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Esto es lo que NO debe tener una reforma al sistema de pensiones

12-02-2020, 6:00:21 AM Por:
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La Consar dice que ya se discute una posible reforma al sistema de pensiones del país. Aquí contamos lo que no y lo que sí debería contener para que sea efectiva.

De acuerdo con palabras del presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), Abraham Everardo Vela, han iniciado los análisis previos a una eventual reforma al sistema de pensiones de México, que podría cristalizarse en algún momento del segundo semestre de este mismo año.

Es sin la menor duda, todo un logro el simple hecho de que se hayan iniciado análisis serios por parte de la autoridad reguladora en coordinación y colaboración con otras instancias como la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ya que antes no se supo de algo similar, al menos de manera pública. Sin olvidar que se presentaron propuestas de reforma o de ajuste, para decirlo por su verdadero nombre, que con la nueva legislatura y administración federal pasaron al baúl de los recuerdos.

Sin embargo, es importante saber en qué sentido y cómo es que se espera que ese análisis lleve a una eventual reforma pensionaria o, mejor dicho, se debe saber cuál será el camino al final del día para llegar a una verdadera reforma y no a un “ajuste” que de nada sirve con el paso de los años. El sistema de pensiones en México necesita una verdadera reforma, una reforma de fondo, no una serie de ajustes que siempre llevan a lo mismo. En otras palabras, los trabajos de análisis deberían llevar a una reforma que derive en una auténtica terapia de choque para recuperar la salud del SAR, y no en un tratamiento a base de calmantes para decir que se ha recuperado cuando lo único que sucede es que cada día se enferma más.

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Chile es un ejemplo de lo que no debe ser en el SAR mexicano; del país sudamericano copiamos su sistema pensionario tal cual, y parece que es literal porque si no hacemos nada con el paso de los años, también habremos copiado su fracaso.

Lee: Este es el saldo de las “afores” chilenas, y lo que le espera a México

Estas son algunas cosas de lo que no debe contener más ya una reforma al sistema de pensiones, o cuando menos no lo debe contener en exceso. Además, también consignamos el único aspecto que sí debe contener la reforma pensionaria.

Lo que ya NO debe contener la reforma al SAR

Programas de educación financiera

No son malos, siempre son necesarios, pero estos programas deben ser solamente una parte complementaria que las Afores tienen que desarrollar obligatoriamente y la Consar debe ejercer sus facultades para que lo hagan. Estos programas tendrían que ser como una especie de leyes secundarias, para no engañar a los trabajadores con el cuento de que las bajas pensiones son culpa de la falta de cultura financiera

La educación financiera no es un juego y es algo que no hemos comprendido. Pero lo que urge en una reforma como la que se espera es mejorar de una vez por todas la expectativa de pensión de los futuros jubilados, y a estas alturas muchos de ellos ya no tienen tiempo para temas de cultura financiera. No está demás que el SAR se preocupe permanentemente por el tema pero, por favor, no más anuncios de programas que no mejoran en pesos y centavos lo que deben ganar ya en unos años más millones de personas que pasarán al retiro.

Ahorro, reforma
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Presumir recortes a las comisiones y decir que se va por más

Aunque cada año se dice que se ahorran miles de millones de pesos por el recorte de las tasas de comisión, lo cual es cierto, pero no es espectacular si consideramos que el “capital” del SAR ya rebasa los 4 billones de pesos, no es ese el problema. En la vida real cada trabajador se ahorra unos pesos, si no es que centavos, que no le darán mejor pensión con el paso de los años. No decimos que no bajen, sino que ya tienen que tomarse con la seriedad debida y no como un elemento más de una eventual reforma pensionaria. Si se van a tomar los recortes de comisiones como parte importante de esa supuesta reforma que nos regalarán en el segundo semestre, será simple y sencillamente un engaño para decirlo con todas sus letras.

Nuevos esquemas de inversión que tampoco nos llevan a nada

Salvo que las tasas se movieran espectacularmente al alza o bien a la baja, los rendimientos en el SAR tampoco son la parte determinante para que los mexicanos tengan malas pensiones dentro de algunos años. Si bien la autoridad tiene todas las facultades regulatorias para modificar y/o ajustar los regímenes y esquemas de inversión para procurar el mayor beneficio posible para los trabajadores, es un hecho que se necesita mucho más que eso para que los futuros jubilados tengan una pensión del nivel de las que se tienen en el primer mundo, una pensión nórdica, dirían por ahí. Es hora de entender que por muchos cambios que se hagan en la manera de administrar y/o invertir los recursos, los beneficios no pueden ser tan grandes como para llevar al nivel requerido las pensiones de los futuros jubilados.

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El punto central que sí debe llevar la reforma

Lo que se debe hacer para mejorar las pensiones ya lo saben en la Consar, en la SHCP, en todas las instancias del gobierno federal, en las Afores, en la Amafore, en los bancos, en todo el sistema fiannciero mexicano, fuera de México incluso y también alguno que otro periodista, se necesita ajustar la cuota de aportación de los trabajadores sí o sí.

El punto central debe ser ajustar de una vez por todas la cuota de aportación que pagan los trabajadores mexicanos, que se mantiene en 6.5 por ciento para los cotizantes al IMSS, desde hace más de 60 años. Esta cuota ridícula en su porcentaje no nos deja avanzar. Así, cualquier medida que se quiera vender como reforma y no integre el elemento antes señalado, será un engaño y nada más que eso.

Para muestra un botón. Hace 20 años, cuando se realizó el primer ajuste de las tasas de comisión de las Afores, se dijo que el abatimiento de este indicador redundaría en mejores pensiones para los trabajadores, lo que no se ha cumplido. Apenas el año pasado se dijo más o menos lo mismo, pero con la diferencia de que las comisiones ahora ya están incluso en menos de uno por ciento en la mayoría de las Afores. Lo anterior sólo demuestra que el problema de fondo no es la comisión, sino la aportación.

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