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Ella abandonó la escuela para convertirse en la reina del transporte

08-08-2019, 3:57:37 PM Por:
© Facebook

Miroslava tuvo que abandonar la escuela y atender su embarazo; hoy es la dueña de una empresa de transporte y otra de chatarra en México

Por Estivaly Calva Tapia

Miroslava Magaña tiene una historia tan inspiradora que cuando terminé de entrevistarla en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) salí de ahí sintiéndome empoderada. A los 17 años, esta emprendedora ya tenía un gimnasio con un centro de nutrición. Su local antes de ser un gym fue una sala de spinning, la cual logró poner después de ahorrar un año dando clases como instructora. Le tomó casi tres años y medio pagar los créditos de los aparatos del gimnasio, pero ya ganaba libres entre 60,000 y 70,000 pesos mensuales antes de cumplir dos décadas de vida. 

Pero, Miroslava no se sentía feliz porque siempre estaba cansada y agotada. Ya llevaba siete años con el gimnasio y un día se preguntó: ¿realmente quiero este negocio toda mi vida? No era una decisión sencilla. A los 14 años había sido mamá y tenía que mantener a su hijo, pero solo había estudiado hasta la secundaria. 

Hoy a sus 34 años, Miroslava (o Miros, como la llaman sus seres queridos) es dueña de dos empresas que no tienen nada que ver con el fitness: Miros Transportes y MM Chatarrera

¿Cómo se dio este cambio de carrera? La inspiración de Miros llegó de una fuente poco probable: su hermano Roberto, que en ese entonces era policía federal de caminos. 

Un día fue a visitarla a su casa y, mientras ella se quejaba de lo mucho que estaba cansada de atender a la gente 12 horas o más en el gimnasio, él bebía un trago. 

“Le dije: ‘Ayúdame a pensar en un negocio donde no tenga que trabajar mucho y que no dependa de si yo estoy o no presente’”, recordó la emprendedora en entrevista con Entrepreneur en Español.  

Su hermano le comentó que una buena opción era comprar un camión de carga. Miros le preguntó incrédula qué podría hacer alguien como ella con un tráiler, él le sugirió conseguir contactos y ofréceles el transporte de carga. 

“‘No vas a hacer nada, vas a ganar mucho y hasta te puedes hacer millonaria’, me dijo Roberto. Por alguna razón me pareció una idea tan práctica y sencilla que en cuanto mi hermano se fue, empecé a buscar crédito en una agencia de camiones”.

No se lo dieron, pero esas palabras que le dijo su hermano se quedaron grabadas en el cerebro de Miroslava y era lo que la impulsaba a levantarse todos los días.  

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Miroslava Magaña
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Una empresa que comenzó pagando a crédito y que hoy es millonaria

La chatarra es un buen negocio porque se puede reciclar al 100% cualquier tipo de material ferroso y no ferroso. En el negocio del transporte se complica por el robo que cada vez es más alto, así como el precio de la gasolina.

Hoy por hoy, Miros Magaña es dueña de dos empresas: Miros Transportes (flotilla dedicada al transporte de carga) y MM Chatarrera (compra y venta de chatarra). Ambas compañías que dan empleo a 130 personas. Ella comenzó Miros Transportes con un tráiler usado que le costó 500,000 pesos; el cual hacía 15 viajes al mes. Hoy son 15 camiones que realizan 250 viajes mensuales. En México existen alrededor de 4,000 empresas dedicadas al transporte de carga.

Con su negocio de chatarra empezó comprando cargas de 30 toneladas cada 15 días. Este año va por 30,000 toneladas. Actualmente trabaja con tres gobiernos: Sonora, Michoacán y Estado de México. Nacionalmente hay 3 millones de chatarreros.

Sin embargo, los orígenes de las marcas de esta emprendedora fueron muy humildes. 

Luego de la charla con su hermano, Miroslava compró un tráiler usado por un enganche de 500 mil pesos y lo demás lo fue liquidando a crédito. Su hermano que estaba en Michoacán le dijo que ahí subían chatarra para el municipio de Lázaro Cárdenas y que podía regresar con varilla. Así que, la emprendedora fue a tocar las puertas en aquel estado. 

