechos adquiridos para el desarrollo de reconstrucción.
También sugiere otorgar un aumento de hasta el 35% respecto del Coeficiente de Utilización del Suelo, Niveles Máximos de Edificación y Viviendas Máximas Construibles permitidos por el Programa.
Esto es, si un edificio tenía pisos de más, pese haber violado la ley, de aprobarse la iniciativa, se reconocerá como un derecho adquirido.
“Se está planteando darle 35% más de altura a un edificio, si construiste tres pisos de más y aún te dan chance de construir más, es un incentivo perverso pareciera que es más bien un negocio que un mecanismo de garantizar la vivienda de las personas, que se tiene que hacer, pero no a costa de legalizar las irregularidades” dijo el urbanista Salvador Medina.
No necesariamente es bueno construir a más altura si no se sabe con precisión el contexto de cada lugar en términos de riesgos, aseguró. Esto porque hasta ahora hay muy poca información pública sobre los riesgos geológicos y sus implicaciones, pese a que se cuenta con tecnología necesaria para construir inmuebles seguros.
Los expertos recomiendan reevaluar los procesos par la renta y compra de inmuebles, asegurarse de que las estructuras cumplan con las formas, pedir los planos de la construcción asó como los dictámenes.
