Grupo Brisas: la apuesta por más hoteles para duplicar sus propiedades

El crecimiento de habitaciones en toda la gama hotelera para los próximos tres años es alentador. De las entrevistas exclusivas que sostuvimos con seis directivos de grandes marcas de hoteles que participan en el mercado mexicano, aunque no las únicas, concluimos que en los siguientes 36 meses se abrirán más de 100 nuevos hoteles en el país.

Mientras muchas industrias han detenido su crecimiento, la hotelería mantiene sus planes y proyectos, sin importar el entorno nacional ni el internacional. Cientos de millones de dólares se invertirán en el país en esta actividad económica. Ojalá que este hecho positivo contagie a muchos sectores.

Estado de la nación 2019: ¿qué tan grandes son las oportunidades de reservas hoteleras en México?, el estudio más reciente de SiteMinder, una plataforma global para viajeros, confirma que el crecimiento de México a nivel turístico es elocuente. Las ventas en línea de los intermediarios ascendieron a 35,000 millones de pesos durante 2018 y superarán los 68,000 millones en 2023.

A continuación, te presentamos la entrevista con Luis Ignacio Gómez, director de Ventas y Mercadotecnia de Grupo Brisas

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Crecimiento sin prisa, pero sin pausa

AN ¿En qué momento se encuentra actualmente Grupo Brisas?

Actualmente tenemos nueve propiedades de tres marcas. La marca de alta gama es Nizuc, que está en la zona hotelera de Cancún y lleva siete años de operación. Este hotel ha sido un parteaguas para la compañía, porque ha destacado por brindar un servicio de muy alto nivel, incluyendo una mezcla gastronómica muy exclusiva y un pequeño centro de convenciones. Los turistas de leisure pueden disfrutarlo igual que los pequeños grupos de Consejo de las empresas que necesitan tratar temas importantes. Estos segmentos son muy cruciales para nosotros.

Otra marca relevante es Las Brisas. El hotel de Acapulco tiene 62 años y el de Jurica (Hacienda Jurica by Brisas) acaba de cumplir 50. Son hoteles precursores que se crearon por los años 60. También tenemos los hoteles Galería Plaza, nuestra marca para el hombre de negocios. La oferta incluye Reforma e Insurgentes, en Ciudad de México, y Galería Plaza Monterrey. Próximamente también vamos a abrir un hotel de esta marca en San Jerónimo.

En los próximos seis años queremos duplicar el número de propiedades, para alcanzar 18 hoteles.

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AN De las nuevas inversiones, ¿cuál será el próximo hotel que abrirán y cuándo comenzará a operar?

Para finales de este año o principios del próximo. Será el Galería Plaza San Jerónimo y viene a solucionar la demanda de muchas personas que necesitan reunirse en el sur de la Ciudad de México. Estará ubicado en el centro comercial donde está la asta bandera. Tendrá un salón para 1,000 personas y le estamos metiendo mucha tecnología. Cada hotel tiene una identidad propia, y este será muy jovial, muy tecnológico y con muchas facilidades para trabajar.

AN ¿Estarán incorporando alguna nueva marca al grupo?

Hay una marca para otro perfil de cliente que aún estamos estudiando. Probablemente en dos o tres años tengamos una cuarta marca.

AN ¿Qué significa que en momentos de incertidumbre ustedes sigan invirtiendo en México?

Podría decir que en momentos de crisis siempre hay oportunidades, pero va más allá de eso. El grupo ha crecido sin prisa, pero sin pausa. Creemos que ahora estamos viviendo un momento sólido para no pararnos. Tenemos un gran equipo en el área financiera, encabezado por Fernando Millán, quien nos tiene al tanto de la situación financiera del grupo varias veces durante el día. Hablamos mucho para ver cómo va el mercado. Tenemos estrecha relación con los gerentes generales de todos los hoteles, para tener la certeza de que vamos por buen camino.

Hay muchos proyectos que se están quedando a medias, y nosotros los analizamos para ver si son de nuestro interés. Es el caso de las construcciones que vienen, como la de Galería Plaza Monterrey, una muy buena oportunidad en la zona centro.

Nuestro plan de inversión contempla 3,500 nuevas habitaciones y pasar de nueve a 18 hoteles.

AN ¿La familia Cosío seguirá siendo dueña de la marca?

Sí, los dueños quieren tener la propiedad y manejarla. Es algo que ha funcionado muy bien, porque la gente que trabaja para el grupo aquí permanece. Me atrevería a decir que somos la cadena hotelera con menor rotación de personal. Incluso en Jurica, por ejemplo, hay empleados que pertenecen a la segunda o tercera generación de sus familias y tienen la misma pasión que sus padres o abuelos. Lo mismo pasa en Las Brisas Acapulco: tenemos personal que creció acompañando a sus familiares a su trabajo y aquí continúan, dando el servicio que siempre nos ha caracterizado.

La cadena ha logrado permanecer muchísimos años sin cambiar de nombre ni fusionarse con otras empresas.

AN ¿Cómo lo ha logrado?

Yo creo que se debe a la gente con la que trabajamos. La llamamos “gente única”. Tenemos la filosofía de emplear gente única para brindar experiencias únicas. La gente que trabaja en el grupo tiene vocación y, además, promovemos la hospitalidad. Cada colaborador es un anfitrión para nosotros, pues son ellos quienes brindan esa experiencia única a los huéspedes. Tenemos un bar tender que lleva 25 años con nosotros. Él recuerda a cada cliente; los conoce por nombre, les pregunta por sus hijos. Eso nos destaca del resto porque es algo que nace del corazón de los colaboradores. La gente siente el hotel como suyo y te brindan esa experiencia cálida.

AN ¿Cuál es tu percepción del turismo en estos momentos?

El turismo es muy importante para la economía, pero ahora está en un punto de quiebre. Estamos pasando por una sacudida que debe servirnos para mostrar al mundo lo que valemos los mexicanos. La mayoría de los gerentes generales de los hoteles son mexicanos y estamos desaprovechando esa cualidad. Exportamos mucho talento cuando deberíamos ponerlo en nuestra mesa.

También hay que rescatar la parte exótica que teníamos y que hemos perdido por copiar el estilo de vida americano. Hemos olvidado nuestro mercado natural: los canadienses y estadounidenses que eran atraídos por nuestras tradiciones y el estilo mexicano.

Las nuevas generaciones buscan cosas y experiencias diferentes a lo que ellos acostumbran y por eso voltean a otros destinos. Cuando los turistas norteamericanos descubrieron México por primera vez, hace años, vieron aquí pequeños pueblos que vivían de manera diferente a la suya, con sabores diferentes que a les atraían. Creo que debemos volver a nuestras raíces, a nuestra cultura; retomar lo que teníamos.

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