“Un factor muy importante para que este negocio pudiera competir con las demás líneas fue hacer acto de presencia. Ir personalmente con el director general y con la persona que paga. Cuando ya te conocen te toman en cuenta”, señaló la entrevistada al remarcar que la honestidad también hizo que la gente se comprometiera con ella. “El dueño de una empresa me preguntó que cuántos camiones tenía y le dije que uno”.  

Esta fue la época más difícil para Miroslava porque no fue el mejor negocio ni ganó los millones que esperaba. Tener un tráiler trabajando ida y vuelta todos los días sin cobrar era como un suicidio. La primera factura que le pagaron por transportar carga fue a los seis meses de haber comprado el camión. Se esclavizó. No solo no dejó el gimnasio que ya tenía (y que en su momento la impulsó a buscar otro negocio), sino que daba clases en otros lugares para cobrar el doble. También era modelo y edecán para ganar más. Explotaba su imagen al 100 por ciento.   

“A esto le sumo que no sabía cómo manejar un tráiler ni cómo estaba constituido. Todo era meter y meter dinero a ese camión. Le tiré a perder horrible y pensaba: si esto no funciona voy a tener que regresar a donde no quiero. En este punto dije: ‘Si hay unas cuatro mil empresas de transporte de carga por toda la República Mexicana debe haber una fórmula para que esto sea negocio’”. Entonces de ser la experiencia más terrorífica o el peor fracaso en su vida se convirtió en el reto más grande. Porque tenía que descubrir cómo funcionaban esas empresas. 

Pero el camino no iba a ser nada fácil. A un año de arrancar operaciones le robaron el tráiler. Fue un golpe tremendo, sin embargo, con lo que pudo ahorrar en los primeros seis meses de operación, dio el enganche de otro camión y después reponer el que le robaron por medio de un seguro. Al quinto año de operaciones ya tenía 10 camiones dando servicio en diferentes estados.

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Miroslava Magaña
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Una segunda empresa y una nueva oportunidad 

Fue justo en el quinto año de operación Miros hizo una reflexión que la llevó a crear su segunda compañía, MM Chatarrera. “Si nunca me quedo sin carga, entonces, debe ser mejor negocio lo que cargo que el tráiler en sí mismo”. 

Los amigos que le daban trabajo eran acereros o chatarreros, por lo que se acercó a ellos para ser chatarrera. 

“Todos me decían: ‘No, Miros. No tienes la experiencia, la infraestructura, ni el dinero’. Pero mi pensamiento era: si ellos tienen patios industriales, yo también puedo tener el mío. Si ellos pueden, ¿por qué yo no?”. 

En una de esas negociaciones un cliente le dijo: “Oye, Miros, ¿en verdad quieres ser chatarrera?” a lo que ella contestó que esa era su meta, su sueño”. Este contacto valioso le dio un buen consejo: “Si quieres competir hay algo que los chatarreros no tienen que son buenas relaciones empresariales o políticas. Si cabildeas en gobierno, te metes a licitar y ganas un proyecto importante serás la dueña, la que tenga la sartén por el mango y tú le vas a poder decir a todos los fuertes chatarreros de México te invito y ninguno de ellos te dirá que no”.  

El primer negocio que Miros empezó a cabildear fue el de los corralones del Estado de México, proyecto que ganó hace cuatro años. Se asoció con un acerero y un chatarrero, y aunque en esta empresa fue la que menos ganó porque no tenía experiencia, aprendió bastante. Luego consiguió la licitación del metro y los corralones de la Ciudad de México y en estos momentos está retirando chatarra de Michoacán.

“No necesitaba tener todo el dinero para lanzar un proyecto. Lo que hacía era buscar que me dieran el ‘Sí’ y después armaba el equipo de trabajo. Hace cuatro años hice mi patio industrial y compré mi primera máquina. Volvo me decía: ‘no tienes historial crediticio con nosotros. Pero si compras la primera máquina al contado y la pagas, la segunda te la vendemos en pagos’”.  

