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Emprendedores

El chico que creó el mejor método para detectar cáncer de mama quiere llegar a todas las mujeres

Julián Ríos diseñó el Evabra que detecta cáncer de mama en fases tempranas, pero se dio cuenta esto no es suficiente y lanzó Eva Center, para que todas las mujeres se hagan una revisión rápida y privada.

Por María Arcia

Una serie de eventos desafortunados llevaron a Julián Ríos a iniciar su carrera como emprendedor a los 16 años, ya que el joven vivió los efectos emocionales y físicos del cáncer de mama junto a su madre quien padeció la enfermedad. Esto lo motivó a colocar su granito de arena para que cada vez menos mujeres tuvieran que atravesar por este padecimiento.

“Eva nace hace cinco años a través de una motivación muy personal, mi mamá fue sobreviviente del cáncer de mama en más de dos ocasiones y luego falleció a causa de la enfermedad. La misma historia es para mis socios, Raymundo y Antonio mis cofundadores. Y a raíz de este suceso personal no nos pudimos quedar de brazos cruzados y decidimos dedicar nuestros días a trabajar en algo que evitaría que algunas mujeres sufrieran lo que nuestros seres queridos han sufrido”, dice Julián Ríos en entrevista para Entrepreneur en Español

El primer desarrollo de Julián fue un wearable (dispositivo vestible) que básicamente era un sostén al que llamaron Evabra, con el cual era posible detectar el cáncer de mama en etapas tempranas a través de biosensores. Sin embargo, junto a su equipo se dio cuenta de que este no iba a cumplir con su misión: llegar a todas las mujeres posibles. 

“Después de 3 años de trabajo y miles de dólares en inversión para este proyecto nos dimos cuenta que no estábamos cumpliendo con la misión original, que era salvar la mayor cantidad de vidas posibles, simplemente por el precio de venta del dispositivo hubiera sido un producto que solo podría utilizar el 0.01% de la población”, comenta. 

De un brasier a una cabina y una membresía completa  

El objetivo de Evabra era que por medio de un sensor de calor podría detectar cáncer de mama de manera temprana, privada y no invasiva. A pesar de que el equipo de emprendedores e investigadores ya no desarrollan el brasier sino una cabina, la finalidad sigue siendo la misma: 

“El analizar funcionalmente el pecho a través de lecturas térmicas, a través de inteligencia artificial pero en una tecnología más sofisticada que es la tecnología que Eva hoy utiliza, la cual no requiere contacto sobre el pecho, básicamente es el análisis del patrón térmico de la mama a distancia”, explica el joven. 

Higia Technologies, antiguo nombre de la compañía de Julián, evolucionó junto a su producto, ahora se llama Eva y ofrecen un centro de atención para que las mujeres puedan realizarse un examen privado en plazas comerciales, además cuentan con una membresía que da otros beneficios en el área de salud femenina. 

Historia: Tiene 18 años y diseñó el mejor método para detectar cáncer de mama

“Nuestra membresía lo que ofrece a la mujer es una mastografía que es interpretada por nuestros médicos radiólogos, estudios en Eva prácticamente ilimitados, pueden hacerse uno, una vez al mes o cada tres meses, consulta gineco oncológica si es que se detecta algo anormal en la masto o en Eva para que no tenga que pasar por los tiempos de espera del sistema público y un seguro de cáncer de mama y ovario cérvico uterino. Es un seguro que indemniza en 100 mil pesos en caso de ser detectada. Entonces, Eva más que solo el producto de Eva Center pretende ser todo un ecosistema de soluciones para prevenir y combatir efectivamente el cáncer de mama”, dice Julián. 

Las mujeres pueden acceder a la membresía en línea o la pueden adquirir en los centros, aunque todavía no tienen cobertura nacional. 

Los emprendedores han colaborado con instituciones como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Stanford Medicine X, y otros para lograr la tecnología que hoy ofrecen. Asimismo, es un método aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos ​​ (FDA por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos, por el Marcado CE en Europa y se encuentran regulados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en México. 

En privado y rápido

Eva Center es una cabina que se ubicará en plazas comerciales alrededor de la República Méxicana, las mujeres serán recibidas por una doctora, quien será la encarga de ingresarlas al interior de la cabina y en completa privacidad ellas solas podrán realizarse el estudio. 

Una vez dentro, la máquina procederá a la exploración de la mama a través de la creación de un mapa térmico mediante luz infrarroja. Este análisis tiene un costo de 400 pesos mexicanos (19 dólares aproximadamente) y dura menos de 10 minutos. 

“Nosotros lo que evaluamos es la diferencia de patrones térmicos dentro del pecho y a lo que me refiero con ello es a las diferencias en el metabolismo del seno y eso nos muestra el que haya más células reproduciéndose en un área o el que existan más vasos sanguíneos en algún área. Entonces es un método muy distinto a la mastografía porque la mastografía es un análisis anatómico que te dice si hay o no una masa, nosotros lo que queremos saber es cómo se está comportando el seno desde una perspectiva celular”, comenta Julián. 

A través de la medición de los patrones térmicos de la mama permite detectar anomalías térmicas de punto cero un celsius, según el emprendedor. Luego de que las mujeres se realizan este análisis un radiólogo certificado en termografía clínica hace la evaluación de riesgo y da el resultado entre 24 y 48 a la paciente. 

“Y este principio de buscar detectar cáncer en particular cáncer de mama por medio del análisis funcional del seno, no es nuevo existe desde 1970, pero es hasta ahora que podemos aprovechar herramientas mucho más sensibles, y más precisas de medición de temperatura junto con herramientas de inteligencia artificial para poder dar un análisis eficaz y preciso a la mujer para el caso de cáncer de mama”, explica Julián. 

