Las claves que definirán al ganador en el Estado de México
Llegó el momento de decidir. Los mexiquenses tienen en sus manos la continuidad del PRI o una alternancia que nunca ha existido. Te decimos cuáles son los puntos clave en esta elección.
El próximo 4 de junio el PRI se juega su permanencia en el poder en el Estado de México.
Aunque los priistas nunca han perdido esa gubernatura –ni la de Coahuila, que también se disputa el próximo domingo–, arriban a estos comicios con la derrota a cuestas, del proceso electoral de 2016.
En las elecciones del año pasado, el PRI sufrió el peor descalabro de su historia en elecciones locales, al perder en 7 de los 12 estados que tuvieron votación. Entre ellos, Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas, donde nunca había ganado la oposición.
Para la elección del próximo domingo, el panorama no es mejor para los priistas en Coahuila, Nayarit ni Veracruz. En este último, el enojo popular en contra del ex gobernador Javier Duarte será suficiente para bajar las posibilidades del PRI en los 212 municipios que renovarán autoridades.
Sin embargo, su apuesta está en el Estado de México, donde su candidato Alfredo del Mazo camina casi de la mano con la candidata de Morena, Delfina Gómez. Esta es la elección más importante por su peso en el padrón nacional, pues hay en juego 10.8 millones de votos.
Pero “no hay contienda irrelevante” este año, advierte Nicolás Loza, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Por su alineación con las elecciones de 2018, explica, la jornada de este domingo es una especie de tablero de prueba, en el que cada partido comienza a mover sus fichas con miras a la Presidencia.
“Hasta la posición más pequeña puede ser relevante en las estrategias de los partidos rumbo a la elección presidencial”, dice el investigador.
La joya de la corona
En el Estado de México los mexiquenses elegirán a su gobernador número 74. Durante las campañas, las encuestas proyectaron prácticamente iguales oportunidades de triunfo para los candidatos Alfredo del Mazo, del PRI, y Delfina Gómez, de Morena. Sin embargo, nadie puede descartar la fuerza del PRD y de su candidato Juan Zepeda en los municipios del oriente de la entidad. En cambio, para Josefina Vázquez Mota, del PAN, el futuro es menos prometedor luego de una campaña que no levantó sus preferencias electorales en la entidad.
Los partidos saben que la disputa está concentrada en 20 municipios, que han aportado entre 65 y 69 por ciento de los votos en elecciones locales. Estos son: Ecatepec, Tlalnepantla, Zumpango, Tultitlán, Coacalco, Tecámac, Huixquilucan, Nicolás Romero, Naucalpan, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Texcoco, La Paz, Valle de Chalco, Chalco, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Toluca y Metepec.
Con excepción de Chimalhuacán, donde siempre ha gobernado el PRI, el resto ha vivido la alternancia al menos en una ocasión y su comportamiento electoral ha sido diverso en elecciones presidenciales. En el año 2000, cuando el panista Vicente Fox ganó la elección, en 12 de esos 20 municipios el PAN logró la victoria. En 2009, el PRI recuperó su influencia y se impuso en 18 de los 20. Para 2012, con Enrique Peña Nieto como candidato presidencial, los priistas de nuevo lograron la victoria en 17 de los 20 municipios.
Pero Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, aclara que el Estado de México no puede ser visto como un “laboratorio” de la próxima elección presidencial. “Es falso decir que esta elección es el adelanto de 2018, que si el PRI gana aquí seguro ganará la Presidencia”, aclara.
“No tiene nada que ver la elección de gobernador con la elección de presidente”, afirma Campos. “En 2005 Peña Nieto arrasó en su entidad y en 2006 la ganó Andrés Manuel López Obrador”, dice.
Por eso recomienda no adelantarse, pues nada tiene que ver una cosa con la otra. “Los candidatos, los partidos y los ciudadanos son distintos”, afirma.
El dominio priista
Para el PRI será decisivo su voto duro, sobre todo en los municipios del Valle de Toluca, donde ha dominado en elecciones. Aunque ha perdido dominio, todavía es “la minoría más grande”, afirma Loza.
