El origen de los Huevitos Kinder y su plan sorpresa para crecer
Cuando Grupo Ferrero llegó al país en la década de los 90 había tres distribuidores de chocolate
Michele Ferrero ideó, hace varias décadas, un huevito que en su interior trajera una sorpresa. El propósito era encontrar la manera en que todo el año pudiera ser Pascua para los niños y que las familias tuvieran un momento de felicidad.
Así, en 1974, el Huevito Kinder se hizo realidad.
“El éxito es comprender la exigencia del consumidor. Una necesidad que otros quizás no habían entendido: chocolate + sorpresa + juguete. No saber qué hay dentro es una emoción.
Y detrás de la sorpresa, hay una cultura de crear este momento en familia que estimule las capacidades manuales del niño, así como su inteligencia y su fantasía”, cuenta Paolo Cornero, CEO de Grupo Ferrero México y Centroamérica.
Cuando Grupo Ferrero llegó al país en la década de los 90 había tres distribuidores de chocolate y solo uno de chocolate fino; de ahí, la compañía trabajó su propio mercado hasta estimularlo.
Cuando Grupo Ferrero llegó al país en la década de los 90 había tres distribuidores de chocolate.
“Somos muy buenos en tomar la realidad de un mercado nicho y transformarlo en una realidad para todo un mercado –explica Cornero–.
Creamos un mercado pequeñito y lo hemos crecido para nosotros y la competencia. Al final, si crece un mercado es bueno para todos”.
El granito de Ferrero en México
Devolver a la tierra uno de los mejores granos para recoger mejores frutos es la forma en que Cornero explica la importancia que tiene para la compañía chocolatera contribuir con el entorno y la comunidad que día a día hacen que el negocio sea posible.
Así, nada de lo que sucede es casualidad en la empresa italiana que inventó los huevitos Kinder Surprise, de los que hoy comercializa 2,000 millones en el mundo, factura 10,300 millones de euros con la suma de otros productos, como la Nutella y Ferrero Rocher, y lleva siete años con crecimiento de dos dígitos.
“En nuestra filosofía y ADN está el tener una fe absoluta en el consumidor, que viene acompañada por la dedicación y obsesión por la calidad, así como por el respeto al medio ambiente y a la sociedad en la que vivimos”, dice el directivo de una de las empresas familiares más grandes del mundo.
Por ello, Grupo Ferrero no solo cuida la calidad de su materia prima, el empaque y la publicidad, sino que se compromete para, de una u otra manera, devolver ese granito a la tierra.
El CEO de Grupo Ferrero, Paolo Cornero, destaca la labor de la empresa para contribuir con el entorno y la comunidad.
“Una cosa no excluye la otra. Ser una empresa con responsabilidad social no es contrario a ser una empresa con utilidades. Así como las utilidades son consecuencia de la calidad, ser responsable socialmente es algo que también da beneficios. Si no hay responsabilidad social, no hay ambiente para que los niños vivan y vivan bien. Consecuentemente, las compañías también morirían. Es un ganar-ganar”.
Tanto la familia Ferrero como la empresa conocemos de los tiempos de la posguerra, en los que era difícil el cultivo, la cosecha y sobrevivir. Eso nos ha inculcado otros valores”, dice Cornero.
La chocolatera ha dado principal empuje a actividades sociales en México en las comunidades que rodean sus zonas productivas y ha llevado a cabo reformas y rehabilitación de instalaciones de escuelas, así como la creación del Centro de Innovación y Desarrollo, que ha estimulado la economía y producción locales.
Y fue en este centro donde se creó la más reciente versión del Kinder Delice con sabor a fresa.
“Aquí nació nuestro nuevo producto 100% mexicano, hecho por mexicanos para mexicanos, con fresa de Zamora, Michoacán”, explica.
También ha dado vida al movimiento Kinder + Sport, el más ambicioso de sus proyectos, para que los niños puedan practicar deporte.
“En el mundo hemos fomentado que 4’400,000 jóvenes y niños puedan practicar actividades. En México, desde hace tres años hemos hecho lo mismo para 485,000 jóvenes y niños”.
Reconstruimos espacios en unidades habitacionales para que puedan jugar y hacer deporte. Y lo hacemos en familia para que los sientan suyos. Estamos regresando el grano más grande y noble a la sociedad. Está dando frutos”, comentó Cornero.
Además, este año han anunciado la reconstrucción de una escuela en Chiapas, tras los sismos de septiembre.
Es este compromiso global y su huella en estas actividades lo que le ha hecho que el Grupo Ferrero sea acreedor al lugar 17 en el ranking de las 100 mejores compañías a nivel internacional que otorga el “Reputation Institute”, ocupando el lugar 1 en la categoría de alimentos.
Marca personal
¿Cuál es tu cualidad principal como estratega?
“Sé escuchar otras posiciones, antes de decidir”.
¿Cuál es el proceso que sigues al planear tus estrategias?
“Averiguo y analizo con acidez y frialdad las posibles debilidades de mis estrategias y solamente después, si no encuentro debilidades, procedo a implementarlas”.
¿Qué libro te ha dado alguna enseñanza para tu vida profesional?
“Il Principe, de Niccolò Machiavelli, por el pragmatismo que se necesita para reconocer lo que sirve y lo que no sirve, para mantener los pies bien plantados sobre la tierra.
“También me ha marcado La Malora, de Giuseppe Fenoglio, porque me ayuda a recordar de dónde vengo”.
