King Cobra: la nueva apuesta de Hurricane Harbor de Six Flags México

Cuauhtémoc Blanco llega al parque con el gesto de quien no se adapta al calor de Morelos. Dice que viene tarde porque le cerraron la carretera, que no acostumbra demorarse, que ofrece mil disculpas, que el evento demuestra que Morelos es un lugar propicio para invertir y que no se piensa aventar a la alberca porque no sabe nadar.

Dos minutos treinta y cinco segundos cronometrados para el gobernador, un discurso digno del tiempo de compensación de un partido de futbol. silbatazo final, pirotecnia.

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Luego va, el otrora futbolista y su séquito, a visitar la nueva atracción del parque, un súper tobogán con forma de víbora. Las analogías del ídolo águila y de la serpiente aquí no caben, pero sí unas fotos que aseguren que por aquí pasó Cuauhtémoc Blanco y su esposa, y su exrepresentante hoy convertido en secretario técnico.

Todo fue muy efímero, pero la víbora permanece y, al final, es lo que ha reunido a todo el mundo: al gobernador, al camión de prensa, a los invitados especiales y a los ejecutivos de Six Flags a nivel local e internacional.

En plena época del entretenimiento vía streaming todavía hay toboganes que pueden convocar y detener el tiempo. El milagro lo hizo King Cobra, la nueva atracción de Hurricane Harbor, el parque acuático que opera Six Flags en Oaxtepec.

“La marca Six Flags México es muy importante para la empresa. Cada año invertimos en los diferentes parques que tenemos, y eso incluye los dos que están en México. De hecho, el plan para el futuro es seguir expandiéndonos y trayendo atracciones emocionantes”, dice en entrevista Trent Turner, vicepresidente de ventas de Six Flags Entertainment.

Turner representa una firma que se ve joven, pero no lo es. Six Flags cuenta con 55 años de historia, en los que ha pasado por crecimientos importantes, parques que cerraron al poco tiempo de abrir, una bancarrota en 2009 y un segundo aire del que México ha sido pieza importante para renovarse.

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Macrotrends.net calcula que la marca y sus 22 parques registrados a nivel global tienen un valor de mercado de 4.74 mil millones de dólares. Nada mal para un repunte de ocho años.

Renovarse o morir ha sido el mantra que ha seguido la compañía texana desde su recuperación económica.

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De acuerdo con Turner, esto pasa más por concentrarse en el pujante negocio de los parques recreativos y dejar de lado otro tipo de posturas.

“(El tema de la tensión política entre Estados Unidos y México) no ha mermado desde el punto de vista de negocios. Seguimos operando de manera habitual, no creemos que el entorno haya afectado gran cosa”, asegura Turner.

Igualmente, se han adaptado a los diferentes públicos, pues, de acuerdo con el directivo, no sólo han cubierto Norteamérica con sus parques acuáticos y temáticos, sino que prevén una expansión importante hacia Medio Oriente y el resto de Asia, con la finalidad de seguir creciendo la experiencia de las seis banderas.

Six Flags México hoy compite contra otros grupos de parques de diversiones que han tomado fuerza en el país, como el Grupo Ventura, pero es indudable que también hay competencia en giros del entretenimiento que han registrado alcances insospechados.

“Lo que nos dicen nuestras investigaciones es que, sin importar la edad, los adolescentes quieren seguir experimentando esa sensación física, la emoción que uno vive cuando se desliza por un tobogán. Sabemos que competimos con otras experiencias, como los videojuegos, pero también sabemos que nosotros debemos entregar una experiencia que es imposible obtener en el mundo virtual”, contrasta Turner.

Esto no quiere decir que la firma rehúya de la tecnología, por el contrario, de acuerdo con el vocero, están en un proceso por reconocer cómo incluirla para lograr experiencias más inmersivas.

En tanto, también trabajan por innovar en el terreno que mejor conocen, en el que se sienten más cómodos, y un ejemplo es la nueva atracción de este parque, en la que los usuarios alcanzan velocidades de 50 km/h en un recorrido de 140 metros y una caída de casi 8 metros de altura.

“King Cobra tiene un lugar prominente en el corazón del parque. Es una estructura que tiene apariencia única, que alberga dos toboganes para que los visitantes se lancen de forma simultánea y al final del recorrido terminen en las mandíbulas de la cobra. Es una de las mejores cosas de trabajar para una empresa como ésta: te vuelves creativo, inventivo, y entregas un producto que emociona a la gente”, remata Turner, mientras al fondo, la víbora, con sus colmillos amenazantes, permanece.

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Ricardo Dorantes