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Innovación

La tarjeta de crédito digital que quiere competir con los bancos

11-02-2020, 6:00:47 AM Por:
© Stori

Stori, una Fintech mexicana creada en enero de 2019, quiere que se deje de satanizar el dinero plástico y su producto busca fomentar la inclusión financiera.

La inclusión financiera es uno de los grandes retos que las empresas del sector Fintech tienen por delante, considerando la baja penetración del segmento crediticio y de la cultura financiera en el país; fue así como hace un año nace Stori.

Stori es un movimiento de inclusión financiera, creamos esta compañía para ofrecer diferentes productos financieros para el mercado mexicano y deseamos ofrecer el producto que cada persona que se acerque a la empresa esté buscando; para ello nos constituimos como Sofom (Sociedad Financiera de Objeto Múltiple) y hoy día hemos dado pasos sólidos en el segmento de mercado en el que competimos”, dice Marlene Garayzar, cofundadora y vicepresidenta de la compañía.

“El año pasado estuvimos trabajando el producto, requiere mucho trabajo de coordinación con los partners que tenemos, también un trabajo intenso de nuestra parte para poder hacer posible un producto como este y, sobre todo, que es la primera tarjeta de crédito 100 por ciento digital en el país, entendiendo por ello que el proceso y la operación de la tarjeta es 100 por ciento en línea, por medio de una app, con un proceso de solicitud muy rápido, que no requiere más que identificación oficial para realizarla, junto con el comprobante de domicilio”.

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A pesar de que en el mercado mexicano los riesgos financieros siguen latentes, Stori ve oportunidades en este nicho, especialmente por el potencial de un mercado en el que, según sus datos, apenas 12 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) cuenta con tarjeta de crédito, una cifra muy baja.

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“La tarjeta de crédito es un producto muy noble que lamentablemente ha sido satanizado en el sentido de que anteriormente las líneas de crédito que se aprobaron contaban con líneas de crédito que eran impagables para algunas personas, o se emitieron para personas que no tenían educación financiera, aspecto que nosotros tenemos como parte central del producto”, dice la directiva.

Aademás, no es necesario acudir a alguna sucursal para solicitarla. “Estamos convencidos de que la tecnología ayuda en general a muchas cosas y nos permite también que la experiencia sea totalmente diferente para los clientes, que no haya papeleos, con un proceso seguro y la ventaja de que el manejo también será totalmente digital por medio de la app de Stori”, expresó Marlene Garayzar.

Esta revolución digital en un producto tan popular, pero al mismo tiempo tan difícil de manejar como la tarjeta de crédito, Stori la quiere llevar al máximo, al grado de que es posible que el cliente sepa incluso cuáles son sus patrones de gasto, como una herramienta de control financiero más a su disposición.

Como señalamos, la operación digital de la tarjeta de crédito es el distintivo, desde levantar aclaraciones o consultar dudas, hasta checar el estado de cuenta, con alertas e información específica para saber datos como la fecha de pago con los desgloses respectivos.

Stori

Dado que la idea es impulsar la inclusión financiera y el posicionamiento de la tarjeta de crédito como una herramienta de financiamiento que bien manejada es un elemento más de apoyo en las finanzas de las personas, las líneas de financiamiento de la tarjeta Stori son bajas respecto a las que manejan la mayoría de las instituciones bancarias tradicionales, pero con las ventajas que eso incluye.

“Todo depende de la capacidad de pago, nuestras líneas de crédito van desde 1,000 hasta un máximo de 18,000 pesos; en México sólo 12 por ciento de la PEA tiene tarjeta de crédito, mientras que Colombia está arriba de 20 por ciento, Brasil casi en 30 por ciento y México está rezagado, queremos impulsar el uso de este producto en el país, pero con responsabilidad y una parte importante de esto es otorgar montos manejables a los usuarios”

Para la cofundadora, la letra chiquita de las tarjetas de crédito es un mal que no debe existir, dice que en su producto no es el caso porque eso le resta seriedad a las empresas y afecta la relación de confianza con los clientes, aunque aclara que sí se cobra una anualidad de 300 pesos, como muchas otras en el mercado.

Para le emisión de la tarjeta Stori se asoció con Mastercad, además de firmar un convenio con Banca Afirme para tener acceso a su red de pagos y cajeros bancarios de esa institución.

Marlene Garayzar es optimista y dice no preocuparle una eventual crisis que pudiera provocar en el segmento de las tarjetas de crédito algún periodo de falta de pagos masivos, como ha sucedido en otras épocas. “No nos preocupa, decidimos fundar Stori porque sabemos que haciendo lo que hacemos muy bien vamos a lograr que los clientes no solamente valoren el producto, sino que lo paguen y lo paguen bien, para ello la educación financiera es muy importante porque lo que he visto es que al educar a la gente, nunca amenazándola, se obtienen buenos resultados”.

Stori tiene tanta confianza en el desarrollo de su producto, que Marlene Garayzar expresa que incluso la consulta al buró de crédito para otorgar el crédito es solamente un trámite ya que para ellos tiene un peso específico muy bajo en la toma de decisiones crediticias. La consulta al buró tiene una influencia máxima de 20 por ciento en la evaluación total. La tarjeta Stori cobra por el momento una tasa nominal anual de 69.9 por ciento, más o menos en el rango del mercado.

“Es una tasa que nosotros creemos competitiva para un producto que ofrece mucho más que el promedio del mercado, es un producto para atender a personas que hoy día nadie atiende, el diferenciador principal es que contamos con procesos mucho más rápidos”, nos dice la emprendedora.

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