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Qué gana y qué pierde Disney al terminar su relación con Netflix

09-08-2017, 3:56:58 PM Por:

Solo un monstruo como Disney puede hacer tambalear el reinado de Netflix, que hasta hoy, no se había topado con una competencia tan dura como la que significará la casa productora de Marvel, Star Wars y otros éxitos más.

Mazazo a Netflix. Tras años de colaboración, Disney decidió romper su contrato con Netflix para lanzar su servicio de streaming independiente a partir de 2019. Con la noticia, la plataforma audiovisual que crecía de forma imparable sin aparentemente afrontar ningún obstáculo, recibe dos golpes: primero, pierde todo los títulos clásicos de Disney que siempre funcionan -como Star Wars– y, segundo, Netlfix tendrá un nuevo competidor en el mercado que cuenta con un potente músculo financiero que amenaza con quitarle terreno. Y los inversionistas en Netflix no se han tomado nada bien la noticia. Este martes, sus títulos en el NASDAQ perdieron un 5%, una fuerte caída después de varios meses de subidas que encadenaba la empresa. En lo que va del año, Netflix ha incrementado su precio en un 40%. Y en julio, sus papeles llegaron a aumentar desde 149 dólares hasta rozar los 190 por título, un impresionante avance de un 22% en sólo un mes. netflix bolsa

¿Cuál es el beneficio para Disney?

Disney planea crear su propia plataforma y, así, generar más ingresos. Para ello, también anunció que adquirirá por 1,580 millones de dólares una posición mayoritaria en BAMTech, una empresa líder en tecnología “streaming” como la que utiliza Netflix. Con BAMTech, Disney tendrá para 2018 un servicio “streaming” de ESPN, una de sus marcas, en la que emitirá más de 10,000 eventos deportivos al año. Y en 2019, planea lanzar su propia plataforma de contenido audiovisual gracias a la tecnología de esta compañía. El beneficio que saca Disney es evidente: en vez de venderle sus contenidos a Netlix, crea su propio negocio y se queda con todo lo que genere. Y es que la empresa cuenta con grandes títulos bajo el brazo que a buen seguro llaman la atención de los consumidores. La productora no sólo tiene los clásicos de toda la vida -desde Blancanieves hasta Toy Story– sino también sus futuras secuelas como la nueva Toy Story 4. Disney es además una máquina de crear series de éxito para niños como Hannah Montana o los capítulos sobre los Jonas Brothers. Pero además compró en 2012 Lucasfilm por 4,000 millones de dólares, lo que incluye la saga de Star Wars e Indiana Jones, entre otros grandes clásicos. Las películas de Star Wars ya de por sí son un reclamo para los fans, pero es que próximamente vienen el episodio VIII y IX; además de varios spin offs como una cinta sobre el joven capitán solo y otra de Boba Fett. Y, por otro lado, Marvel es una subsidiaria de Disney. Desde que en 2002 se lanzó el primer Spiderman de Tobey Maguire, no han parado de salir películas relacionadas con los superhéroes de Stan Lee, rankeando siempre entre los films más vistos del año. Los Vengadores, Iron Man, Hulk y demás títulos han sido en su mayoría un éxito de taquilla, además de un potente arma de merchandising, es decir, vender figuritas, comics y camisetas sobre las películas y sus personajes. Y el éxito de estas películas está comenzando a mudar a la pequeña pantalla. Netflix lanzó recientemente las series de Marvel: Iron Fist, Daredevil, y Luke Cage entre otras. Estos contenidos estarán disponibles en Netflix hasta finales de 2018, cuando pasarán a ser parte de la plataforma de Disney.

Un cambio estratégico para Disney

El lanzamiento de esta plaforma streaming supone la apertura de un nuevo negocio para Disney. Bob Iger, el CEO de la compañía del ratón Mickey, fue quien dio la noticia y lo pudo decir más alto, pero no más claro: “esto representa un cambio estratégico para la empresa”, quien además hizo hincapié en la intención de su productora por mantener una buena relación con Netflix. Durante los años de la televisión por cable y satélite, la empresa y tenía “Disney Channel”, donde emitía todos los contenidos nuevos que producía, además de los de siempre. Pero esos tiempos de la televisión digital parecen destinados a ser parte del pasado con la disrupción que ha supuesto Netflix para el mercado. La empresa fundada por Reed Hastings y Marc Randolph ha sido una auténtica revolución en la industria de contenidos audiovisuales. Tanto es así, que las acciones del “Spotify de las películas” se han revalorizado un -atentos a la cifra- 16,000% desde que salió a cotizar en junio de 2002 hasta la fecha. Y desde septiembre de 2012, la empresa lleva una escalada imparable, pasando de costar una acción entonces unos 7.7 dólares a casi 190 a finales de julio del año pasado. Dinero llama a dinero. Dicho de otra manera, Netflix ya es un negocio consolidado que demuestra tener fuertes crecimientos anuales. Ya son unos 100 millones de personas las que están suscritas en todo el mundo al servicio de Netflix, lo que significa que hay un potencial mercado al que sacarle jugo en todo el globo. La decisión de una mastodóntica compañía como Disney por entrar en este mercado, evidencia el cambio brutal que está transformando la industria audiovisual en todo el mundo. Y lo que es seguro es que según se vaya consolidando el mercado, nuevas grandes marcas seguirán los pasos de Disney y buscarán ofertar su contenido en su plataforma en vez de vendérselo a Netflix. Suenan tambores de guerra en la industria por conquistar este mercado en el que Netflix fue el primero en plantar bandera. La pregunta que queda por responder es: ¿serán capaces de comerle mercado al rey de los contenidos audiovisuales en “streaming”?

autor Periodista especializado en información financiera e internacional. Ha trabajado para medios desde México, Colombia, Portugal, Japón y España. Autor del blog sobre inversión en bolsa www.euroaeuro.com
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