“No pretendemos sustituir a las mastografías” 

Este producto no pretende sustituir las mastografías, más bien quiere convertirse en un complemento para ayudar a la detección temprana del padecimiento que es la segunda causa de mortalidad en mujeres entre 20 y 59 años en México

“Algo que siempre me gusta dejar muy claro es que nosotros no pretendemos sustituir de ninguna forma la mastografía, es un método distinto al nuestro que se complementan muy bien, hay investigación en donde se ha probado que si se utiliza un método como Eva junto con una mastografía, la precisión es hasta de un 98% en comparación de solo hacerte una mastografía que es un 80 o un 85% dependiendo de quién la esté interpretando o solamente Eva que también es un número entre 80 y 85 por ciento. Entonces, son métodos que juntos son más poderosos y nosotros no queremos que las mujeres utilicen uno u otro, queremos que finalmente utilicen los dos por eso tenemos nuestra membresía que es la vértebra de toda nuestra empresa”, dice Julián. 

Asimismo, el joven de 21 años, comenta que este producto no emite ningún tipo de radiación ionizante y no se toca a la paciente en ningún momento por lo que es “un método increíblemente noble y seguro”.  

Eva ya cuenta con equipos en el ISSSTE 20 de Noviembre, el Instituto Nacional de Cancerología de Nicaragua, en consultorios gineco oncológicos privados en San Luis Potosí, Guadalajara, Jalisco, y en centros comerciales en Ciudad de México, Estado de México, Monterrey y Puebla. 

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Por ahora la empresa de Julián se enfoca en este producto y la membresía y no se encuentran produciendo brasieres, pero no descartan desarrollar un equipo que pueda ir a las casas de las personas. 

“Eso será cuando las economías de escala y las tecnologías que utilizamos tengan un precio accesible para la población general, hoy queremos ver y ayudar a la mayor cantidad de mujeres que podamos y lo podemos hacer con muchos Eva Centros”. 

Poco más de 10 millones de dólares en cuatro años 

Julián Ríos inició esta compañía cuando tenía 16 años y hoy a sus 21 relata que uno de los más grandes retos es poder materializar algo así de ambicioso a una edad tan temprana y con tantos huecos de conocimiento.

“Afortunadamente tuve la suerte de encontrar socios casi igual de jóvenes que yo pero extraordinariamente competentes y fuimos amasando la credibilidad de inversionistas en México y Estados Unidos” 

En 2018 tuvieron la oportunidad de participar Y Combinator, aceleradora de Silicon Valley en California, donde recibieron una inversión de 120,000 dólares. Asimismo, consiguieron llamar la atención de algunos de los fondos más importantes en el mundo: Khosla Ventures, Hummingbird VC y Sound Ventures, y personalidades interesantes como el actor Ashton Kutcher, Jessica Livingston, cofundadora de Y Combinator y Paul Buchheit, creador de Gmail, quienes invirtieron 5 millones de dólares en ellos. 

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Fue gracias a esta participación que empezaron a abrirse paso. Sin embargo, no fue sencillo, “ya que la renuencia a nuevas tecnologías de un gremio tan establecido como el médico es grande… todo ha sido un reto pero la misión que tenemos es tan tangible y tan cercana a nuestro corazón que hay muy pocas cosas que realmente nos disuaden”. 

De esta manera, han ido recaudando capital, y en su más reciente ronda de inversión donde se sumó Kaszek Ventures levantaron alrededor de tres millones de dólares, “llevando el total de recaudación de fondos a un poco más de 10 millones de dólares en los últimos 4 años de historia de la compañía”, explica Julián. 

“Este capital lo vamos a emplear para seguir salvando vidas, solo tenemos seis centros, buscamos tener una cobertura nacional y queremos que la gran mayoría de las mujeres sean parte de nuestra membresía, la cual vemos como el mejor paquete para estar protegida de todos lados, te lo dice alguien que ha visto el cáncer de mama en tres ocasiones, una con mi abuela y dos con mi mamá si ellas hubieran tenido un producto como estos o un servicio como estos su vida hubiera sido más fácil, el sufrimiento hubiera sido menos entonces nuestra misión es llegar a más mexicanas y después de eso seguir incursionando con este fondo de inversión”. 

En este contexto, Julián nos comparte tres consejos para lograr una inversión: 

  1. Convicción y pasión absoluta. Los inversionistas son extraordinariamente buenos sabiendo cuando alguien no tiene todo su corazón en un proyecto. Lo primero es estar convencido del valor que estás dando al consumidor, que estás trayendo al mundo y el futuro de la empresa pero eso no significa que que estés cerrado al flipback, es importante saber porque te están diciendo que no y ajustar con base en  eso. 
  2. Persistencia y Resiliencia. Me ahorré partes de la historia por simplicidad, dice el emprendedor, pero justamente ya estando en Y combinator, en una de las mejores aceleradoras del mundo a la cual por cierto habíamos aplicado tres veces, no fue hasta la última vez que ya nos aceptaron, pero incluso ya estando ahí tuvimos que pasar por casi 15 nos de inversionistas hasta que uno dijo que sí, y una vez que ese uno dijo que sí, nuestras puertas se comenzaron a abrir, entonces persistencia es lo más importante, es un juego de números y a mi me fue bien con solamente tener 15 a 20 nos, he escuchado historias de cientos de nos para levantar capital.
  3. Tocar todas las puertas. Darse cuenta que el NO ya lo tienes, es el default y no necesitas ni que nadie te lo presente ni que vueles a Silicon Valley, los correos de los inversionistas están ahí afuera, escribir un buen correo contando una buena historia y tener una buena compañía detrás, es muy fácil que se interesen.

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