Los priistas concentran su poder electoral en municipios como Toluca, Atlacomulco, Lerma, Almoloya de Juárez, Metepec, Ixtapan de la Sal, Ixtlahuaca, Zumpango y Valle de Bravo. También apuestan por Chimalhuacán, donde nunca ha habido alternancia en el gobierno municipal, y en Huixquilucan, actualmente gobernado por el PAN y donde su candidato Alfredo del Mazo fue alcalde.
Ecatepec es una prioridad. Se trata del municipio de más peso en el padrón electoral del estado y el país con una lista nominal de un 1.2 millones de ciudadanos. Allí Eruviel Ávila fue alcalde antes de ser gobernador de la entidad, pero sus antecedentes de alternancia –la alianza PRD-PT gobernó de 2006 a 2009, y el PAN lo hizo de 2000 a 2003– lo colocan como un territorio de oportunidad para PAN, Morena y PRD, que buscan aprovechar la inconformidad de la población en temas como la inseguridad.
El PRD y su cinturón amarillo
Nezahualcóyotl es plaza que domina el PRD desde 1996. Una sola vez perdió la elección local: en 2009 frente al PRI, pero recuperó el municipio en la siguiente elección de 2012.
Con los municipios de Ixtapaluca, La Paz y Texcoco formó el llamado “Cinturón Amarillo”, por el dominio electoral que el perredismo había mantenido. Sin embargo, en 2012 Morena se impuso en Texcoco con Higinio Martínez. Allí gobernó también la candidata Delfina Gómez de 2013 a 2015, y antes su coordinador de campaña Horacio Duarte, en el 2000. Por lo anterior se espera que este municipio sea terreno de disputa de la izquierda.
No obstante, el PRD todavía tiene fuerza en Valle de Chalco y Tultepec, así como en San Simón de Guerrero, Luvianos, Amatepec, Zacazonapan, Villa Guerrero y Villa de Allende. Sus posibilidades de triunfo también aumentan en municipios como Xonacatlán y Chapultepec, Otumba y Tonanitla, que gobierna el PT, partido que declinó a favor del candidato perredista Juan Zepeda.
Un PAN despintado
Aunque el PAN se despintó en el llamado “Corredor Azul”, que conformaron los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli, todavía tiene fuerza.
Fue en la elección de 1999 cuando el PAN arrasó en este corredor, sumando 11% del total de los votos en la entidad, mientras el PRI obtuvo 7% en esos municipios, aunque ganó la gubernatura con Arturo Montiel.
En 2005, los panistas perdieron terreno en el corredor y sólo lograron 6% de la votación total del estado. Seis años después la caída fue peor, pues sólo alcanzaron 3% de la votación para gobernador.
Así el PRI remontó terreno y ganó también las elecciones de 2015 en Tlalnepantla, Atizapán y Cuautitlán Izcalli, mientras el PAN es gobierno en Huixquilucan y Atizapán de Zaragoza.
En Toluca, capital del estado que nunca ha perdido el PRI, los panistas dieron la sorpresa en la elección municipal del año pasado al quedar en segundo lugar. También tienen presencia en Cuautitlán de Romero Rubio.
Pero la elección del próximo domingo es otra historia. El PRI jamás había tenido rival en las encuestas, y de una manera tan cerrada como ocurre con Delfina Gómez, de Morena. Acaso en la elección de 1999, cuando contendió el priista Montiel con el panista José Luis Durán. El resultado dio el triunfo al PRI con 1 millón 371 mil 564 votos, mientras el panista consiguió 1 millón 146 mil 071.
Pero queda el antecedente de la victoria de Eruviel Ávila en 2011, cuando arrasó en el Estado de México al conseguir 64.9% de los votos, aun por encima de lo que obtuvo Peña Nieto en 2005 y Montiel en 1999.
La elección en números
El padrón y el costo del voto en el estado
Costo de la elección:
2005: 2,684.2 mdp
2011: 2,127 mdp
2017: 2,368.1 mdp
Fuente: Integralia Consultores.
Padrón electoral: 11 millones 331 mil 848 personas,
Costo por voto: 209 pesos.
Financiamianto a partidos: 824.56 millones de pesos
PRI: 225.47 mdp
PAN: 131.62 mdp
PRD: 114.78 mdp
Morena: 89.24 mdp
PES: 55.36 mdp
MC: 53.78 mdp
Panal: 48.37 mdp
PT: 47.43 mdp
PVEM: 47.18 mdp
Virtud Ciudadana: 11.34 mdp.