Cuando compró la maquinaria encontró muchos enemigos y el año pasado Miros sufrió el robo de cinco de sus tráileres. “Estuve a punto de caerme, pero pensé en los 10 años que llevo con este negocio y de lo mucho que me he enamorado de él porque he aprendido de leyes, ingeniería, política, contabilidad, finanzas, etc.”   

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“Cuando tus palabras y acciones dan resultados la gente te sigue”

La emprendedora recordó otro día en que su hermano fue a su casa de vacaciones, pero la encontró enojada de nuevo, esta vez porque le habían robado otro tráiler. Miros estaba tan estresada que llevaba varios días sin dormir y se la pasaba haciendo corajes.  

No obstante, sucedió algo muy curioso: se repitió la misma escena que años atrás la había inspirado a arrancar su negocio. Su hermano estaba sentado de nuevo en la sala viendo la televisión mientras bebía un trago. Miros se le acercó para preguntarle por qué le había dicho que el “negocio de los tráileres era la cosa más sencilla del mundo y que aparte se iba a hacer millonaria”. 

Su hermano casi se atragantó con su trago y le respondió riendo: “¡Ay, flaca! Discúlpame. Lo que pasa es que ese día yo te vi muy estresada y como tú me pediste una solución, lo único que se me ocurrió decirte es que compraras un camión, pero nunca imaginé que lo fueras a hacer”.  

Ahora ese hermano es el director general de Miros Transportes. 

El papá de Miros también es parte de este negocio de familia, aunque la relación ha sido muy difícil. 

“Cuando me embaracé, mi papá, un general retirado, se enojó tanto que dejó de hablarme por 12 años. Lo volví a ver en el bautizo de una hija de mi hermana y me criticó diciéndome que iba de mal en peor”.

Su progenitor le reclamaba que se hubiera embarazado tan joven, por poner un gimnasio, modelar y, para su colmo, comprar un tráiler y trabajar en Michoacán. Pero la vida les tenía una sorpresa. Hace tres años el padre de Miros la buscó para pedirle ayuda porque quería invertir en un negocio y le propuso comprar otro tráiler para la operación chatarrera. 

“Cuando tus palabras y acciones dan resultados la gente te sigue”, aseguró en la entrevista. 

Hoy por hoy Miros prepara lanzar una tercera empresa que administre tráileres. “Si la gente invierte como dos millones de pesos en un camión, yo lo gestiono y les cobro el 10% por administración y les doy su utilidad. Pero mi intención no es manejar uno ni tres tráileres, sino 100 o 200”.  

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Cómo emprender sin volverse loco ante las adversidades

La entrevistada nos regaló tres consejos para triunfar en una industria compleja (sobre todo cuando se es mujer y el sector es predominantemente masculino):

1. Hacer oídos sordos cuando quieras emprender un proyecto  

“La crítica casi siempre es negativa. Tú ya estás creando una idea, sueño o expectativa y a lo mejor la persona que te escucha ya fracasó o le rompieron sus sueños o no tiene esa inspiración y en automático te dice: vas a quebrar”, indicó la empresaria al subrayar la importancia de hacer caso omiso a las críticas vacías y en su lugar escuchar el instinto propio. 

2. No tires un proyecto por desesperado (a) que estés

“Las cosas no se dan rápido. Yo desde que empiezo un proyecto tardo hasta un año en aterrizarlo. Nunca quites el dedo del renglón. Ten paciencia. Es como los bebés o los embarazos, tiene que madurar tu proyecto sea cual sea”. Miroslava recuerda que los éxitos verdaderos no pasan de la noche a la mañana. 

3. Sueña, pero actúa 

“Tú eres la única persona que puedes hacer tu sueño realidad. No depende de nadie, solo de ti”, dijo la entrevistada. “Hace tiempo le dije a una gran amiga: ‘Un día va a existir Aero Miros’. ¿Por qué no? A lo mejor en 10 años sucede”.  

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